Acusan que la gasera es propiedad
del
Jefe de Gobierno, Miguel Ángel
Mancera.
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* Granaderos disolvieron ayer una manifestación
pacífica; hay siete detenidos; construcción e instalación de gasera, plagada de
irregularidades; autoridades no transparentan información sobre existencia de
gasera.
Comunicado
/ DIFUNET
Ciudad de México, a 07 de Diciembre de
2017.- El gobierno capitalino optó por la represión en lugar de acceder al
diálogo y ser transparentes respecto a la construcción y funcionamiento de la
estación de abasto de gas natural ubicada en avenida División del Norte 5550,
en el predio del Centro de Transferencia Modal (CETRAM) Francisco Goitia en
Xochimilco, como en reiteradas ocasiones solicitaron los vecinos desde hace
varios meses.
En las primeras horas de ayer habitantes
de los barrios de Xochimilco iniciaron una huelga de hambre por lo cual instalaron
casas de campaña en la entrada de la estación de abastecimiento de gas natural
que han llamado “la gasera”, la cual han logrado saber que es de la empresa
Control Mobile S.O.S, SA de CV, con razón comercial Naturale.
Lo anterior para exigir su clausura
inmediata y reubicación, en virtud de que en principio, constituye un riesgo
inminente para los más de 20 mil pobladores de Xochimilco, además de las
personas que por necesidad tienen que transitar por esa zona, además de que al
indagar al respecto, aseguran que existen múltiples irregularidades en torno a
la existencia de esa gasera.
La huelga iniciada es por el hartazgo,
la impotencia y el coraje hacia las autoridades federales y del Gobierno
capitalino por la nula respuesta a la solicitud de que se les muestren cada uno
de los documentos que avalan, por parte de las autoridades correspondientes, la
construcción y funcionamiento de la gasera, situación que a la fecha no ha
sucedido, y por el contrario, les han dicho que no existen dichos documentos.
Y en segundo término, por la decisión
arbitraria y unilateral de permitir la construcción y funcionamiento de dicha
estación de abasto de gas natural dentro de una instalación del gobierno de la
Ciudad de México para una empresa y aprovechamiento particular.
La señora María de la Luz, vecina del
barrio de San Pedro, narró que al encontrarse pacíficamente en la entrada de la
gasera, llegaron granaderos a bordo de patrullas de la policía capitalina y
tras quitarles las casas de campaña comenzaron a insultarles y a golpear
indiscriminadamente a quien encontraban a su paso.
Minutos antes, personal del Instituto de
Verificación Administrativa (INVEA) hicieron acto de presencia en el lugar para
realizar una verificación de las instalaciones de la gasera, haciéndose
acompañar por algunos reporteros quienes también ingresaron a las instalaciones
y a quienes les mostraron documentación que a los vecinos no quisieron
mostrarles.
Desde hace meses, la exigencia de los
vecinos ha sido la clausura de la gasera y la reubicación de la misma, siendo
ésta la solicitud que hicieron a personal del INVEA, sin embargo, su respuesta
fue la negativa además de amenazas.
Derivado de la represión que emprendió
el gobierno capitalino hoy están detenidas siete personas, quienes fueron
remitidas a la Agencia del Ministerio Público número 50, siendo Miguel Ángel
Zarco, Laura Nogueda, Julio Rojas, Pedro González Ferrer, Carlos Gutiérrez,
Marino Mejía y Polette Rojas, todos vecinos de los barrios de San Pedro, San
Mateo, Xochitepec y San Francisco.
Los granaderos fueron a
"proteger" las instalaciones
de la gasera ilegal.
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De acuerdo con el testimonio de los
vecinos presentes en ese momento, los granaderos corretearon a algunos de los
manifestantes como si tuvieran consigna de detenerlos, logrando detener a los
siete sin notificarles el motivo de su aprehensión, quienes fueron puestos a
disposición de la autoridad ministerial, mientras que los demás vecinos fueron
golpeados con sus toletes.
“Nos agredieron y golpearon. Estábamos
tranquilos y sin más nos golpearon. Comenzaron a llegar muchos granaderos y nos
acorralaron golpeándonos. Se llevaron a nuestros vecinos sin que les hicieran
saber el motivo por el que se los llevaban. Exigimos que los dejen en
libertad”.
