Por:
Gonzalo Egremy
¿POR QUÉ LA INSEGURIDAD?
+Especialistas
en la materia afirman que la inseguridad pública es por la, presunta,
corrupción y complicidad de policías con la delincuencia.
+Otros
más señalan que por ser híper garantista el nuevo sistema de justicia penal,
los probables responsables del delito son devueltos a la calle.
.-Los índices de violencia e inseguridad
pública, en varios estados del país, incluyendo Chiapas según Semáforo Delictivo, tienen diversos orígenes.
Esta zona fronteriza, y en especial
Tapachula por ser una localidad de 400 mil habitantes más una población
flotante de más de cien mil, sobre todo de centroamericanos, se comenten
infinidad de delitos que no son investigados.
De acuerdo con el organismo de análisis en
la materia: Semáforo Delictivo, Chiapas ocupa el séptimo lugar en la comisión
de hechos delictuosos.
El delito más común en varios municipios
del estado, incluyendo la capital, Tuxtla Gutiérrez, y aquí en Tapachula, es el
robo a casa-habitación.
Pero también se comenten los delitos de
homicidios, secuestros, extorsión, robo de vehículos y a negocios, lesiones y
violación.
No es secreto que los delincuentes en esta
zona, y concretamente aquí en Tapachula, como en la capital del estado, “estén haciendo
de las suyas y mantengan de rehén a comercios, empresas y a la ciudadanía”.
Cierto es también que los titulares de las
policías municipales, poco pueden hacer sin el consentimiento de la figura
“Mando Único” que radica en Tuxtla Gutiérrez y que desde allá decidan qué hacer
o qué no hacer.
Los encargados de investigar y combatir el
delito, según la Constitución General del país, son las Fiscalías Generales
(PGR, y PGJE) con la policía “científica” que se supone encabeza el agente del
ministerio público.
Sin embargo, al menos aquí en Chiapas,
ante el poco personal de la Fiscalía General, y por disposición del Ejecutivo
estatal (gobernador) de donde depende la FGE y la Secretaría de Seguridad
Pública y Protección Ciudadana, el combate a la delincuencia la llevan a cabo
coordinadamente entre los ministeriales, policías del estado y municipales.
Precisamente ayer el Economista, medio de
la capital del país, publicó que “México arrastra
dos meses con récord de asesinatos en medio de una impunidad generalizada ante
el brote de violentas células criminales desprendidas de grandes cárteles, que
han pasado del tráfico de drogas a un auténtico control territorial.
Las cifras de
la Secretaría de Gobernación (Segob) confirman la violenta espiral: en mayo
fueron 2,191 asesinados y en junio, 2,234.
El gobierno
cuenta las muertes pero no detalla las causas del aumento. Suman más de 186,000
homicidios violentos en México desde 2006, cuando el entonces presidente
conservador Felipe Calderón (2006-2012), lanzó un controvertido operativo
militar antidrogas.
Mike Vigil,
exdirector de Operaciones Internacionales de la agencia antinarcóticos
estadounidense (DEA), atribuye el repunte a la atomización de los cárteles tras
la captura de sus líderes.
"Han cortado la cabeza de grandes
cárteles y se fragmentan, en vez de tener uno tienen muchos grupos pequeños que
están peleando por control de territorios por rutas y tienen un nuevo modelo de crimen, jamás se había visto tal
diversificación (de actividades criminales) de estos grupos", comenta.
Para Vigil, las
causas de la violencia se resumen en el fondo a "una sola palabra:
impunidad". En un
país donde "se investigan 5.0% de los crímenes y se castiga a alrededor de
3.0% de los responsables, la impunidad es lo que alienta a estas bandas
criminales", dice.
El comisionado
nacional de Seguridad, Renato Sales, suma a las causales el nuevo sistema de
justicia penal, que exige pruebas contundentes a las fiscalías y
permite llevar en libertad procesos criminales”, hasta aquí parte de la nota de
El Economista.
Luego entonces,
la inseguridad pública que, lamentablemente padecemos, tiene diversos orígenes,
y aquí el más grave es el llamado “Mando Único” que decide todo desde Tuxtla
Gutiérrez, ¿no cree usted?//Salud.
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