Por: Gonzalo Egremy
RAREZAS EN “CORRALONES”
*Reunión
de rector fue furtiva.
.-Ante la publicación ayer aquí en
EL ORBE sobre arbitrarios cobros de empresas de grúas y de “corralones”,
surgieron más denuncias sobre el tema.
Califican
de voraces a “encierros”, de automotores involucrados en percances o delitos,
así como a la mayoría de empresas de grúas.
Los
“corralones”, afirman personas que aseguran fueron víctimas, están convertidos
en verdaderos “desplumaderos”, y los operadores de grúas, igual.
En
el reportaje de EL ORBE, se destaca que la concesión para operar grúas de
arrastre de automotores accidentados, así como los lugares de “encierros” de
esas unidades, es otorgada por la Secretaría de Transporte.
Grúas
y “corralones”, se advierte, es un rico filón de oro explotado por no más de
tres familias, en contubernio y complicidad de servidores públicos.
No
hace mucho expusimos en este mismo espacio, que “las denuncias en contra de los
concesionarios de los encierros y grúas, aumentan día a día.
Algunos
afectados narran que fueron víctimas de abusivos cobros por concepto de
“guarda” de sus automóviles en los “corralones”.
Una de tantas
víctimas, quien pidió la omisión porque ha entablado querella ante la PGJE,
narró su odisea.
“El chofer
irresponsable de una combi de pasajeros, golpeó a un carro, y por inercia, éste
último impactó mi vehículo que estaba estacionado.
Pasajeros de la
combi resultaron lesionados y también el conductor del otro carro particular, y
la policía de vialidad o Tránsito, llamaron a través de un radio, a una empresa
de grúas que llevó al corralón a los tres vehículos.
Acudí a rendir
mi declaración ante el Ministerio Público, solicitándole a la vez la devolución
de mi vehículo que ya tenía dos días en el corralón.
Los trámites
ante el MP fueron engorrosos, tardados y burocráticos, y obtuve respuesta
varios días después, no sin antes acreditar con facturas originales que el
automóvil era de mi propiedad.
La PGJE
dictaminó mi petición de devolución de mi vehículo, y me dirigí, con el oficio
en mano, al corralón a recoger mi automóvil.
Llegar al
encierro de automotores fue una aventura, y más que abriera la puerta el
encargado, que de inmediato me dijo, apenas vio el oficio del MP, que tendría
que pagar yo ¡once mil quinientos pesos!
El precio por el “arrastre” y la tarifa “de
guarda”, al observarla cara, reclamé y el encargado del corralón me dijo que la
fijaba (a su conveniencia) la familia dueña de ese negociazo”, hasta aquí el
relato de una de las víctimas.
Otras
denuncias indican que los “encierros” es un monopolio, que deja ganancias
abultadas a varios servidores públicos del ramo.
Y
en donde, según los mismos señalamientos, están involucrados en complicidades y
corruptelas, servidores públicos de Vialidad y Tránsito.
Así
como otras policías que cuando acuden a los accidentes, de inmediato llaman a
las grúas, cuyos dueños les comparte ganancias.
Los monopólicos “empresarios” de los
“corralones” y grúas, mantienen un acuerdo, y no de grati$, con Vialidad y Tránsito,
de reparto de “los turnos” (días) para agenciarse “los arrastres” de los automotores
en percances.
Los
declarantes agregan que igual ocurre entre los mismos dueños de encierros y
grúas y algunas autoridades federales (policías o PGR) para el trasladado de
automotores accidentados en carreteras o tramo federal.
Los
dueños de vehículos no solo son víctimas de altos cobros por el arrastre en
grúas ni por la guarda en los corralones, sino también, sus unidades sufren
desvalijamiento de piezas, aparatos y robo de objetos personales.
Agregan
que las complicidades llegan hasta la Secretaría de Transporte (federal o
estatal que otorga la concesión de corralones y grúas).
Los
monopolistas de ese lucrativo negociazo, no tienen el mínimo temor de las denuncias
interpuestas por algunas víctimas, porque se saben protegidos por los acuerdo$
con las autoridades”, hasta ahí parte de aquella colaboración.
Y
no ha cambiado nada esa pútrida realidad, en donde particulares siguen siendo
víctimas de la mayoría de los dueños de grúas y corralones, que van de la mano
con truhanes servidores públicos, ¿no cree usted?
BISBISEO
La
solución es la cancelación de concesiones a los negocios de grúas y “encierros”
que abusan en los cobros; y que ese servicio sea prestado por los gobiernos
estatal y municipal, concretamente por las delegaciones de Tránsito y
Vialidad//Los empleados del Municipio saturaron, ayer por la tarde, los cajeros
bancarios, al saber que la parte patronal ya había depositado la primera
quincena de enero//Se bisbisea que el rector de la UNACH, Carlos Eugenio Ruíz
Hernández, asistió de manera subrepticia, prácticamente oculta, al Campus IV el
fin de semana, por temor a encontrarse con alguno de la veintena de catedráticos
que fueron engañados para que participaran en la selección para el nuevo
titular de la rectoría a principio de diciembre último//Gonzalo Vázquez
Natarén, debe sentirse cómodo como rector de la Universidad Politécnica de
Tapachula//Salud.

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