Este día continuarán manifestándose
afuera de las instalaciones de la gasera para exigir al gobierno capitalino que
libere a los vecinos que fueron detenidos, además de la clausura y reubicación
de la gasera.
LAS
IRREGULARIDADES
Los vecinos de Xochimilco aseguran que
la gasera está fuera de normatividad, exponiéndolos a un riesgo inminente,
además de que no hay certidumbre de las condiciones en las que se construyó y
opera dicha gasera.
“Hemos acudido a varias instancias a
pedir que se nos explique bajo qué condiciones se permitió la instalación de la
gasera en ese lugar, y para exigir su cierre y reubicación, pero hasta el
momento nadie ha escuchado ni nos ha explicado ni mostrado documento alguno”.
Aseguran que la gasera representa una
“bomba de tiempo” ya que alrededor de la misma hay además de viviendas, varias guarderías,
escuelas y asilos.
En entrevista, la señora María del
Carmen Hernández, quien vive a unos metros de la gasera, explicó que los
vecinos tienen entendido que al tratarse de un proyecto de esa naturaleza, las
autoridades encargadas de otorgar los permisos correspondientes para la construcción
y apertura de la gasera, debieron tomar en cuenta la opinión de los lugareños
de Xochimilco, sin embargo eso nunca ocurrió.
Externó que ello les resulta extraño y
denota presuntos actos de corrupción y/o tráfico de influencias, pues “hasta para
dar un permiso para poner una tienda, a uno le piden la anuencia de los
vecinos, además de hacer una inspección de la zona”.
Consideró que para ellos la gasera
implica un riesgo inminente y expresó su preocupación debido a que al ser gas
natural “no huele”, por lo que consideran que en caso de contingencia no se
percatarían a tiempo para poder actuar para evitar ser afectados.
Por otra parte, a Teresa Hernández
–quien vive atrás de la gasera- también le resulta extraño que “todo lo hayan
hecho de la noche a la mañana. Primero cubrieron el perímetro del terreno con
bolsas negras, luego cubrieron con tablas para que no nos diéramos cuenta de
que construirían la gasera. Nosotros pensamos que iban a remodelar ahí, pero
no, de la noche a la mañana vimos los letreros de gas Naturale y fue ahí cuando
nos dimos cuenta de lo que hicieron”.
Ambas vecinas coincidieron en manifestar
que tras lo anterior, un grupo numeroso de vecinos acudieron a la Delegación de
Xochimilco, a la Secretaría de Medio Ambiente, a la Comisión Nacional de
Derechos Humanos, entre otras instancias federales y del gobierno de la Ciudad
de México, pero en ninguna han obtenido una respuesta clara y satisfactoria a
sus cuestionamientos y nadie ha atendido sus inquietudes.
Aseguraron que en las dependencias no
existe claridad acerca de la existencia de esa gasera, lo cual les resulta muy
extraño, ya que aseguran que alguien debió dar el o los permisos que se
requieren para un negocio de esa naturaleza por representar un riesgo latente.
“En la Delegación nos dijeron que no
tienen conocimiento de la existencia de esa gasera. En las demás dependencias
nos dijeron que no existe ningún permiso para su construcción y menos aún para
que funcione”.
Dicen que hay voces que aseguran que es
un negocio del jefe de Gobierno capitalino Miguel Ángel Mancera, “si es así es
que él ya se va y no le importa dejarnos aquí el problema y el riesgo”.
Otro punto que resaltaron es que a muy
escasos metros de donde se ubica la gasera pasan ductos de Pemex lo que incrementa
el riesgo considerablemente “¿Cómo es posible que pongan una gasera aquí donde
pasan ductos de Pemex?”.
Los habitantes de esa zona de Xochimilco
aseguran que tras emprender un largo peregrinar en las diversas instancias de
gobierno tanto federal como de la Ciudad de México, incluso de la propia
Delegación, han constatado que dicho proyecto carece de los estudios de impacto
socio ambientales requeridos, además de que tampoco cuenta con el permiso de la
Comisión Reguladora de Energía y, para ellos, lo más importante es que no
fueron consultados acerca de su instalación como lo dispone la Ley de
Hidrocarburos.
