*“Fue una mujer ardiente que amó y odió a los
zoques”: promotora cultural indígena.
(Boletín).
- “La
mujer ardiente”, que reventó la montaña el 28 de marzo y por segunda ocasión el
uno de abril de 1982, dejó a más de la mitad de los habitantes sin vida en dos
municipios como son Chapultenango y Francisco León, relata Magdalena Morales
García, comunicóloga y promotora cultural.
De acuerdo a la
leyenda, que permanece viva por tradición oral de los antiguos habitantes de
esas tierras, en las comunidades apareció una mujer blanca, con el cabello
color oro, que enamoraba a los hombres, que, aunque fascinados por su belleza,
no accedieron a vivir con ella. Así es que encolerizada, mostró su verdadero
rostro y lanzando maldiciones huyó hacia la montaña, jurando vengarse del
desprecio sufrido, y es a ella, a la mujer ardiente, a la que la imaginación
popular culpa de la explosión de la montaña.
Los Zoques, señaló
la entrevistada, son una etnia que cree en la deidad indígena. Ellos plantean
esa necesidad de poder ofrendar a los dioses de antes con flores y bebidas;
aunque todos por lo menos hasta antes de la erupción, todos eran católicos, por
lo que se volvieron monoteístas y con ello, quizá un cambio en su propia
cultura.
Morales García,
quien participó en “Acontecer Ciudadano”, noticiero de Radio Congreso Chiapas,
explicó en dialecto como en español, la situación que se vivió en aquel
entonces de 1982 y como ha ido transformándose hasta llegar a la actualidad.
Relata que el día
de la erupción, muchos cuerpos quedaron petrificados. Hoy solo el recuerdo
queda, no hay ninguna señal que identifique esa imagen que se vivió por la
madrugada del 28 de marzo, no hay un solo rastro que muestre el dolor, el
llanto, pánico y la muerte de los zoques.
Sin embargo,
aclara, ni la mujer de fuego, fue capaz de acabar con los zoques, ellos hoy han
migrado por diversas causas a otros estados de la República, donde se puede ver
como siguen vivos y lo seguirán por siempre, a pesar de los pesares, nada
detiene a los hijos de los Zoques, solo Dios, aclara.
Hoy, en los
poblados que quedaron sumergidos en las piedras creadas por toneladas de lava,
solo hay hierbas, los sobrevivientes llegaron a Chiapa de Corzo, hoy conocido
con el nombre de Nuevo Carmen Tonapak, el mismo nombre que tenían hasta la
explosión del coloso.
En una charla de
20 minutos en el noticiero, apuntó que solo, pero solo Dios es quien decidió
por ellos, los sobrevivientes. El pueblo Zoque venera a dos imágenes: Santa
Magdalena y la Virgen del Carmen, a ellas se les considera la intercesora de su
salvación ante Dios y ante el odio que lanzó la mujer ardiente por el desprecio
de los hombres que no quisieron casarse con ella.
Al finalizar, los
hombres y mujeres Zoques han pedido al gobierno, plantea Morales García, que es
necesario ya regresar a sus orígenes, retomar las tierras que tenían y entonces
iniciar una nueva vida, junto a su montaña, aunque ellos sepan que en cualquier
momento el volcán, pueda hacer erupción nuevamente.
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