▪Miles
de empresas del sector lácteo también desaparecerán
▪Sugieren
al titular de la SE, leer el Artículo 32 de la Ley Federal de Protección al
Consumidor
(Boletín).
- Más
de 150 mil pequeños productores nacionales de leche están en vías de
desaparecer y un millón de vacas van “camino al matadero”, por la práctica
comercial de 4 millones de litros diarios de ‘fórmulas lácteas’ de procedencia
extranjera, que entran al mercado sin que las secretarías de Economía y Salud
tomen cartas en el asunto por conducto de Profeco y Cofepris.
El presidente del
Frente Nacional de Productores y Consumidores de Leche, Alvaro González Muñoz,
hizo un llamado al Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, para que se
ponga orden al sistema productivo y comercial de la leche.
“Sobre todo,
pidió, en entrevista que el titular de Economía, Ildefonso Guajardo, deje de
negociar y concertar acuerdos comerciales internacionales a espaldas de los
productores mexicanos, a sabiendas de que son ruinosos para la economía de los
pequeños y medianos ganaderos lecheros”.
Puntualizó que es
necesario que “alguien convenza al señor Guajardo que comprar leche en polvo
barata en países altamente productores, o es un subproducto de sus industrias
de alimentos, o es subsidiado por los gobiernos –es decir, por baratos caen en la práctica
de ‘dumping’—lo cual pone en riesgo 350 mil fuentes de trabajo en México, más
de un millón de vacas productoras y la desaparición de empresas
comercializadoras de forrajes, de maquinaria y equipos y de pequeñas industrias
de productos veterinarios”.
Explicó el
dirigente de los productores lecheros que, invariablemente, cuando se establece
un tratado de libre comercio, de facto se da el fenómeno de ganadores y
perdedores. “En el caso de la leche, el 99 por ciento de los productores, somos
los grandes perdedores”.
Esto, apuntó,
“derivado de que nunca nos toman en cuenta y somos excluidos de las políticas
comerciales con el exterior, las cuales sólo benefician a unos pocos y, de
paso, perjudican también a núcleos sociales de bajos recursos económicos, y los
hacen creer que, por el simple hecho de ser importados, reúnen las condiciones
de calidad, sanidad e inocuidad. Esto, añadió, además de que afecta en forma
negativa el bolsillo de los consumidores, los pone en riesgo de sufrir daños a
la salud”.
En los tiempos
presentes, sostuvo Álvaro González, con el Tratado de Asociación Comercial
Transpacífico (TPP) se repite la historia ‘de los espejitos’. Tal como ocurrió
hace 22 años con el TLCAN, el gobierno mexicano se dejó convencer de que la
solución al problema de la leche, es secarla y darnos una compensación de uno o
dos pesos por litro. Esto implica hacer inversiones nuevas para crear la
infraestructura en la deshidratación y luego en rehidratarla.
Al respecto,
explicó, esto es una regresión económica, tecnológica y comercial. “Es algo
similar a que, si tuviéramos gasolina, el Gobierno nos apoyaría con recursos
fiscales para convertirla en petróleo”.
Lo mismo ocurre
con la leche. Si producimos a un precio de 6.00 pesos el litro y nos dan un
peso para que la sequemos, pues ya vale 7.00 pesos convertida en polvo, para
después venderla en 4.00 pesos/litro, con la consecuente pérdida de 3.00 pesos
por litro. “Así es como nos quieren crucificar”.
Finalmente, añadió
González Muñoz, una sugerencia para el secretario Guajardo. “Sería pertinente
que aplicara el artículo 32 de la Ley Federal de Protección al Consumidor, que
se refiere a la publicidad engañosa que induce al error o confusión al
consumidor”, y que está contenido en la revista que emite una de las áreas a su
cargo: la Procuraduría Federal del Consumidor, en la que refiere que el 84% de
los consumidores de leche, compran fórmulas lácteas (hoy producto lácteo) y la
confunden con leche”.
“Si nuestro
secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, pusiera el mismo empeño con los
productores mexicanos de leche, como la hace con los extranjeros para abrirles
espacios comerciales en México, estamos seguros que nuestra actividad no
se encontraría colapsada”.
Por lo anterior,
cada día que pasa se hace más urgente la intervención del Presidente de la República,
ya que parece que en las Secretarías de Economía y de Salud no les importa lo
que suceda con la actividad productiva lechera, con nuestro autoempleo, con las
fuentes de trabajo que generamos y la salud de los que no leen las etiquetas,
al decir de algunos funcionarios.
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