Adiós al
Cafetómano Mayor; poeta del periodismo.
Víctor M. Cruz
Roque
“Porque la
muerte no es sino un pretexto para llorar por todos; por todos los que están
viviendo. Una pared caída nos separa, solo el cuerpo de Dios…solo su cuerpo”:
Jaime Sabines.
No hay nada más difícil en esta vida
que hablar sobre la muerte. Se enredan las palabras, se contraen, se
aprisionan. En la tragedia indómita de la muerte cesan las emociones, las risas
y los recuerdos. Todo pasa hacia un laberinto inexpugnable donde cada paso que
da la malquerida muerte, nos recuerda lo débiles que somos, lo endebles, como
la sal que amamanta nuestras lágrimas.
José Gabriel Figueroa Rodríguez, el
Cafetómano Mayor, ha muerto. “nada está perdido si se tiene el valor de
proclamar que todo está perdido y que hay que empezar de nuevo”, escribió en su
última columna, frase que pertenece a Julio Cortázar, el poeta argentino por
excelencia.
También Pepe Figueroa “La Monterona”
era un poeta del periodismo. Son célebres sus agudas apreciaciones, su
facilidad para encontrar el punto concordante, la palabra precisa, el acento
infaltable como fantasma literario.
Su Café Avenida y su Oficio Político
serán recordados por mucho tiempo, por las huellas imborrables que dejó a su
paso por esta sucesión de ideas que llamamos vida.
Irreverente y audaz, los apelativos
que solía endilgarle a cuanto gobernante osara atravesarse en las líneas de su
pluma, cruzaron las fronteras de las formalidades. Su anecdotario es amplio y
profundo, como las puertas que hoy se abren hacia su nueva vida.
Descanse en paz el amigo de siempre,
que en palabras de Octavio Paz podríamos decir: “Has muerto camarada, en el
ardiente amanecer del mundo. Y llevas en los ojos y en el pecho, tras el gesto
implacable de la boca, un claro sonreír, un alba pura. Has muerto no lo
olvides”.
Ahora La Monterona, estará tocando
con sus manos, las manos de otros muertos, las manos compañeras que
soñabas.
Heraldos Negros.
El poeta del periodismo chiapaneco
se ha marchado hacia los confines del silencio, hacia donde la descarnada
soledad abraza la oscuridad al igual como lo hacen las pupilas cuando se apaga
la luz. He aquí que a nuestro amigo PP Figueroa, bien le queda el traje poético
de Vallejo y sus Heraldos Negros.
“Hay golpes en la vida tan fuertes...
¡yo no sé!/…Son pocos; pero son... Abren zanjas oscuras en el rostro más fiero
y en el lomo más fuerte.
Serán tal vez los potros de bárbaros
Atilas; o los heraldos negros que nos manda la Muerte.
Son las caídas hondas de los Cristos
del alma de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las
crepitaciones de algún pan que en la
puerta del horno se nos quema”.
Descanse en paz, y que el Dios de
sus tragedias lo bendiga, sin olvidar que…No es nada personal.
EN CONCRETO.
A modo de editorial.
Tal y como lo expuso el gobernador
Manuel Velasco Coello en su Primer Informe de trabajo, fortalecer las
actividades productivas es una de sus prioridades, porque en este espacio
habita más de la mitad de la población que posee nuestra entidad. Bajo la premisa
de que el campo ya no debe seguir siendo sinónimo de pobreza y marginación, el
mandatario ha hecho esfuerzos sin precedentes y de manera coordinada con el
gobierno federal, ha emprendido una serie de proyectos y programas tendientes a
generar mayores beneficios para quienes se dedican a las diversas actividades
relacionadas con la riqueza del campo chiapaneco.
En este contexto se
inscribe el café, la principal actividad agropecuaria que le significa a
nuestro estado ser el principal productor del aromático grano a nivel nacional
y uno de los más reconocidos a nivel internacional. Por eso la presente
administración instituyó el Plan Estatal para la Cafeticultura, alineada al
nacional destinado a este mismo sector promovido por el presidente de la República
Enrique Peña Nieto.
Mediante éstos
instrumentos de atención integral al café, se han beneficiado alrededor de 180
mil productores de 88 municipios de la entidad, siendo un número importante de
ellos—la mayoría-- pertenecientes a las diversas etnias del estado.
