Irma
Ramírez Molina/
En este siglo aún existen las
diferencias por cuestiones religiosas en diversas comunidades de la entidad;
sin embargo, cuando hay oficio político, se logra acuerdos que permiten la
convivencia sana entre los pobladores.
Eso está sucediendo en el ejido Puebla,
en el municipio de Chenalhó, donde el secretario de gobierno, Eduardo Ramírez,
logró que las partes antagónicas llegaran a un acuerdo, al ser devuelto un
predio que era de los católicos.
No hay que olvidar que en ese lugar, el
comisariado ejidal, es creyente de otra iglesia diferente a la católica y
abusando de su poder, junto con otros pobladores habían impedido el paso a los
contrarios.
Si bien es cierto la solución no está
al 100 por ciento, pues las diferencias no se acaban con la entrega del predio,
sí se avanza en la construcción de una convivencia en armonía y sobre todo
respeto, por eso se les conminó al comisariado respete el dictamen de la
secretaría de gobierno, donde se señala que la iglesia católica tiene todas las
garantías para hacer uso de este predio y poder construir su iglesia.
Es importante saber que las autoridades
estatales actúan de forma inmediata cuando hay diferencias religiosas, pues no
se puede olvidar que anteriormente hasta muertes provocaban esta situación,
odios que traspasaban generaciones y eso impedía una convivencia sana.
Ahora se ha logrado una conciliación
entre las partes, pero sobre todo que puedan los católicos y evangélicos,
protestantes, o cualquier otra religión, vivir en el mismo lugar, sin que ello
sea sinónimo de odios, rencores, sino de paz.
Como ya se sabe en la reunión estuvieron
los jerarcas religiosos, por un lado el obispo Enrique Díaz y el pastor de la
Iglesia Nacional Presbiteriana de México, Jacobo Hernández Hernández.
Se espera que las partes no rompan el
trato que atestiguo un visitador de la Comisión Estatal de Derechos Humanos,
donde se permitió el regreso de los expulsados.
BASE DE DATOS…-
Este jueves por la tarde, el
gobernador, Manuel Velasco Coello, recibió la Orden Francisco Morazón, en grado
de Gran Cruz, de parte del Parlamento Centroamericano, donde destacó que la
frontera sur de México, debe ser una frontera humana y no amurallada, “una
frontera que una y no que divida”.***
Bajo el argumento de que se prohíbe ya
los table dance, ahora las mujeres que se dedican a este oficio, han usado esto
como pretexto y se han “lanzado” a las calles.
Hay que recordar que la modificación de
la ley, únicamente reformó la facultad de la expedición de la licencia de uso
de suelo para nuevos establecimientos, que ahora es facultad del gobierno del
estado, es decir para la posible autorización de nuevos establecimientos.
Sin embargo algunos han mal
interpretado la ley y se dice que están obligando a las mujeres a realizar otro
tipo de trabajo, o en el peor de los casos están se están yendo a las calles a
prostituirse, lo cual trae como consecuencia que trabajen en la clandestinidad
y no haya un control sanitario e incrementaría el número de enfermos de
transmisión sexual.
La Coordinadora del Área de Educación y
Prevención de Una Mano Amiga en la Lucha Contra el Sida, Yadira Esmeralda
Guerrero Castro informó que son más de 100 mujeres que presuntamente se
prostituyen de manera clandestina fuera de las zonas de tolerancia.
“Muchas de las personas que trabajan en
estos establecimientos, así como las chicas reciben desde hace muchos años
capacitación y platicas de concientización en relación a la trata de personas,
sin embargo de las consecuencias que podríamos tener es que muchas de las
personas que ya no van a trabajar en estos lugares obviamente se irán a la
clandestinidad y eso nos va a ocasionar en cierta manera en cuestión de salud,
mayores problemas en enfermedades de transmisión sexual, que es lo que nosotros
como activistas queremos erradicar”, explicó.
@irmajaque