∙ Se ha avanzado en su reconocimiento pero se requiere más
∙ Deben ser prioridad en las políticas públicas
(Boletín).- El senador Manuel Cota Jiménez,
presidente de la Confederación Nacional Campesina, felicitó hoy a las mujeres,
principalmente del sector rural, por el Día de la Madre a las que rindió respeto
y admiración porque en pleno siglo XX1 más del 50 % de ellas, de un total
aproximado a los 13 millones, son
titulares de derechos y jefes de familia en el campo mexicano.
Para el
dirigente de la CNC, la conmemoración es importante no solamente hoy sino
siempre, y en este sentido se pronunció porque las mujeres rurales sean
consideradas como prioridad en las políticas públicas del actual gobierno que
ha registrado avances a favor de ellas, luego de que en las pasadas dos
administraciones se les mantuvo en el olvido como sucedió con el campo en
general.
El senador por
Nayarit mencionó, por ejemplo, que dentro de las reformas estructurales, ahora
a las trabajadoras del campo, fundamentalmente las madres que fungen como jefes
de familia, son beneficiadas por la Financiera Nacional para el Desarrollo
Agropecuario, Pesquero y Forestal con créditos hasta por 230 mil pesos con una
tasa del 6.5 % cuando las solicitantes sean mujeres.
Cota Jiménez consideró que la
anterior no
sólo es una reforma con la meta de lograr mayor producción, competitividad y
productividad, sino un cambio para el desarrollo humano, donde las mujeres del
campo deben tener las mismas prerrogativas y espacios de oportunidades que los
hombres, se revalore su condición de mujer e identifique con las políticas
públicas a favor de ellas y de sus familias.
El líder de la CNC
destacó que la principal organización campesina sigue en su lucha por garantizar más y mejor educación para las
mujeres, salud y atención médica, así como empleos bien remunerados; combatir
la discriminación que sufren, elevar su bienestar y el de sus familias, pues
sólo de esa manera las campesinas se podrán hacer cargo del desarrollo de sus
propias capacidades, contando con las herramientas que para ello se necesite,
precisó.
Manuel Cota
Jiménez, que también es presidente de la Comisión de Agricultura y Ganadería en
el Senado de la República, señaló que, de acuerdo con estudios recientes, la
mayoría de las campesinas son jóvenes, mestizas, con escasos niveles educativos
y con una tendencia a casarse a temprana edad y a tener menos hijos que antes.
Un informe
reciente de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
indica que una madre mexicana del sector rural trabaja 75 por ciento más que
una brasileña, colombiana, ecuatoriana o uruguaya; 53 por ciento más que un
hombre y 4 horas más que las madres que viven en las zonas urbanas.
Explicó que de
la propiedad ejidal y comunal apenas el 17 % está en manos femeninas, que dos
tercios de estas propietarias, el 63 %, superan los 50 años, que son viudas que
heredaron una parcela en la fase final de su vida productiva y que sólo tendrán
la posesión por un breve periodo. Sin embargo, todo indica que el total de
ejidatarias y comuneras es del orden del medio millón y que, además, su peso
relativo será mayor, como mencionan estudios universitarios.
Por último, al
reconocer la aportación de las campesinas en la economía familiar, aseguró que
su lealtad y compromiso con su grupo se refleja en el hecho de que en los
últimos 20 años, la población económicamente activa femenina creció en 261 por
ciento, mientras que la masculina se elevó en sólo 104 por ciento. Sin embargo,
aclaró que su incorporación al mercado laboral no ha generado para ellas una
mejoría en sus condiciones de vida, ya que sus ingresos son sólo para
sobrevivir.
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