Vinicio
Portela Hernández
La
pareja moderna de la política en todo México es el binomio
“corrupción-impunidad” la cual deja en estado de indefensión a la población en
general, pero siempre los más afectado son los que menos tiene, la más jodidos.
En
todas las esferas de la política; sea municipal, estatal o federal, los actos
de corrupción siempre van acompañados por la impunidad al no llevar a los
tribunales a los funcionarios que utilizan sus puestos para beneficiarse,
enriquecerse y enriquecer a cercanos a ellos. El caso es hacer daño a la
ciudadanía sin que esta pueda hacer nada en contra de esta clase y solo se
conforma con ver como los recursos públicos se van a las arcas de los más
deshonestos y bandidos.
En
la Secretaria de Comunicaciones y Transportes, en específico en el Centro SCT
Chiapas se está viviendo una temporada de arpías y carroñeros, donde desde la
más alta cúpula se hacen negocios turbios al amparo de que en este país no pasa
nada.
Mario
Jesús Lazzeri Lozano funge como Director General de la SCT en la entidad, él es
el responsable de licitar cientos de millones de pesos para la infraestructura
carretera, ferroviaria y de aeropuertos, por sus manos pasan muchos proyectos
de obras necesarios para la buena comunicación entre los poblados, ciudades y
otros estados, sin embargo, esta gran responsabilidad la ha hecho un negocio
redondo, que le deja muchos dividendos al Ingeniero.
Y
es que el caminito del dinero en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes
en Chiapas es muy concreto, los contratistas que quieran una obra pasan con el
Directo General, Mario Jesús Lazzeri Lozano, quien desde su trono ordena a su
Secretario Particular, de nombre Jesús Abraham Medina Gómez, se les atienda,
Abraham a su vez investiga que tipo de convocatoria está interesado el
constructor, la cual puede ser: Licitación Pública, que consta de obras por más
de 10 millones de pesos; Invitación a tres o más personas, que son menores a 10
millones y Adjudicación Directa que son menores a los dos y medio millones de
pesos.
Luego
de obtener esta información, el Secretario Particular, después de los
concursos, y sabedor quien es el ganador, se le acerca al contratista y muy
sutilmente le enseña la pantalla de su computadora y lea las instrucciones
donde detalla que para hacerse de dichos contratos deberá dar en efectivo el 10
por ciento de los recursos de la obra, por lo que los constructores deberán
seguir al pie de la letra los nombres, teléfonos y lugares públicos donde van a
ser la entrega del diezmo.
Cuando
los interesados son personas de confianza o quieren que ellos salgan ganadores
en alguna contratación, Lazzeri, a través de Medina Gómez les facilitan el
presupuesto base de esa obra, recomendándoles que disminuyan el valor
presupuestal un cinco por ciento y así garantizar la contratación de sus
servicios, claro está que de ese porcentaje que le bajaron debe también
descontarse el 10 por ciento para el Director General.
Esta
práctica en la SCT Chiapas es tan común que hay muchos contratistas, que ya se
sabe la maña, hasta adelantan el diezmo para ser tomados en cuenta en los
concursos de obras públicas.
Esto
sin contar que para las Adjudicaciones Directas la corrupción es más evidente,
ya que las entregan a incondicionales, familiares de políticos y hasta ellos
mismos, como es el caso del Secretario Particular Abraham Medina que hasta
tiene su propia empresa de nombre Constructora Morales Zenteno y Cia, S. A. de
C. V. y hasta se adjudica obras. Que detallaré en una entrega próxima.
Pero
eso no es todo, para don Jesús Abraham sus nombres bíblicos también le traen
sus milagros, ya que aparte de pedir el diezmo para su jefe Lazzeri Lozano, por
afuera de esa negociación solicita otro cinco por ciento para otorgar más ayuda
y garantizar los contratos.
Y
si hacemos números, entre el porcentaje que se deben bajar por saber el
presupuesto base de la obra (cinco por ciento), el diezmo y el pizcuy que se
lleva el Secretario Particular (otros cinco por ciento), además de las
ganancias para el contratista (entre un 15 al 20 por ciento) las obras que se
realizan en Chiapas se hacen con un déficit del 40 por ciento y es por ello que
vemos carreteras con hoyos, deslaves, derrumbes, sin desyerbar, sin
señalamientos y sin pintar, ya que los constructores deben hacer magia con el
60 por ciento del costo.
Esta
problemática es alarmante, no solo en los caminos, también en temas
ferroviarios y de aeropuertos, donde los recursos son muy pocos para la obra
porque casi la mitad se va en corrupción.
Y
las ganancias son millonarias, solo contando los rubros de Conservación de
Carreteras, que todos los años son presupuestos fijos; Carreteras
Alimentadoras, las que mayormente se hacen en Chiapas por que unen a las
pequeñas poblaciones con sus cabeceras municipales; la Ampliación y Nuevas
Carreteras Federales y las Emergencias en dichas vías de comunicación, que por
la temporada de lluvias y sismos siempre se ven afectadas; estaríamos sacando
cifras de más de 60 millones de pesos anuales solo por el diezmo.
Esta
es una actividad criminal del Director General de la SCT Chiapas, Mario Jesús
Lazzeri Lozano, y de su Secretario Particular, Jesús Abraham Medina Gómez,
quienes se están haciendo inmensamente ricos dándole en la torre a las vías de
comunicación en la entidad.
Pero
estas acciones son hechas por profesionales de la corrupción ya que Lazzeri
Lozano hace todos estos negocios a través de Medina Gómez quien ni aparece en
la estructura de la SCT Chiapas, es por ello que las autoridades estatales
deberán exigir a la federación cuantas claras, porque las carreteras en estos
momentos están muy sucias.
Terminé
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