NI UN PESO MÁS...
"Ni
un peso más en impuestos si no se pone un alto al despilfarro y al abuso del
dinero público del que somos testigos impotentes día con día.
Pagar impuestos
es una obligación irrenunciable. De acuerdo. Dicho esto, no estoy dispuesta a
pagar ni un peso más de impuestos si antes no se pone un límite a la cultura
del dispendio que priva entre nuestros gobernantes y funcionarios. Las finanzas
del Estado están en serias dificultades: menos producción de petróleo, precio
más bajo del barril, menos turismo, menor actividad económica, menor
recaudación. Falta dinero y de algún lugar lo van a tener que sacar. Las
opciones no son muchas: o se endeudan, o cobran más impuestos o gastan menos.
¿Pero nos pueden pedir legítimamente más dinero sin un programa draconiano de austeridad? Yo creo que no. Por eso y antes de que nos anuncien, de a cómo es el golpe, habría que enviarles un mensaje claro y contundente.
¿Pero nos pueden pedir legítimamente más dinero sin un programa draconiano de austeridad? Yo creo que no. Por eso y antes de que nos anuncien, de a cómo es el golpe, habría que enviarles un mensaje claro y contundente.
Ni un peso más ….
si no se le pone fin a la opacidad con que los gobernadores manejan el dinero
público. No puede el gobernador de Guanajuato comprar mil hectáreas a billetazo
limpio sin decirnos de que partida lo sacó y reservarse la información durante
5 años.
Ni un peso más
si el gobernador de Quintana Roo insiste en la celebración de sus fiestas
faraónicas de cumpleaños en cada municipio, si la fiesta de XV años de su hija
es fastuosa y no la paga de su bolsillo, si viaja por el mundo en avión privado
pagado con el dinero de los contribuyentes de su estado.
Ni un peso más,
si el Gobernador del Estado de México permite y autoriza la impunidad de quien
le heredó el cargo y promociona su persona y su romance con millonarios pagos a
Televisa.
Ni un peso más.
Si la gobernadora de Yucatán paga sus fiestas del Jet Set con cargo a los
impuestos yucatecos.
Ni un peso más
si antes no transparentan y controlan la forma en que los diputados se gastan y
se reparten el dinero. Basta de acuerdos de la junta de coordinación política
en la que se asignan millones a las bancadas. No más turismo legislativo.
Basta de
privilegios: que todos los legisladores sean derechohabientes del ISSSTE o del
IMSS y si quieren otros seguros médicos que se los paguen con su dinero.
Basta de la
complicidad entre políticos que los lleva a llamar traidor al que se comporta
con honestidad.
Ni un peso más
si la Presidencia y el Ejecutivo si no reducen su gasto corriente. No se puede
pedir más cuando en Los Pinos se sobregiran año con año respecto a lo
presupuestado. Ni un peso más .... si no desaparecen las secretarías inútiles.
Y que se
transparenten las millonarias partidas previstas para el festejo del bicentenario.
Estamos en una
severa crisis económica, millones de mexicanos angustiosamente buscan la manera
de mantener su nivel de vida. Cobrar más impuestos ahora es como hacerlo en
tiempos de guerra, la justificación y el discurso tienen que ser inapelables. Y
para eso hoy se necesita no un compromiso, sino una demostración de austeridad
sin precedentes, un auténtico cambio en la cultura de las élites gobernantes
respecto del dinero público, de lo contrario, la evasión y el no pago, quedaran
plenamente validados y justificados
¿Como ves? muy interesante no?, si no lo envías a todos
tus contactos, realmente no pasará nada mágico, ni tendrás mala suerte, pero
definitivamente no podemos quedarnos de brazos cruzados ante la inminencia de
un probable aumento en los impuestos que de por sí ya son demasiados.......
ADEMAS ESTO!
En estos días ha
arreciado el reproche social al despilfarro que representa el sostenimiento de
los 500 diputados federales, cosa que hemos soportado estoicamente durante
años.
Una rápida revisión de sus prebendas explica por qué a los mexicanos el Poder Legislativo nos cuesta nueve mil millones de pesos al año y, con el Poder Judicial, en otro nivel de excesos, no da cuentas a nadie, haciendo de la transparencia un asunto sólo de los demás y del fuero, tapadera.
Una rápida revisión de sus prebendas explica por qué a los mexicanos el Poder Legislativo nos cuesta nueve mil millones de pesos al año y, con el Poder Judicial, en otro nivel de excesos, no da cuentas a nadie, haciendo de la transparencia un asunto sólo de los demás y del fuero, tapadera.
Los diputados
tienen un sueldo mensual, dieta, le llaman, de 105 mil 370 pesos, que, restados
los impuestos, les dejan 77 mil 745. Hace poco hubo un escándalo al saberse que
sus impuestos se los pagaba la Cámara, a cargo del mismo presupuesto
legislativo. De su ingreso pueden ahorrar 12 por ciento para un fondo de
retiro, aportándoles la misma Cámara otro 12 por ciento.
A esto suman dos
pagos mensuales más: 28 mil 772 pesos de ayuda ciudadana y otro que es de
escándalo, 45 mil 786 pesos más por ¡asistencia legislativa! Es decir, otro
sueldo por asiduidad, lo que es su obligación y por lo que ya cobran la dieta.
Reciben gratis,
claro, un seguro de gastos médicos mayores para ellos, sus padres, su cónyuge y
sus hijos y el pago de gastos médicos que abarcan dentista, optometrista y
lentes gratis. Además, gastos funerarios para la misma parentela, que
representa un mes de dieta.
Cupones de avión con la tarifa más alta para cambiar por cuatro boletos mensuales, tres si están en receso. Ayuda terrestre de hasta diez mil pesos mensuales a los que viven en un radio menor a 300 kilómetros, ¡los del Distrito Federal incluidos!, y una tarjeta IAVE para cada uno de los 500 legisladores.
Cupones de avión con la tarifa más alta para cambiar por cuatro boletos mensuales, tres si están en receso. Ayuda terrestre de hasta diez mil pesos mensuales a los que viven en un radio menor a 300 kilómetros, ¡los del Distrito Federal incluidos!, y una tarjeta IAVE para cada uno de los 500 legisladores.
A esto hay que
añadir aguinaldo, vacaciones, ayuda para gasolina, pago de celular y
asistentes. En algunos casos coche y chofer.
Y TODAVÍA FALTA
EL BONO DE RETIRO POR $1.6 MILLONES QUE YA SE AUTORIZARON LOS SENADORES.
Esta relación de
privilegios es un insulto para los mexicanos, peor en tiempos de crisis, y el
esconderlos como servicios a la Patria, una ofensa imperdonable. Pero así son y
el poder los hace iguales.
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