Pobladores observan un charco de sangre tras el enfrentamiento de ayer (OSCAR LEÓN. EL UNIVERSAL) |
▪Al alcalde le estalló un conflicto cuando cientos de
tzotziles se movilizaron
Fredy Martín Pérez / corresponsal
San Cristóbal de las Casas. EL UNIVERSAL — Era
una mañana gris y lluviosa del 1 de octubre de 2015, cuando el alcalde electo
Domingo López González, conocido como Zetjol, que significa corto de cabeza o
cabeza redonda, asistió a la ceremonia religiosa-política de ascensión al poder
en San Juan Chamula. Les dijo a sus seguidores que confiaran en él, porque los
agentes municipales de 156 comunidades rechazaban la violencia.
Nueve meses después, a Zetjol le
estalló un conflicto cuando cientos de tzotziles se movilizaron, el domingo 10
de julio, hacia Tuxtla Gutiérrez para pedir al gobernador Manuel Velasco Coello
entregara los recursos económicos que el alcalde del Partido Verde Ecologista
de México (PVEM) les dejó de dar.
Tras 45 minutos, los
manifestantes se apostaron en la entrada de Tuxtla Gutiérrez, donde colocaron
barricadas, incendiaron máquinas expendedoras de refrescos y golpearon camiones
de pasajeros para ser escuchados; por la tarde fueron desalojados con gas
lacrimógeno por la Policía Estatal Preventiva; tuvieron que volver con las
manos vacías.
La molestia de los tzotziles iba
en aumento, muchos llegaban a buscar al alcalde para pedirle los recursos que
prometió desde octubre de 2015, pero nunca lo hallaban en la alcaldía, que
desde hace nueve meses luce de color verde.
También lo buscaban en la casona
de su propiedad, que entre mayo y julio de 2015 fue el bunker donde repartieron
toneladas de cemento, fertilizante, despensas y millones de pesos en efectivo a
los líderes de las 156 comunidades, para que los militantes del PRI, que desde
1929 habían votado por este instituto, lo hicieran por el PVEM. Los inconformes
tampoco hallaban a Zetjol en su casa de Yitik, ubicada en los límites del
municipio de Chenalhó, donde se refugió luego que perdió la diputación local en
2012, por el PRD.
Ayer por la mañana, los
inconformes sí lo encontraron en la alcaldía. Le pidieron que les entregara 50
millones de pesos para obras en las comunidades y los apoyos que prometió el 1
de octubre de 2015 para las artesanas, que no era otra cosa que el pago por
haber votado por él, lo que permitió que el 19 de julio de 2015 el PVEM
obtuviera 18 mil 863 sufragios, contra 9 mil 881 del PRI.
Zetjol les dijo que no tenía
dinero. Cuando oyeron eso los inconformes sonaron los primeros disparos de arma
de fuego y, sin poder huir, el alcalde fue linchado con trozos de muebles que
sus antiguos aliados usaron para golpearlo en varias partes del cuerpo y
destrozarle el rosto, como ocurrió con sus cuatro hombres de confianza.
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