Irma
Ramírez Molina/
En este siglo aún existen las
diferencias por cuestiones religiosas en diversas comunidades de la entidad;
sin embargo, cuando hay oficio político, se logra acuerdos que permiten la
convivencia sana entre los pobladores.
Eso está sucediendo en el ejido Puebla,
en el municipio de Chenalhó, donde el secretario de gobierno, Eduardo Ramírez,
logró que las partes antagónicas llegaran a un acuerdo, al ser devuelto un
predio que era de los católicos.
No hay que olvidar que en ese lugar, el
comisariado ejidal, es creyente de otra iglesia diferente a la católica y
abusando de su poder, junto con otros pobladores habían impedido el paso a los
contrarios.
Si bien es cierto la solución no está
al 100 por ciento, pues las diferencias no se acaban con la entrega del predio,
sí se avanza en la construcción de una convivencia en armonía y sobre todo
respeto, por eso se les conminó al comisariado respete el dictamen de la
secretaría de gobierno, donde se señala que la iglesia católica tiene todas las
garantías para hacer uso de este predio y poder construir su iglesia.