Enrique
Alfaro
* ¡Al diablo
las formas en Chiapas!
Si el Partido Revolucionario Institucional ha sido
la institución mexicana de la simulación, no encuentro otro calificativo más
para el Partido Verde Ecologista de México que el instituto de cinismo.
Todos sabemos que los presidentes de la república
priístas eran los jerarcas absolutos de ése partido. En su momento, eran
titulares de Poder Ejecutivo y, al mismo tiempo, mandaban sobre los poderes
Legislativo y Judicial.
Actualmente, luego de un remedo de alternancia, el
poder presidencial priísta ya no es absoluto sobre los otros poderes pero aún
mantienen una amplia influencia.
En el viejo PRI reinaba la simulación. Cuidaban
parecer lo que no eran. El gobierno era republicano en teoría, aunque en la práctica
era una monarquía sexenal. Todo priísta rezaba de memoria a don Jesús Silva
Herzog: “La forma es fondo” ¡Casi nada ha cambiado en el tricolor!
Pero es el caso del PVEM a donde quiero llegar: No
quiero abundar en lo que ya mucho se ha dicho: ni es partido, ni es verde,
menos ecologista.
Quiero referirme al caso de Chiapas, única entidad
que gobierna el Verde y donde la forma no importa, donde simular no es
necesario, donde el cinismo es una característica que impulsa el propio
mandatario ¿Consideran que exagero?...
Ayer, en asamblea nacional, el PVEM eligió a Manuel
Velasco Coello como presidente del Consejo Político Nacional, instancia “que se
encargará de elegir a todos los candidatos de ese instituto político para el
2018”. Esta es, precisamente, la cereza que faltaba en el pastel.
Luego de lo anterior, los tres poderes del gobierno
del Chiapas quedan en la siguiente situación, sin importar guardar las formas:
El Poder Legislativo, hasta hace unos días, lo
encabezaba el presidente estatal de PVEM en Chiapas, Eduardo Ramírez Aguilar.
Ahora, ERA es presidente de uno de las dos instancias de gobierno del congreso
local, precisamente la que administra los recursos, y sigue siendo líder de
Verde en la entidad ¡Es como si el presidente de la Cámara Federal de Diputados
fuera el actual líder nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza!
El Poder Judicial está en manos del virtual
candidato a la gubernatura del Movimiento de Regeneración Nacional, Rutilio
Escandón, empleado del mandatario ¡Es como si el presidente de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación fuera Andrés Manuel López Obrador y éste estuviera
trabajando como dependiente de Enrique Peña Nieto!
Y ayer se anunció que Velasco ocupa el cargo de
mayor importancia en el PVEM. Así, el Poder Ejecutivo de Chiapas es,
oficialmente y electo por votación de delegados, el presidente del Consejo
Político Nacional del Verde ¡El gobernador es líder formal del PVEM!
Ni Peña Nieto se ha atrevido a ocupar una
responsabilidad formal en los órganos directivos del PRI, ni los priísta se lo
han propuesto. Los encargos partidistas de Peña son honorarios; La
responsabilidad partidistas de Velasco son formales.
¡Al diablo las formas! En Chiapas, los tres poderes
de gobierno están "partidizados", pues ocupan responsabilidades
partidarias formales; andan en campaña, pues mientras dos quieren llegar a
ser gobernadores, el tercero, y jefe de ellos, decidirá quién es su sucesor
¡Viva el cinismo y el silencio del resto de los partidos!
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