REFORMAS
ESTRUCTURALES Y LA REALIDAD ACTUAL; LO QUE VIENE.
Víctor M. Cruz
Roque
En México se han efectuado ya
reformas centrales en materia educativa, fiscal, financiera, de
telecomunicaciones, político-electoral y energética. Además se han profundizado
los mecanismos de control en gasto público y transparencia, con lo que puede
decirse que existe ya un nuevo tinglado jurídico que deberá conducir el
tránsito del país hacia mejore niveles de desarrollo. ¿Pero realmente es así?
A días de haberse cumplido el primer
año de mandato constitucional presidencial y a horas del primer y único
aniversario del Pacto por México--firmado el 2-02-13—punto que cohesionó la
voluntad de los tres partidos más representativos para hacer posible dichas
transformaciones a la Carta Magna, en el ánimo de los mexicanos no se refleja
ese sentimiento de satisfacción, por el contrario, se percibe incertidumbre,
desconcierto y hasta animadversión. No debiera, pero así se avista. ¿Por qué?
Los millones de ciudadanos “de a
pié” muy poco comprenden y asimilan que las adecuaciones jurídicas llevadas a
cabo surtirán efecto no en lo inmediato sino a mediano plazo. Una especie de
subcultura valemadrista flota en el ambiente, a grado de indiferencia.
Lo que exigen es beneficios ya,
concretos, específicos, ahora, que modifiquen su cotidianidad. Este fenómeno es
producto de la escasa educación cívica proclive a la no participación y al “no
me interesa”. Lamentablemente es la realidad imperante y por ello los
ciudadanos solo están convertidos en observadores pasivos, mientras que la
clase política que determina hace y deshace impunemente.
A estas horas las preocupaciones se
centran las cosas propias del mercantilismo y los intríngulis económicos
navideños y del año nuevo. Lo demás suena tan lejano, y sin importancia
que lo mejor será dejarlo a los designios de Dios. “Que pase lo que tenga que
pasar; que se haga su voluntad del Señor”, dicen las masas mexicanísimas.
Nueva realidad.
El nuevo año será como un despertar
en “otro” México en muchos aspectos productos de las reformas constitucionales.
Habrá que enfrentar otros esquemas de convivencia e interacción con las
instituciones, principalmente en asuntos económicos y hacendarios en lo
general.
Por eso el evento donde el
presidente de la República promulgó—anuncio que entran en vigor—las nuevas
normas constitucionales en materia energética, fue una noticia más que acaparó
atenciones en los medios masivos de comunicación, pero por supuesto que no
opacó el curso de las telenovelas o de
reality show acostumbrados, o en el mejor de los casos no desviaron los esmeros
que las familias hacen para preparar la cena para festejar el recibimiento del
nuevo año; en el caso del común denominador, porque en muchísimos más ni
siquiera esto porque no hay motivos de
mínima algarabía por los tiempos que se van o los que vienen. Total, les vale
un soberano cacahuate partido a la mitad. Cruda e irrefutable realidad, pero
así es.
Voces de alerta.
La aparición de un estudio
realizado por la publicación especializada The Economist, dado a conocer en las
últimas horas, advierte que nuestro país se encuentra al borde de una “fuerte
agitación social en el 2014”. De 65 países analizados, el nuestro se ubica en
la cuarta fase de este proceso de descomposición, solo una antes de las
consideradas como alto riesgo. Las alertas hechas por la Unidad de Inteligencia
Económica del influyente rotativo estadounidense, se fundamentan en la
insatisfacción prevaleciente, la
descomposición institucional en varias partes del país “la disminución del
Estado de Bienestar y al atropello de derechos considerados como ´básicos’ en
las naciones incluidas en el conteo”, entre otros factores. México comparte
esta clasificación con Brasil, Perú, España y Portugal, se refiere.
The Economist coincide con el
Instituto de Ciencias Sociales de la UNAM, mismo que ha revelado que en estados
como Michoacán, los niveles de violencia son ya considerados como sumamente
peligrosos. Señala que el surgimiento de los llamados grupos de autodefensa son
embriones de grupos subversivos, a quienes efectivamente solo les falta el
ingrediente de la ideología con esos fines.
