VIVIMOS
EN EMERGENCIA SANITARIA POR SOBREPESO, OBESIDAD Y DIABETES
•La salud no es prioridad para los candidatos a la
presidencia de la República: Coalición México Salud-Hable.
•Pasamos de 46 mil muertes por diabetes en el 2000 a
106 mil en 2016
Organismos de la sociedad civil están
preocupados porque a pesar de que estamos en emergencia sanitaria por
sobrepeso, obesidad, diabetes…el tema de la salud no es un asunto prioritario
para los cinco candidatos a ocupar la presidencia de la República de México;
por ello exigen incluir la Agenda SaludHable 2018, catálogo de soluciones
basado en recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Las estadísticas dan una idea de la
gravedad del problema: pasamos de 46 mil muertes por diabetes en el 2000 a 106
mil en 2016; uno de cada dos niños nacidos a partir de 2010 podría desarrollar
diabetes a lo largo de su vida, y para 2023 el costo de la obesidad será de 272
mil millones de pesos, cuatro veces más que en 2008. Los costos incluyen no
solo los gastos en tratamiento médico sino también por ausentismo laboral y por
muerte prematura, aspectos que no han sido abordados por los candidatos a la
presidencia.
O el cáncer, tercera causa de mortalidad
en México, cuyos principales factores de riesgo son el sobrepeso, obesidad y el
sedentarismo; otro elemento es el alcohol, el cual además de provocar cirrosis
hepática, causa cáncer de hígado. A su vez, el consumo de tabaco está presente
en el 30 por ciento de los diferentes tipos de cáncer, dice Mayra Galindo Leal,
Directora de la Asociación Mexicana de Lucha contra el Cáncer.
Lo anterior es consecuencia del bajo
presupuesto destinado al rubro de salud con apenas el 3.2 por ciento del
Producto Interno Bruto (PIB), muy por debajo de los países miembros de la Organización
para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México es de los últimos
del grupo de 35 países miembros.
Pero resulta que “este año el gasto
público per cápita se habrá reducido 5.5 por ciento respecto al ejercido en
2012, mientras las instituciones o programas de salud atendieron 5.6 millones
de personas menos entre 2014 y 2016, de acuerdo con un informe del Centro de
Investigación Económica y Presupuestaria, de acuerdo con Erick Antonio Ochoa,
Director de Políticas Públicas en Salud de la Fundación InterAmericana del
Corazón México.
Es decir, explica, en términos reales el
presupuesto total se contrajo 2 por ciento durante el sexenio. No es casual que
en nuestro país el 47 por ciento es gasto de bolsillo, es gasto en salud que
impacta el ahorro de las familias mexicanas. Dejando fuera promesas o discursos
vanos, ¿qué van a hacer las candidatas y candidatos que nos piden su voto?
¿Cómo evitarán que el gasto privado de las familias no agrave la situación de
pobreza que ya padecen?
Y si a lo anterior tenemos a la vista el
amasiato entre un gobierno que en lugar de impulsar la prevención de alimentos
y bebidas azucaradas causantes en gran medida del sobrepeso-obesidad-diabetes,
la promueve y se placea con los representantes de esta industria, las consecuencias
son desalentadoras, con un sistema de salud con pésima calidad en los servicios
por falta de personal, sin infraestructura necesaria, desabasto de
medicamentos… un abandono total, desmantelamiento dicen algunos especialistas.
Y se pregunta el activista, en suma,
¿qué políticas públicas promoverán para reducir en un tercio la mortalidad
prematura por enfermedades no transmisibles, la meta 3.4 de los Objetivos de
Desarrollo Sostenible?”.
Por ello, la Coalición México
Salud-Hable conformada por más de cien organizaciones sociales criticaron la
falta de visión y ausencia de propuestas políticas concretas en las actuales
plataformas de partidos políticos y candidatos, por lo que les piden impulsar
acciones para prevenir las enfermedades no transmisibles; de entrada declarar
que no tienen conflicto de interés con industrias del tabaco, bebidas
azucaradas, y alimentos ultraprocesados.
Las organizaciones buscan vigilar e
incidir en las agendas electorales para que se implementen políticas públicas
saludables como una Ley General contra el sobrepeso y obesidad, que consideren las altas tasas de enfermedades
cardiovasculares, cáncer, diabetes, padecimientos hepáticos y respiratorios
agudos, obesidad, así como sus principales factores de riesgo: alcoholismo,
tabaquismo, mala alimentación e inactividad física.
La Alianza por la Salud Alimentaria
(ASA) ha criticado abiertamente la actual Estrategia Nacional para la
Prevención y Control del Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes, por la
interferencia total de la industria en regulaciones claves (etiquetado frontal,
publicidad dirigida a la infancia), la falta de implementación de políticas
básicas (lineamientos en escuelas), la falta de integración de cuerpos
científicos con la participación de los institutos nacionales de salud, la
ausencia de protocolos para evitar el conflicto de interés en el ciclo de la
política contra la obesidad y la falta de recursos al tratarse de una
Estrategia y no de una Ley con un Programa Especial.
Yarishdy Mora y Juan Núñez Coordinadores
de la Coalición México Salud-Hable coincidieron en que las principales causas
de muerte prematura en la actualidad y las que están generando más costos al
sistema de salud se originan en el consumo de productos que dañan la salud,
como el tabaco, alcohol y comida chatarra junto con las bebidas azucaradas. Es
urgente tomar medidas drásticas ya.
Mayra Galindo demanda abatir las brechas
aún existentes entre la infraestructura hospitalaria disponible en las grandes
ciudades y en el resto de los estados, porque no son suficientes los médicos
que atienden esta enfermedad; los médicos de primer contacto registran bajo
nivel académico y por supuesto que es de difícil acceso a los tratamientos de
quimioterapia y más aún a las terapias innovadoras.
Francis Zaballa Roquero, Directora de
Centro Acción contra el Alcoholismo, señaló que deberá emitirse un programa
nacional para prevenir, tratar y rehabilitar a personas afectadas por el
consumo o el uso nocivo de bebidas alcohólicas y regularse la atención que hoy
se brinda en centros no profesionales y profesionales de tratamiento, para que
se dé por parte de personal capacitado y actualizado.
Tal programa deberá estar listo y
operando durante el primer año de la siguiente administración, para evitar que,
como ha sucedido en varios sexenios, se publique un año o dos años antes de
concluir la administración en turno. “Rechazamos igualmente cualquier liga del
deporte con publicidad de bebidas alcohólicas y apoyamos el establecimiento del
Día sin Alcohol, recomendado por la Organización Mundial de la Salud”.
Y después de haber leído lo anterior y
visto el primer debate en el que salió a relucir la corrupción e impunidad, las
mentiras de la clase política, incluidos los dos candidatos “independientes”,
saque usted sus propias conclusiones. ¿Habría que darle el beneficio de la duda
a AMLO?
Fernando Aguilar Juárez. 044 55 31 90 12
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