La cuenta de Twitter de Jorge López Amores, el mexicano
que cayó al mar
el 18 de junio desde un crucero en Brasil,
tiene actividad de días posteriores
al accidente
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∙ La Marina brasileña frenó la labor de rastreo del joven que se lanzó al mar, pero se mantiene en alerta por cualquier indicio que ayude a ubicarlo
Natalia Gómez Quintero| El Universal
Jueves 26 de junio de 2014.- Se inspeccionó un área
de aproximadamente 28 mil kilómetros cuadrados. Dos aviones realizaron 57 horas
de búsqueda. Se movilizaron además en tierra y mar a 100 personas para un
rescate que no se dio.
Es así que la Marina de Brasil suspendió la
localización de Jorge Alberto López Amores, el mexicano que cayó el pasado
18 de junio del crucero MSC Divina al mar en el trayecto de Fortaleza a Recife,
a 50 millas de la costa de Río Grande del Norte.
SIN RESULTADOS. La
Marina
de Brasil dio a conocer que
los esfuerzos por localizar
a Jorge Alberto
durante casi
una semana no tuvieron éxito.
(Foto: TOMADA DE TWITTER )
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Desde la mañana del martes medios locales
confirmaban este hecho al citar una comunicación de la Marina de Brasil, en la
que se informaba que después de seis días de búsqueda, el barco patrulla Macao
y dos aviones que rastreaban al mexicano volvieron a sus respectivas bases en
Natal y Salvador, para el reabastecimiento de combustible y mantenimiento de
sus equipos.
No obstante, señalaba que permanecerían en
disposición para su uso inmediato, si la Marina tenía conocimiento de algún
indicio que evidencie la ubicación del pasajero.
Fue el comando del Tercer Distrito Naval que
informó que en este periodo el buque patrulla Macao inspeccionó un área de
aproximadamente 28 mil kilómetros cuadrados, “lo que representa alrededor de 4
mil campos de futbol”. Además, los aviones realizaron 57 horas de búsqueda, sin
éxito. Se movilizaron en tierra y mar a 100 personas para el rescate que no se
dio.
APOYA LA CANCILLERIA
La Dirección General de Protección a Mexicanos en
el Exterior de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) dio a conocer que
conforme al procedimiento, mantiene informados a los familiares más cercanos
del joven, en estricto apego a la confidencialidad de datos, sobre la situación
que priva y los protocolos que se seguirán conforme a lo que dicta la práctica
y normas locales del país donde ocurrió el evento.
De acuerdo con las leyes del país, procede que el
ministerio público lo declare desaparecido y, posteriormente, emita el acta de
defunción.
Jorge Alberto López Amores, del que horas después
de desaparecido se conoció que su padre es el actual procurador General de
Justicia de Chiapas, viajaba a bordo del crucero MSC Divina, que transporta a 3
mil 500 aficionados de la Selección Mexicana a la Copa del Mundo Brasil.
Luego del salto al mar, que según versiones de
testigos lo hizo por propia voluntad y tras advertir “voy a hacer historia, voy
a detener el barco”, se rastreaba cómo es que había llegado al crucero.
Parecía que la respuesta estaba en la lista del
concurso + de 1000 ganadores a Brasil, convocado por la marca de cerveza
Corona, de Grupo Modelo, donde apareció su nombre.
Las alertas se encendieron en la Cancillería
mexicana y el Consulado Móvil de México, que se desplaza junto a los miles que
siguen al Tricolor, informó que se mantenía en contacto permanente con las
autoridades locales y con la empresa naviera, a fin de dar seguimiento a este
caso.
La decisión del joven de 29 años fue en el momento
en que España jugaba contra Chile. Según los testigos, sonó tres veces la
alarma que anunciaba: “¡hombre al agua!”. De inmediato bajaron las lanchas a
buscarlo.
En este lapso de su búsqueda, la cuenta de Twitter
de Jorge Alberto López Amores reveló la fiesta que vivía en torno al Mundial de
Brasil. Fotografías con conductoras de televisión, las fotos grupales a bordo
del crucero en las que se le ve con un chaleco salvavidas, así como un video
que posteó en el que se sumerge en un jacuzzi al grito previo de: “¡hombre al
agua!”.
Luego la Policía Federal de Pernambuco daría a
conocer el video en el cual se observa la trayectoria de un cuerpo que hizo
sonar tres pitazos de gran volumen por todo el barco, para anunciar la alarma
de “¡hombre al agua!”.