En esa entidad, publicó El Universal
recientemente, “miles de personas, entre policías federales, estatales,
ministeriales, integrantes de autodefensas y de cárteles de la droga se
encuentran armadas. El arsenal en su poder es utilizado en la actualidad, o
pronto lo será”, refiere con tono de alarma. A esto se le puede agregar que
especialistas visualizan que ya están dadas las condiciones para que ocurra un
estallido social de fatales consecuencias.
Atención
urgente.
Si el panorama es tan desolador y de
acuerdo a lo que hemos constatado en los tiempos recientes, se hace necesario
apresurar y hacer más eficientes los protocolos y mecanismos de seguridad,
atendiendo las causas, atacar los problemas de raíz.
Ese seguramente fue el espíritu que
prevaleció en la Trigésima Quinta reunión del Consejo Nacional de Seguridad
Pública presidida por el presidente de la República y en la cual participaron
los 31 gobiernos estatales más el del Distritito federal, además de organismos
diversos de la sociedad civil.
Si el panorama es tan nebuloso como
se presenta—que no lo dudamos—entonces las reformas estructurales promovidas
por la presidencia de la República con el apoyo de las principales fuerzas
políticas nacionales, adquieren un nuevo estatus de legitimidad social, por
necesarias e impostergables. Se espera y así debe ser porque no hay otro
camino, que a la mayor brevedad se cosechen los frutos y poco a poco avance el
proceso de distención social. Es urgente, antes de que asome el adusto rostro
del México bronco.
EN CONCRETO.
En el centro de las buenas noticias
que nos dio el gobernador Manuel Velasco Coello durante el discurso político
correspondiente a la entrega de su Primer Informe de Trabajo, se ubica la
recuperación gradual pero firme de las finanzas estatales. Obviamente no se
trata de soluciones definitivas, pero sí de mejores esquemas de equilibrio y
control de la situación que imperaba al inicio de su gestión administrativa.
El Jefe del Ejecutivo estatal
definió las condiciones como “la peor crisis financiera que haya enfrentado
cualquier inicio de gobierno en la historia de Chiapas”. y así fue como a todos
nos consta.
Velasco Coello detalló cada una de
las acciones que se tuvieron que instrumentar para detener el impacto que
produjo la deuda bancaria cuyo monto fue revelado por el mandatario que era de
23 mil millones de pesos. “Y en una situación inédita, 71 municipios se declararon
oficialmente en quiebra”, especificó el jefe del Ejecutivo estatal.
Con responsabilidad, Manuel Velasco
expuso que debido a esa contingencia en las arcas públicas, se vio obligado a
tomar decisiones correctas aunque no populares. Cierto.
Ante miles de chiapanecos que se
dieron cita para y en presencia de
muchos actores y representantes de la clase política nacional, así como de
todos los sectores, se escuchó a un Manuel Velasco seguro y convencido de que
lo realizado fue lo mejor, desde reducir los gastos de operación gubernamental
en los tres poderes y la mayoría de los ayuntamientos, hasta crear esquemas de
gasto responsable, solo destinados a lo estrictamente necesario, sin
superficialidades, como solía ocurrir en tiempos pasados.
“El resultado de todo estos
esfuerzos, es contar hoy con finanzas sanas, que nos permitieron revertir la
perspectiva negativa que tenía el Estado, y logramos que Chiapas obtuviera ya
una calificación positiva por parte de las agencias calificadoras Fitch y
Moody`s”, detalló el joven gobernante, ante las muestras de aprobación
generalizada de los presentes en el evento y en general de todos los
chiapanecos.
Sobre el informe contenido en los
volúmenes entregados al Congreso del Estado previo al acto político y los
propios del mensaje que ofreció Manuel Velasco Coello, destacan muchos temas
positivos, pero el más trascendente e importante es el que se refiere a las
finanzas estatales porque se coloca en el epicentro de la buena marcha
institucional estatal.
Todo esto fue ratificado y explicado
con mayores detalles en la comparecencia que hizo la secretaria de Hacienda
Juana María de Coss León al glosar el Primer Informe ante los diputados de la
LXV Legislatura estatal.
Es todo, gracias.