Esto implica que la
base social favorecida con políticas públicas integrales de cuidado de las
plantaciones, renovación de las mismas, mejoramiento, transformación, asesoría
técnica, dotación de infraestructura y ampliación de mercados, es muy importante
y con ello se generan ingresos económicos para los productores y sus familias.
Todo Chiapas se beneficia.
La preocupación central
del gobernador Manuel Velasco Coello es fincar las bases para que nuestro
estado avance en su desarrollo y con ello se logre superar las carencias
ancestrales que padecen miles de chiapanecos. Este es un esquema institucional
de trabajo y dedicación, que con perseverancia y tenacidad es posible alcanzar,
sobre todo con la participación activa de la sociedad y sus sectores
productivos. Ese es el espíritu que anima al joven mandatario y por lo cual
reitera su convocatoria para seguir trabajando en un clima de sosiego y paz,
como corresponde a su voluntad democrática de servir a todos sin distingo de
ninguna índole, de colores y credos.
APUNTES.
Se agradece la misiva enviada por
Víctor Manuel Avilés Castro, director general de Comunicación Social de la
Secretaría de Energía y que se refiere a “10 Puntos Clave de la Reforma
Constitucional en Materia Energética”.
He aquí la parte medular de dicha
correspondencia recibida por Brújula Política.
1.-Los hidrocarburos en el subsuelo
son propiedad de la Nación. Se mantiene la prohibición de otorgar concesiones
en materia de minerales radioactivos, transmisión y distribución de energía
eléctrica, así como petróleo y demás hidrocarburos.
2.-El Estado podrá realizar las
actividades de exploración y extracción de petróleo y demás hidrocarburos a
través de asignaciones otorgadas a PEMEX y de contratos con PEMEX y/o con particulares.
3.-Las empresas estatales o
particulares podrán reportar, para efectos contables y financieros, sus
beneficios esperados de asignaciones y contratos. En dichos instrumentos se
deberá afirmar que los hidrocarburos que se encuentren en el subsuelo son
propiedad de la Nación.
4.-Se crea el Fondo Mexicano del
Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo, el cual recibirá y
administrará los ingresos petroleros de la Nación para procurar la estabilidad
de las finanzas públicas de México.
5.-Se permitirá la inversión privada
en el tratamiento y refinación de petróleo, así como en transporte,
almacenamiento y distribución de petróleo, gas natural, gasolina, diésel y
demás derivados.
6.-La Comisión Nacional de
Hidrocarburos y la Comisión Reguladora de Energía se fortalecerán para el mejor
desarrollo del sector energético nacional.
7.-PEMEX y CFE se transformarán en empresas productivas del Estado, cuyo
objeto será la creación de valor económico, con sentido de equidad y
responsabilidad social. Contarán con una
mayor autonomía técnica, de gestión y presupuestal. Los trabajadores son y
continuarán siendo el principal activo de estas empresas, por lo que sus
derechos laborales serán respetados en todo momento. PEMEX también se
fortalecerá mediante la “ronda cero”, a través de la cual podrá escoger los
campos más productivos y las áreas de exploración más prometedoras.
8.-Se creará el Centro Nacional de
Control del Gas (CENAGAS) como organismo público encargado de operar de forma
eficiente el sistema nacional de ductos de transporte y almacenamiento de gas
natural. Por su parte, el Centro Nacional de Control de la Energía (CENACE),
saldrá de la CFE y se convertirá en un organismo público encargado del control
operativo del sistema eléctrico nacional.
9.-El Estado procurará la protección
y cuidado del medio ambiente a través de criterios de sustentabilidad, el
fomento de energías y combustibles más limpios, así como de medidas para
propiciar la reducción de emisiones contaminantes en la industria energética.
10.-Se establece una convivencia
ordenada entre las distintas actividades en la superficie, en la que el sector
energético tendrá prioridad sobre otras actividades. Se mantiene la posibilidad
de que los mineros exploten el gas asociado a la mina de carbón. Asimismo, se
protege el derecho de mineros y agricultores, como dueños de la superficie,
para recibir un justo pago por la ocupación o afectación superficial que haga
la industria energética en su propiedad.
Es todo, gracias.