Por:
Gonzalo Egremy
FOTO DE: Proceso |
¿Y LOS DONATIVOS PARA RECONSTRUCCIÓN?
+Doloroso que dinero donado para miles
de personas afectadas por el terremoto del 7 de septiembre y otros sismos, no
aparezcan por ningún lado.
+En la región las protestas de padres
de familias, cuyas escuelas de sus hijos fueron dañadas, aumenta; presuntos
responsables son fideicomisos.
.-Los
fuertes movimientos telúricos de septiembre del año pasado que afectaron varias
regiones del país, empujo a la solidaridad de connacionales.
Al
difundirse las imágenes de las casas y edificios destruidos, más otros muchos
daños materiales y el dolor de la pérdida de vidas, organismos privados,
nacionales e internacionales aportaron dinero para ayudar a los damnificados.
El
gobierno federal a través del Fondo (de Ayuda) de Desastres Naturales, así como
otras dependencias federales dieron a conocer por aquel mes de septiembre la
ayuda oficial para restablecer sistemas de agua, electricidad, vías de
comunicación dañadas, escuelas y demás infraestructura.
Sin
embargo, al menos en esta región, como Cacahoatán, los padres de familia de
varias escuelas afectadas, han salido a las calles a protestar porque hasta la
fecha no les construyen los planteles y temen que sus hijos puedan ser víctimas
de llegar a presentarse nuevos sismos.
Igual
ocurre aquí en Tapachula, Tuzantán y Huixtla, en donde familias, cuyas
viviendas fueron afectadas con los temblores no solo de septiembre del año
pasado, sino de julio del 2014, han alzado la voz de que “la ayuda ofrecida
para la reparación de las casas no les llegó”.
De
acuerdo con la revista digital Revolución Trespuntocero: “El destino de
millones de pesos en donativos a fondos privados para los damnificados de los
sismos de septiembre en el país es incierto”, denunciaron investigadores del
Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), quienes rastrearon
donaciones hechas a bancos, fideicomisos privados y organizaciones.
Además,
puntualizaron que “no hay datos que permitan hacer una estimación total de lo
donado, sobre la coordinación para ejercer los recursos ni transparencia
respecto al destino”.
La
investigación expone que “al menos se concentraron 2 mil 864.5 millones de
pesos en instituciones bancarias, si se agregan las ‘multiplicaciones’ que se
hicieron por pesos donados”.
También
hay otros 2 mil 25 millones que recibieron organizaciones registradas ante el
SAT como donatarias autorizadas.
“En
general estas últimas carecen de reportes de cómo canalizaron la ayuda para
atender los estragos de los sismos del 7 y del 19 de septiembre que afectaron a
la Ciudad de México, Oaxaca y Morelos, principalmente”, de acuerdo con Reforma.
El
estudio del Programa Interdisciplinario de Rendición de Cuentas (Pirc) del CIDE
ejemplifica que en 5 de 10 instituciones que colectaron no pudieron conocer el
monto de lo recaudado.
“No
tuvimos acceso a la información de cuántos recursos habían recaudado y la
mayoría son para reconstrucción para atención de las emergencias”, expuso
Liliana Veloz, directora técnica de la investigación.
La
opacidad está en Scotiabank, Ayuda Santander, Intercam Banco, Multiva y HSBC,
mientras que Banorte, Bancomer, Banamex, Banco Azteca e Inbursa sí cuentan con
esta información.
Por
tratarse de un desastre natural, el Gobierno federal a través del Consejo
Nacional de Protección Civil tiene la posibilidad de ejercer vigilancia sobre
los fondos colectados por bancos según el Artículo 68 de la Ley General de
Protección Civil.
“(Los
donativos) serán deducibles para quien los dona, y, por otro lado, que podrán
ser vigilados en su ejecución, con las acciones que determine el Consejo
Nacional. Lo único que resta es ejercer dicha facultad”, dice el estudio.
Desde
cualquier punto de vista, es lamentable y condenable que personas u organismos altruistas
donen dinero para damnificados de desastres naturales, surjan los “vivillos” y
se lleven millones de pesos, pero es más indigno que las autoridades “honren”
la impunidad, ¿no cree usted?//Salud.
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