Por:
Gonzalo Egremy
FOTO DE: Noticias MVS |
SIN ACTA DE NACIMIENTO
+Sin el documento oficial ante el
Registro Civil de haber nacido, los que más sufren son los niños que viven en
condición de calle.
+De llegar a extraviarse, Alerta Amber
no emite búsqueda a niños o niñas cuyos padres no acrediten haberlos asentados
ante el Registro Civil.
.-Chiapas, sobre
todo en el área rural de la zona serrana, es uno de los estados en que existen
miles de niños no asentados en el Registro Civil.
Cuando crecen, está impedidos
para tramitar su credencial de elector, abrir una cuenta bancaria o conseguir
un trabajo formal. Tampoco puede casarse legalmente o tener un acta de
defunción.
De acuerdo con
una investigación-reportaje de Saúl Hernández, para El Universal, en el 2015, “la falta
de una identidad oficial afecta principalmente a niños que viven en condición
de calle y en pobreza extrema, que pertenecen a poblaciones indígenas o que son
hijos de jornaleros migrantes y padres analfabetos.
La situación a la que ellos se
enfrentan puede ser aún peor. De acuerdo con Be Foundation, al carecer de una
identidad oficial, aumenta la posibilidad de que pasen inadvertidos y se
conviertan en blancos perfectos para las redes de trata y el crimen organizado.
“Ni siquiera se puede levantar
una Alerta AMBER (si uno de ellos se extravía). La Procuraduría
General de la República no puede hacerlo si no hay un registro, si no tiene un
acta de nacimiento, si no puede demostrar quién es ese niño. “Ellos se vuelven
todavía más vulnerables a jamás ser encontrados”.
Las regiones del país donde el
subregistro de nacimientos es muy alto se convierten en campo fértil para las
operaciones de tráfico de personas y de reclutamiento para las organizaciones
criminales. Si un pequeño es apartado de su familia, no hay prueba alguna de
que incluso haya alguna vez existido.
El ejercicio llevado a cabo con
la generación 2003 muestra que el problema del subregistro de niños es más
grave en algunos estados del sureste mexicano.
En Chiapas, 54% de los bebés
nacidos en 2003 se registraron después de su primer año de vida. Lo mismo
sucedió con 48% de los bebés guerrerenses, 31% de los veracruzanos y poblanos;
y 29% de los morelenses.
La Convención sobre los
Derechos del Niño establece que todos tienen derecho a un nombre y una
nacionalidad desde que nacen, también a ser registrados inmediatamente después
de su alumbramiento, pero en los hechos no sucede así. En América Latina,
2 millones de niños se quedan sin registro oportuno cada año.
Los padres no registran a sus
hijos por diversas causas: la pobreza, entre las primeras. Se trata de familias
que se encuentran en una situación de supervivencia diaria y que desconocen la
importancia del acta de nacimiento hasta que se las solicitan como requisito
para inscribirlo en alguna escuela. Para ese entonces el menor ya supera los
seis meses.
Hasta mediados del año pasado
(2014), obtener un acta de nacimiento extemporánea (en la Ciudad de México)
significaba pagar una multa que iba de los 680 a los 3 mil pesos, una cantidad
exorbitante para una familia que apenas le alcanza para comer. Entonces sucede
lo obvio: el menor no es registrado.
El 17 de junio de 2014, se elevó
a rango constitucional el derecho a la identidad y la gratuidad del registro de
nacimiento, lo que significa que toda persona en México ahora puede registrarse
sin tener que pagar una multa.
Pese a ello, aún persisten
barreras económicas para hacerlo, como el costo de los trámites requeridos y el
viaje hasta las oficinas donde se realizan”, cita el reportaje de Sául
Hernández.
Tapachula y demás municipios de
esta región del Soconusco, no se salvan de la existencia de miles de niños y
niñas sin asentar ante oficialías del Registro Civil, por lo que una campaña
para dotarlos de sus acta de nacimiento vendría ayudarlos, ¿no cree
usted?//Salud.
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