Por: César
Chechaluis.
Empresarios
del municipio de Tapachula, denunciaron ante los medios de comunicación a
Miguel Reyes del Pino y Tomas Abelino Becerra, ya que presuntamente los
presionaron para que se manifiesten en contra de su voluntad, en contra de la
ejecución de diversas obras que traerán beneficios a esta ciudad fronteriza.
En
este sentido dieron a conocer que los sujetos antes mencionados podrían estar
incurriendo en el delito de asociación delictuosa, complot y difamación en
contra del gobierno estatal y municipal, por lo que autoridades judiciales
actuarán en las próximas horas.
Miguel
Reyes del Pino y Tomas Abelino Becerra, tratan de desestabilizar a la sociedad
chiapaneca debido a sus declaraciones y movimientos en contra del desarrollo de
TAPACHULA, a lo cual se opone rotundamente la mayoría de la ciudadanía, por lo
que les enviaron el mensaje de que Tapachula se rige con la democracia y la
mayoría está a favor del desarrollo y de las obras que actualmente se ejecutan.
En
estos movimientos desestabilizadores también están involucrados algunos
exfuncionarios municipales, por lo que se deja entrever que se trata de un
asunto político que pudiera empañar y poner en riesgo todas las inversiones en
Tapachula.
Los
presuntos delitos antes mencionados se basan en la desesperación de Miguel
Reyes del Pino y Tomas Abelino Becerra, por orquestar algunas manifestaciones
contra el aparato gubernamental, argumentando la supuesta falta de planeación
de las obras que el gobierno chiapaneco ejecuta en el municipio de Tapachula.
Sobre
estos hechos se logró saber que este martes, Reyes del Pino y Abelino Becerra,
convocaron, sin éxito, a empresarios y representantes de los sectores
productivos, para organizar manifestaciones en Tapachula, contra las obras que
se realizan en la ciudad.
Los
empresarios y líderes de opinión han señalado en reiteradas ocasiones su
agradecimiento a las autoridades del estado y del municipio por las obras que
llevan a cabo, sin embargo repudian la actitud hostil que muestran estos dos
personajes que ni siquiera tienen propiedad alguna en las cercanías de las
calles en las que se trabaja.
Pidieron
a las autoridades no dejarse sorprender por estas personas que en todo momento
lo único que buscan es satisfacer sus necesidades personales, tomando banderas
que no les corresponden.