Además, no se tomó en cuenta que muy
cerca del CETRAM hay guarderías, escuelas y asilos, además de que a escasos
metros de la gasera pasan ductos de Pemex, lo que incrementa considerablemente
el riesgo en caso de contingencia.
Aunado a lo anterior, los vecinos
afirman que existe una memoria técnica descriptiva solicitada por la empresa
Control Mobile S.O.S, SA de CV, como antecedente previo a la construcción de la
estación de abasto de gas natural, sin que cuenten con los previos permisos
correspondientes, lo que también constituye una irregularidad.
Comentaron que otra situación por
considerar es que el terreno donde está la gasera —que ya está en funcionamiento
desde hace unos días— es una propiedad administrada por el Gobierno central de
la Ciudad de México, por lo que no se explican cómo es que la gasera —que es un
negocio privado— está en ese sitio. “El Gobierno de la Ciudad de México debe
saber porque es quien debió dar anuencia para que la gasera se construyera ahí.
No creemos que nadie sepa nada y que no haya permisos”.
Otra irregularidad más es que los
vecinos de Xochimilco no fueran consultados, “no sólo a los que vivimos cerca
de la gasera, porque la avenida División del Norte es una de las entradas y
salidas de los pueblos que se encuentran más hacia arriba, a ellos también les
afecta porque se hace un cuello de botella ahora que tanto camión viene a
cargar combustible a la gasera y en caso de una emergencia no tendremos nadie
por dónde salir”.
Con un dejo de incredulidad cuestionaron
nuevamente la versión que les han hecho saber en las dependencias a las que han
acudido: que no existen permisos ni documentos que avalen la existencia de la gasera
en ese lugar, “la Delegación fue a dejar una vez avisos cuando estaban
trabajando en días de contingencias después del sismo, pero no pararon la obra.
Nos preguntamos ¿qué pasa? ¿Les están dando mordida o qué es lo que pasa?”
Manifestaron sentirse impotentes e
indignados ante la represión que el gobierno de la Ciudad de México ha
emprendido en su contra y por la falta de transparencia por parte de las
autoridades que “deben tener conocimiento de la gasera. Impotencia y coraje es
lo que sentimos porque ahora nos reprimen y detienen a nuestros vecinos, además
de vernos la cara al no tomarnos en cuenta y actuar arbitrariamente. Se echan
la bolita unos a otros y eso no es justo. Nosotros no queremos esa gasera aquí
y vamos a seguir manifestándonos y luchando hasta que la clausuren y la
reubiquen porque aquí puede ocasionar una desgracia”.
LA
PREMURA DE LA INSTALACIÓN DE LA GASERA
De acuerdo con los vecinos de los
diversos barrios de Xochimilco, en octubre pasado, el jefe de Gobierno, Miguel
Ángel Mancera le dio un ultimátum al secretario de Movilidad, Carlos Meneses,
para poner en marcha el nuevo proyecto del corredor Tlalpan-Izazaga consistente
en la sustitución de 882 microbuses por 228 autobuses que utilizan gas natural
como combustible, esto con el ánimo de reducir las emisiones de contaminantes.
Lo anterior como parte de la estrategia
de acciones tomadas tras el sismo del 19S, lo que le valió a Miguel Ángel
Mancera reafirmar su lugar en el Grupo de Liderazgo Climático conocido como C40
el cual reúne a alcaldes de ciudades que trabajan para reducir las emisiones de
contaminantes y adaptarse al cambio climático, siendo el pasado martes acreedor
al galardón “Cities4Action” en la quinta edición anual de Cities Bloomberg
Philanthropies Awards denominada Cities4Climate 2017.
El poner en marcha el corredor implicó
la construcción apresurada de la estación de abastecimiento de gas natural de
la empresa Control Mobile S.O.S. SA de CV con nombre comercial Naturale,
ubicada en la avenida División del Norte 5550, ya que sería la que abastecería
la demanda de combustible de las nuevas unidades vehiculares que darían
servicio en el corredor Tlalpan-Izazaga.
Fue así como en agosto pasado iniciaron los
trabajos de construcción de dicha estación de abasto de gas natural en medio de
innumerables cuestionamientos.
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