(28
de noviembre, 2017. Revolución TRESPUNTOCERO).- En las montañas del norte de
Chiapas, 5 mil 23 personas, víctimas de desplazamiento forzado, han intentado
sobrevivir al frío, al hambre, al miedo, a las balas, pero también a los
animales rastreros como las víboras, ya que desde hace más de un mes viven a la
intemperie, solo cubiertas por plásticos viejos y desgastados.
Lo
anterior es producto de la violencia que ha surgido nuevamente como parte del
conflicto territorial entre este municipio y el de Chenalho, pese a que se ha
denunciado las condiciones deplorables en las que sobreviven las familias, los
bloqueos que han impuesto gente armada y por lo mismo no han permito que la
comida llegue hasta los desplazados, a más de un mes ni un solo funcionario del
gobierno de Velasco Coello ha llegado al sitio, mucho menos ha habido un
pronunciamiento por parte del gobernador, quien es el obligado a brindar
protección a la vida de las mujeres, hombres y niños y solución a la
problemática.
Algunas
de las consecuencias de exponerse al intenso frío de la región son las
constantes gripas y fiebres en niños que, según han denunciado, podría derivar
en enfermedades de los pulmones más severas. Y es que en la zona los más
vulnerables son los recién nacidos y las mujeres embarazadas.
De
acuerdo a la información proporcionada por el Frayba, la mayoría de estas
personas, familias y comunidades se encuentran desplazadas en las montañas en
condiciones inhumanas y otras se albergan en la cabecera municipal de
Chalchihuitán, lo anterior ha sido documentado y publicado por Revolución
TRESPUNTOCERO por medio de videos.
Recién
nacidos, niños, niñas, ancianos y ancianas, tuvieron que salir de sus hogares
los cuales fueron quemados y ellos violentados, amenazados con armas de fuego;
ahora se sabe que hay un número importante de por lo menos 114 mujeres
embarazadas que necesitan atención médica urgente, señala el Centro de Derechos
Humanos Frayba.
“A
la fecha las personas en desplazamiento forzado no pueden salir a buscar sus
alimentos porque están bloqueados los caminos de acceso al municipio. Hay un
número indeterminado de casas quemadas y bienes destruidos. La incomunicación
provocó escasez de alimentos y medicinas para la población”.
Las
comunidades desplazadas de Chalchihuitán son: Ch’en Mut con 700 personas, 120
familias, 8 mujeres embarazadas; Pom más de 2000 personas, 436 familias, 100
mujeres embarazadas; Tzomolton 800 personas, 107 familias, 6 mujeres
embarazadas; C’analumtic 600 personas, 191 familias; Bejelton 150 personas, 30
familias; Tulantic 350 personas, 50 familias; Vololch’ojon. 150 personas, 40
familias; Cruz c’ac’al nam 200 personas; Cruz ton 73 personas, 20 familias
desplazadas.
Comunidades
desplazadas de Chenalho: Majompepentik y Fracción Polhó, (300 personas) además
de Las Limas y otras comunidades que salen a dormir fuera de su casa como
Yabteclum, Campo Los Toros, Tsabalhó, entre otras.
De
acuerdo con los antecedentes, en octubre pasado se perpetró el homicidio de
Samuel Pérez Luna poblador de Chalchihuitán, originario de la comunidad de
Kanalumtik, lo que marcaría el inicio de una violencia que a diario se
intensifica, ocasionada por grupos armados de la región.
“Hasta
el día de hoy siguen los disparos de bala, la población está viviendo en
terror, hay rumores que van entrar gente armada para agredir a las personas que
están en la cabecera de Chalchihuitán.
No
hay nada de comer, ni frijol y ni tortilla. El gobierno del estado de Chiapas
no escucha y no ha hecho nada, estamos solos y abandonados a nuestra suerte.
Todos los negocios están cerrados, ya no hay maíz, no hay fruta, no hay
gasolina. El municipio está sitiado, no hay manera de pasar despensa; hay mucho
miedo, hay balaceras en el comunidad de Pom y por lo menos 9 casas quemadas. Y
hay amenazas que cortarán la energía eléctrica”, describieron algunos
testimonios.
La
violencia y el conflicto se ha producido por los límites territoriales entre
Chalchihuitán y Chenalhó que data de 45 años sin solución, ocasionada por la
ineficacia e intereses de grupos de poder, de las instituciones de los
gobiernos federal y estatal, explica Frayba.
Esto
dio cause a la confrontación entre dos pueblos cuando en 1975 San Pablo
Chalchihuitán obtuvo su Reconocimiento y Titulación de Bienes Comunales (RTBC)
que se ejecutó en 1980, beneficiando a 1,787 campesinos con 17,948 hectáreas.
En
la ejecutoria se entregaron 17 mil 696 hectáreas y en 1981 se entregaron 252
hectáreas más, como complemento a la RTBC. Lo que provocó que hubiera una
inconformidad por parte del municipio vecino Chenalhó.
En
el aspecto legal, desde 2005 hay demanda de juicio vigente con número de
expediente 181/2005, está actualmente en el Tribunal Unitario Agrario 03 de
Tuxtla Gutiérrez, esperando la sentencia solicitada.
Por
ahora el sacerdote Marcelo Pérez, es el único a quien le han permitido el paso
para llegar hasta donde se encuentran las familias en estado de sitio. Sin que
hasta ahora haya logrado las familias obtengan comida, ropa, cobertores,
principalmente.
De
acuerdo con el testimonio de un padre de familia, “el gobierno de Chiapas nos
trata como animales, por ser indígenas no nos hace caso”, esto ante el caso
omiso que Velasco Coello ha hecho pese a que se le ha pedido su intervención.
Sobre
la problemática, el sacerdote Marcelo Pérez, comenta a Revolución
TRESPUNTOCERO, que “se vive una crisis humanitaria que podría convertirse
en otro Acteal”, ya que se conjugan los elementos de la violencia por arma de
fuego, la quema de casas, el robo de pertenencias y el desplazamiento forzado.
Se
ha confirmado los bloqueos carreteros y se ha señalado que aun cuando el
sacerdote encargado de esa zona, Sebastian ha intentado mantener la paz esto ha
sido imposible.
“El
gobierno no acierta a actuar para controlar a los grupos armados. El padre
Sebastian está muy angustiado y me dice que nadie se preocupa ni le habla, que
no se toma en cuenta lo que pasa en Chalchihuitán. Él siente incluso peligro
para su vida. Yo he estado insistiendo al gobierno”, se da a conocer.
En
tanto el Frayba, se ha dirigido a Enrique Peña Nieto y a Velasco Coello para
que implementen de manera urgente las medidas cautelares necesarias y
pertinentes a fin de respetar, garantizar y proteger la vida e integridad de
las familias de Chalchihuitán y Chenalhó.
También
la aplicación de los Principios Rectores de los Desplazamientos Internos de la
Organización de Las Naciones Unidas, para proteger a las cientos de familias
que han huido de la violencia generalizada y que están en total vulnerabilidad,
así también a las familia afectadas y que están viviendo una situación de
terror por la acciones armadas en la región en riesgo también de incrementar el
número de desplazamientos forzados.
Pero
ninguna petición ha sido tomada en cuenta por ningún tipo de autoridad,
mientras las familias se mantienen en la absoluta indefensión.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario