El jurista Diego Valadés. Foto: Germán Canseco |
POR: LA REDACCIÓN PROCESO,
CIUDAD DE MÉXICO. 2 OCTUBRE, 2017 (apro).-
El jurista Diego Valadés, miembro del Instituto de Investigaciones Jurídicas
(IIJ) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), aseguró que la
modificación del financiamiento a partidos no sólo tiene impacto en el ámbito
constitucional y legal, sino en otro muy severo: “una gran incertidumbre en el
resultado de las elecciones”.
Esos recursos,
precisó, han sido asignados conforme a las disposiciones contenidas en el
artículo 41 de la Constitución, y en la Ley General de Instituciones y
Procedimientos Electorales.
En ese sentido, si el
financiamiento de los institutos políticos se destina a fines que no están
previstos en la Constitución ni en la ley, como aportarlos a damnificados del
sismo, el Instituto Nacional Electoral (INE) “tendrá que rechazar las
justificaciones de gasto y tendrá que contabilizarlos como desvío de recursos”,
explicó el experto.
Durante su
intervención en el Foro “Financiamiento Público 0: ¿es posible hacer política
democrática sin dinero?”, celebrado en el IIJ y moderado por María Marván
Laborde, Valadés destacó que aunque el INE aceptara por razones extraordinarias
que en este caso los partidos tomaron otra decisión y se diera por válida, la
medida sería impugnable y se tendría que sujetar a la instancia jurisdiccional
competente.
“No son recursos de
naturaleza privada, sino públicos, y los partidos tienen que rendir cuentas
como cualquier otra institución. Al establecer un fondo y/o una aportación con
estos recursos, también se estaría privando de su salario a los trabajadores de
esas entidades”, mencionó.
De acuerdo con
Valadés, de concretarse la intención de algunos partidos políticos de ceder sus
prerrogativas a la población afectada por los sismos, se trastocarían tres
principios constitucionales:
“Uno, que las
elecciones tienen que llevarse a cabo en condiciones de equidad; dos, que los
partidos son entidades de interés público; y tres, el hecho de que la propia
Constitución determina las condiciones del financiamiento de los partidos”.
A la postre, agregó el
jurista, cuando el partido que consideró vulnerado su principio de equidad lo
invocara como una de las causales de impugnación del proceso, podría quedar
plenamente acreditado y nos veríamos involucrados en un problema mayor.
“Habría muchos
argumentos que podrían abogar por la anulación de la elección, sobre todo por
parte de quienes no se vieran beneficiados en la votación. Modificar el
financiamiento, como se ha planteado, no sólo tiene impacto en el ámbito
constitucional y legal, sino en otro muy severo: en una gran incertidumbre en
el resultado de las elecciones”, advirtió.
Señaló que México es
el único caso en donde se especifica que los recursos asignados a los partidos
están indicados en la Constitución. La fórmula es establecida por la Carta
Magna: se asignará a los partidos anualmente, para sus actividades ordinarias, un
determinado monto; en periodos de elección presidencial, una cantidad
adicional, y para capacitación, otra más. “Así son las tres reglas
presupuestarias”.
El jurista explicó que
el monto se calcula de la siguiente forma: se multiplica el padrón electoral por
el 65% de la denominada Unidad de Medida y Actualización, que en este momento
es de 75 pesos con 49 centavos, y el resultado será lo que se aplique al
sostenimiento de las actividades ordinarias de los partidos.
“Multipliquemos 84
millones, suponiendo que ese fuera el padrón, por 49 pesos, que es el 65% de la
unidad de medida, y esto nos da cuatro mil 110 millones de pesos; no obstante,
para el proceso electoral presidencial se debe agregar otro 50%, que da un
total de aproximadamente seis mil millones de pesos”, detalló.
Aunque se destinara el
100% de estos recursos, sólo cubrirían el 15% del importe de las afectaciones
actuales por los sismos, pues se han estimado daños hasta por 40 mil millones
de pesos, debido a que 153 mil viviendas y 13 mil escuelas están deterioradas o
caídas.
“Lamento, como
cualquier ciudadano, que los ímpetus mediáticos de muchos dirigentes de
partidos –no estoy criticando en particular a ninguno– hayan subordinado una
simple intención de alcanzar un pacto político a un estudio serio, reflexivo de
las realidades sociales y constitucionales del país”, subrayó Diego Valadés.
Remató: “Creo que fue
una decisión tomada al calor de los estímulos. Estoy seguro que cuando llegue
el momento de la reflexión, esos mismos dirigentes tendrán que rectificar, lo
harán cuando adviertan la magnitud del error que están cometiendo no sólo en el
orden técnico jurídico, sino político, y más aún en el social”.
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