Por:
Gonzalo Egremy
FOTO DE: youtube.com |
HIROSHIMA Y NAGASAKI
+A
72 años del lanzamiento de bombas atómicas sobre Japón, desde dos aviones de
una altura de 9 mil metros, aún duele en el Alma ese genocidio.
+Descendientes
de aquel lejano país, aquí en Tapachula, oran para que nunca más sean
utilizadas las armas atómicas o nucleares en ningún lugar.
.-Como en Japón, aquí en esta región,
inició una jornada de oraciones para las Almas de 250 mil víctimas de las
bombas atómicas en 1945.
El
lunes 6 y jueves 9 de agosto de 1945, aviones de los Estados Unidos, por
órdenes del entonces presidente de ese país, Harry S. Truman (parecido el
apellido de Donald Trump) arrojaron dos bombas sobre las ciudades niponas de
Hiroshima, primero, y Nagasaki, después.
De acuerdo con diversas publicaciones, al
impactar la bomba (8:16am) en Hiroshima, en los siguientes 40 segundos,
murieron ¡50 mil personas! por el calor de 7 mil grados centígrados que provocó
el artefacto y miles más quedaron heridos o moribundos entre los escombros de
la destrucción material.
Horas, días, semanas y meses después,
fallecieron 90 mil habitantes más de Hiroshima a consecuencias de las
quemaduras y efectos de la radiación.
No contentos con ese genocidio, Harry S.
Truman, ordena el lanzamiento de la segunda bomba atómica sobre la ciudad de
Nagasaki aquel día jueves 9.
Aseguran historiadores que 74 mil
inocentes murieron al estallar la bomba nuclear en Nagasaki y que 63 mil más
fallecieron días y meses después.
El periódico El País, publicó hace dos
años, en el 70 aniversario de ese funesto acontecimiento que después de
décadas, siguen apareciendo nuevas patologías entre los sobrevivientes
(hibakusha, que significa en japonés: “los bombardeados) relacionadas con la
radioactividad de las bombas.
“Según
cifras oficiales, en 2014, había 197.159 hibakusha vivos. La cifra no incluye a
los hijos de supervivientes concebidos después de la bomba pero sí a unos 5.000
que aún estaban en el vientre de su madre cuando estallaron Little Boy y Fat Man (nombres de las bombas
atómicas).
Otros muchos murieron
antes de nacer. De los que nacieron vivos, una buena parte presentaban cuadros
que eran nuevos para la ciencia médica: aberraciones cromosómicas,
electroforesis (separación por campo eléctrico) de las proteínas o
polimorfismos en el ADN.
Solo tres años después de las bombas, el
número de casos de leucemia entre los hibakusha ya era superior al de las
poblaciones no expuestas y el aumento del riesgo relativo (comparado con grupos
de control) tendría su pico a los siete años.
Los que eran niños en 1945, presentaron
los mayores índices de leucemia de todos los supervivientes. En cuanto a los
distintos tipos de cáncer sólido (sarcomas, carcinomas y linfomas, por
ejemplo), el aumento de la incidencia se detectó a los 10 años. El riesgo de
sufrir un tumor se mostró además muy relacionado con la dosis de radiación
recibida.
La edad es un factor que interviene en la
carcinogénesis, así que el cáncer se fue manifestando con mayor fuerza a medida
que los supervivientes envejecían. Hoy, la media de edad de los hibakusha es de
80 años.
Según la Cruz Roja Japonesa, de las
muertes de supervivientes registradas en el hospital de Hiroshima desde marzo
de 2014, casi dos tercios fueron por tumores malignos, destacando el cáncer de
pulmón, estómago y leucemia”, hasta aquí parte del reportaje de El País.
Japoneses y sus descendientes aquí en el
Soconusco, iniciaron jornada de oraciones, para que nunca más usen, los
gobernantes, las armas nucleares contra la humanidad o nuestro hogar, el
planeta Tierra, ¿no cree usted?
BISBISEO
Los priistas se reúnen en asamblea extraordinaria
a partir de hoy en Tuxtla Gutiérrez, y desean mostrar “músculo”, sin embargo
con la llegada del exgobernador oaxaqueño, José Murat (su hijo es mandatario
actual en la tierra de Don Benito Juárez) como delegado, empezaron las
fracturas, divisiones y denuncias entre los grupos tricolores en exigencia de
respeto a la militancia y la salida de Roberto Albores Gleason de la dirigencia
estatal//Salud.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario