‣Ineludible que el gobierno emprenda,
junto con los ganaderos lecheros, una política de producción, productividad y
comercialización de leche
Comunicado
Pediremos al nuevo gobierno que
nos invite a participar en acciones encaminadas a cancelar importaciones de
leche en polvo y derivados lácteos, y nosotros responderemos en la medida de
nuestras posibilidades”, aseguró Álvaro González Muñoz, dirigente del Frente
Nacional de Productores y Consumidores de leche.
Hoy más que nunca el gobierno
federal debiera estar preocupado y ocupado en la preparación de un proyecto de
desarrollo de la producción e industrialización lechera, que beneficie a los
consumidores y que comparta con los productores en el marco de una estrategia
viable, frente a decisiones del gobierno de Estados Unidos de posponer
negociaciones del Tratado de Libre Comercio y ahora imponer aranceles al acero
y aluminio.
Antes del TLCAN, el consumo de
leche por los mexicanos, incluidas importaciones, era de 21 litros por persona
al año. Hoy son 50.9 litros por persona/ año, no obstante el incremento de la
población.
Esto significa que se importa
el 53 por ciento de los 11 mil 807 millones de litros que produjimos en 2017.
Equivale a que se importaron 6 mil 292 millones de litros para completar
la demanda nacional.
De esta cantidad, sólo mil 362
millones de litros fueron leche, mientras que 4 mil 900 millones fueron productos
adulterados, con toda la anuencia de las instituciones gubernamentales que
hicieron caso omiso de la definición que dan organizaciones tan importantes
como la FAO sobre lo que es la leche: “la secreción de las glándulas
mamarias de los mamíferos”, y así está considerada en la Norma Oficial
Mexicana.
Es necesario que el Gobierno
de la República dé prioridad al impulso productivo nacional, con la mira de
cancelar importaciones y atender el mercado interno con un producto que es de
mejor calidad que la leche en polvo que se importa.
“Que no nos agarren con los
dedos en la puerta”, una vez que el gobierno de EU decida encarecer su producto
o decidir la suspensión de compras mexicanas de leche en polvo, dijo el
presidente del sector ganadero de leche, González Muñoz.
Está en juego la producción de
un alimento indispensable para el desarrollo físico y mental de los mexicanos,
si el próximo gobierno no cambia el rumbo que hasta hoy lleva, derivado
de todos los riesgos que ello implica, como imposición de precios,
fuga de divisas, costos crecientes de importación, pérdida de productividad que
tanto esfuerzo e inversión ha demandado para el incremento de la producción y
productividad.
“La propuesta de los pequeños
y medianos productores de leche al próximo presidente de México, es
esencialmente nacionalista, por considerar que no queremos seguir teniendo
trato de braceros en nuestro propio país.
La última carta que nos
jugamos, es revertir los daños de las crecientes las importaciones, mismas
que pasaron de 645 millones de dólares en 1993, a 1,750 millones en
2017. Esto es un aumento de 165% (6.5% promedio año), lo que explica
el freno en el aumento de la producción nacional que en el
mismo periodo tuvo un crecimiento del 35% (1.3% por año) muy por
abajo respecto de años anteriores, con más del 7% anual de crecimiento
promedio, antes de la entrada en vigor de los acuerdos comerciales.
“Dicho sea de paso, los once
acuerdos internacionales que ha firmado nuestro gobierno, antes del TPP, por lo
menos para el sector lechero, han sido nefastos, porque ni nos permitieron ser
competitivos y sí vinieron a México a ganar una competencia desigual, que en
poco ha beneficiado a los consumidores y menos a nuestros productores”.
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Álvaro González Muñoz. Cel.
045 77 15 67 58 29
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