TIEMPOS
DE CÓLERA Y POSVERDADES
Por
Armando Rojas Arévalo
GALIA: Los periodistas, como los
fabuladores, decía JOSÉ EMILIO PACHECO, en una de sus columnas “Inventario” que
publicaba en el Excélsior de JULIO SCHERER, son unos profesionales de la
sospecha, “siempre somos la bestia negra de alguien que en secreto anota los
agravios que involuntariamente (o voluntariamente, yo diría) le afligimos. El
día menos pensado nos presentan la cuenta”.
JUAN VILLORO escribió para El Colegio
Nacional un extraordinario ensayo sobre “La vida que se escribe” en homenaje a
PACHECO. La realidad del periodismo, sustenta, no está en los hechos, sino en
la manera de contarlos, partiendo de que “la vida que se escribe hoy,
necesariamente, estará muerta mañana”. Escribir, diría MICHAEL FOUCAULT,
rememora VILLORO, es escribir sobre la muerte.