· El vestir al Niño Dios cada vez es más
difícil ante el alza de precios y el crecimiento de otras religiones:
feligreses.
· La festividad de los tamales, buñuelos u
hojuelas, café, chocolate y hasta el refresco ya impacta en la economía de los
hogares católicos: rezanderas.
René R. Coca.
Tapachula, Chis; ENE. 29
(interMEDIOS).- Aunque
se trata de una tradición muy mexicana y en cada región del país tiene sus
variantes locales, el Día de la Candelaria significa para muchos fieles
católicos una fecha muy importante aunque cada año menos celebrada en parte por
la crisis económica y por otro lado el crecimiento de religiones que desconocen
este festejo; pero los que resultan más beneficiados son los comerciantes
involucrados en realizar artículos y vestimenta para el Niño Dios, y quienes
preparan los tamales y bebidas que se ofrecen en el rezo.
Al platicar con la sexagenaria
Valentina Espino, quien se ha dedicado por 45 años al negocio de vestir niños
dios y dotar de nichos u otros implementos para la fecha, dijo que de diez años
a la fecha la gente compra menos o lo más sencillo debido a su situación
económica, salvo excepciones que llegan a gastar fuertes cantidades de dinero;
"... y pues creo también se debe a que han aparecido otras religiones que
no celebran a los santitos o al niño dios como antes, pero este negocio aun nos
da para comer y lo importante es preservar la tradición. Mis hijos, nueras y
nietos ya saben cómo vestirlos -a los niños dios- y hacer nichos o sillitas"
citó.
Por otra parte, doña Concepción
Solís quien encargaba sus tamales en el Mercado san Juan expresó que antes
celebrar el Día de la Candelaria no era tan caro o alcanzaba para más "Hoy
solo compramos lo justo para darle a nuestros invitados desde el tamal, las
hojuelas, antes era chocolatito pero creo esta vez haremos café o de plano
refresco pero la idea es que no pase desapercibido el recibir nuestro niño
dios" enfatizó.
Una rezandera con más de 30 años de
oficio, Carmelita Bonilla, comentó que antes no se daba abasto y era rezo tras
rezo para la festividad del Día de la Candelaria, pero reconoció que año tras
año la gente celebra con menor abundancia en lo que da a la concurrencia o de
plano ya no se hacen tantos rezos "no sé si es porque esté yo vieja y ya
no me contraten pero creo es más porque la gente no tiene dinero, o ya son
"hermanos separados" o también los jóvenes ya tienen otras costumbres
raras de festejar pero debemos recordar que esto es religioso" recalcó.
Lo cierto es que aun en los mercados
y zonas tradicionales se visten a los Niños Dios como parte de una fiesta
popular donde se mezcla lo prehispánico del tamal y lo religioso; el primer año
se viste de acuerdo a los conocedores de blanco sin corona ni trono; el segundo
ya puede llevar traje de color; ya el tercer año puede ser vestido de Rey con
corona y trono porque puede realizar milagros.
Cabe destacar que muchas personas
han desviado la tradición y ahora los Niños Dios pueden verse vestidos con
atuendos fuera de lo común como con trajes de algún equipo de futbol e
inclusive caracterizando algunos santos famosos o papas fallecidos. (iM
rrc)
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