Por Armando Rojas
Arévalo
EL FUTURO AYATOLAH
JOSÉ
CARLOS: Un amigo chiapaneco me preguntó hace unos días por qué critico tanto en
mis columnas a ENOCH HERNÁNDEZ CRUZ. Mire usted, de este señor no me interesa
ser amigo ni enemigo, nada personal hay en mis señalamientos. No digo que me
sea indiferente, porque lo conozco desde 1994 cuando él era locutor de la
estación de radio del gobierno de San Cristóbal de las Casas, y yo era
coordinador de Comunicación Social en la administración de JAVIER LÓPEZ MORENO,
y me perturba como chiapaneco que alguien como él pueda arribar a posiciones de
“representación de los intereses del pueblo”.
Hoy
se dice “guía moral” de un nuevo partido local. Mañana podría auto denominarse “ayatola”
Nunca
tuvimos un desencuentro, debo confesar, pero también debo decir a usted que como
chiapaneco me inquieta que a un hombre con tanta hambre de poder y su estado
psicopatológico de megalomanía (delirio de grandeza, riqueza y omnipotencia) se
le esté impulsando hacia el futuro. Chiapas padeció a SABINES GUERRERO y a
PABLO SALAZAR, megalómanos insaciables, y todavía no se cura las heridas
sociales que ellos causaron, como para que otros iguales lleguen a lo mismo.
ENOCH
puede tener fortalezas, ni duda, pero sus debilidades son más. Entre sus
fortalezas está su habilidad para colarse en los resquicios del poder. Es
solícito con el poderoso, estudia la debilidad de la persona que le conviene y
persuasivo la convence. Va ganando posiciones poco a poco (como ocurrirá cuando
imponga a su gente en distintos puestos) y terminará por chantajear al que
detenta el poder. Tiene la habilidad de reptar, pero también de morder.
Sus
debilidades son muchas y eso es, precisamente, lo hace una persona a la que hay
tenerle cuidado.
Es
mesiánico. Egocentrista. Todo debe girar a su derredor. Denle espacios y sabrá
utilizarlos. Es de los que cree que las “multitudes” que reúne, van por su
carisma, no obstante que conoce bien –y usa- los mecanismos para acarrearlas.
Cree –y hace que se crea- que con su presencia la gente corre encantada hacia
él, para verlo, para escucharlo, para sentir la atracción de su luz. Claro, no
es de extrañar esta actitud, porque sigue el molde de los tiempos que Chiapas
vive…y sufrirá.
Es
un menesteroso de reconocimientos, lo cual comprueba su personalidad psicopatológica.
Pero el que se le haya concedido la “distinción” por ser “mejor secretario” (o
algo por el estilo), todos sabemos que es un premio “pato” viniendo de quien
viene. Es la misma organización que por segundo año consecutivo, de acuerdo con
la información de LEONEL DURANTE, le otorgó a EDUARDO SUÁREZ GARCÍA, síndico de
Tuxtla Gutiérrez, un “galardón”, y también premió al alcalde SAMUEL TOLEDO,
como si los tuxtlecos ignoraran o no sufrieran la incompetencia de tales
funcionarios.
Es
la misma organización que distinguió con el premio “Tlatoani” a la ex alcaldesa
de Alvarado, Veracruz, SARA LUZ HERRERA, por ser “la mejor presidenta municipal
2013”, hoy en la cárcel por ser la presunta autora intelectual del homicidio de
quien fuera su secretario particular, MICHEL MARTÍNEZ CORRO.
¿A
qué viene, pues, tanta alharaca?
Si
ENOCH y otros “distinguidos” servidores públicos reciben o no un premio, es
algo que me tiene sin cuidado. Lo que me inquieta como chiapaneco, repito, es
que gente de esa ralea juegue con las sentidas demandas del pueblo y pueda
arribar a puestos de gran responsabilidad.
Por
lo demás, esta entrega que es exclusiva para medios chiapanecos que quieran
publicarla, no volverá a ocuparse del ínclito personaje. Más vale un grito a
tiempo, que lloriqueos posteriores. No nos quejemos después.
A
SABINES y PABLO se les quemó mucho estoraque cuando estaban en el poder, hoy,
los mismos del incensario quieren quemarlos en leña verde.
P.D.-Sé
de antemano que algunos amigos de ENOCH se molestarán conmigo por esto, pero no
es con ellos. Conózcanlo mejor.
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