2014: Bienvenido
al infierno fisco-hacendario.
Víctor M. Cruz
Roque
Por el impacto que genera en el
entorno inmediato cotidiano de la población, las recientes reformas fiscales y
hacendarias van a centrar la atención desde el primer minuto del 2014. Existen
varias interrogantes y hasta temor entre los contribuyentes por las nuevas
medidas derivadas de los cambios normativos que entrarán en vigor en breve, con
el nuevo año.
El desconcierto ya prevalece por
principios de cuentas, en la adopción únicamente de mecanismos electrónicos
para organizar y cumplir con las obligaciones, además del endurecimiento de las
políticas recaudatorias que casi presentan un tono coercitivo y hasta de
dominio absoluto que dejan en la indefensión a millones ante las autoridades.
Aún cuando se nos ha dicho que
“ahora sí”, la Procuraduría de la Defensa del Contribuyente cumplirá con los
objetivos por la cuales fue creada, permanecen serias dudas sobre si
efectivamente su operación será efectiva y se traducirá en protección para los
que tributarán con mayor rigor que los acostumbrados. Esto, porque
lamentablemente existen serios antecedentes de instancias y organismos que más
bien existen como “elefantes blancos” y no como garantes de defensa de los
intereses ciudadanos. ¿Ejemplos?, ahí están la Procuraduría Federal del
Consumidor (PROFECO) y la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los
Usuarios de Servicios Financieros (CONDUCEF), que solo sirven como adornos en
los organigramas de las administraciones públicas. Ese misma suspicacia
despierta la PRODECON y muy pronto se verá de que tamaño es la voluntad con que
fue constituida y si servirá para otra cosa aparte de engordar la burocracia
oficial.
NUEVAS REGLAS.
En el ánimo social generalizado hay
incertidumbre por el fondo y la forma de cómo las autoridades hacendarias
pretenden captar los nuevos gravámenes. La vieja cantaleta y adornijo retórico de que los
recursos atraídos servirán para mejorar las inversiones en materia de salud,
educación, seguridad y todo tipo de servicios generadores de bienestar para la
gente, ya se encuentra en el desahucio total. Nadie cree que así será, al menos
que se demuestre lo contrario con la misma fluidez de las percepciones que
realicen las arcas públicas.
Aún concediendo de que la palabra
empeñada por el gobierno va a cumplirse, todavía quedan varias interrogantes
por responder, entre estas, si a diferencia del pasado, todos sin excepción se cometerán
a las reglas aprobadas por el Congreso de la Unión a iniciativa del Ejecutivo
federal, o si como siempre ha sucedido, persistirán los privilegios para los
grandes contribuyentes que en ocasión se presentan como cómplices del grave
deterioro económico que padece el país. Eso de que pagarán más los que más
ganan, muchos se preguntan si no es un cuento de las Mil y Unas Noches.
De todo el conjunto de reformas
realizadas, la fisco-hacendaria es la que mayores sentimientos encontrados
genera en la mayoría de la población, porque se dirige directamente al
bolsillo, a las percepciones, a la economía de mesa, por llamarla de alguna
manera.
IMPUESTOS
¡IMPUESTOS!
1.-A
partir del minuto 1 del año que ya asoma las narices, los alimentos para
mascotas (gatos, perros y otras especies) tendrán un costo adicional del 16%.
Será un verdadero lujo poseer un animalito en casa y peor aún adquirirlo y
proporcionarle manutención adecuada. (A menos que como parte de sus políticas
alimentarias decida usted, carnívoro lector, comérselo para ahorrarse unos
buenos pesos y de paso mitigar su hambruna).
2.-Las bebidas
industrializadas que incluyan concentrados, polvos, jarabes, esencias o
extractos de sabores y contengan azúcares, pagarán un peso adicional por cada
litro obtenido. (Nadie sabe o no ha explicado bajo qué mecanismos de medición
los flamantes diputados y senadores aprobaron este impuesto bajo esas
circunstancias). Así que si tiene usted un arbolito de limón, naranja u otro
similar en casa, consérvelo, cuídelo, vale oro. O si su degustación culinaria
prefiere el pozol sin azúcar, muchas felicidades, usted queda exento de ese
pago adicional.
3.-Las gomas de
mascar, los chicles y los productos que contengan esta sustancia, en cualquiera
de sus presentaciones, van a pagar el consabido 16% adicional, ya que estos no
se consideran propiamente un alimento ni general efectos nutricionales. (Así
que se le recomiendan mejores técnicas para ordenar sus ideas, pasar el tiempo,
ejercitar su mandíbula o juguetear con sus glándulas salivales. Piense en sus
uñas, podrían ser una buena opción)
4.-Alimentos “chatarra”: El aumento
será del 8% y corresponde al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios.
Estas confituras, sólidas o líquidas, como bombones, chocolates, nieves,
helados, galletas, pastas, frituras en general,
cerveza y otros, incluyendo sus derivados, aumentarán
proporcionalmente su precio, siempre y cuando contengan 275 kilocalorías o
mayor por cada 100 gramos. (Así que nunca olvide antes de salir o cuando se le
antoje una cosa de esas, llevar un aparato para medir que efectivamente le
cobren de acuerdo a las calorías que posee, de lo contrario queda usted a
merced de los estándares industriales que los producen y de toda la cadena comercial
que lo lleva hasta su paladar)
5.-Las gasolinas Magna y Premium no
terminan de abonar a la cadena inflacionaria, ya que en el venidero 2014
seguirá incrementándose en un porcentaje de 6% mensuales. (Este incremento y
los beneficios de la reforma energética aprobada, son exactamente igual a la
marca de la famosa Carabina de Ambrosio. ¿Entendió usted?)
6.-El costo del transporte público
terrestre pagará un 16% adicional. Se exceptúan los trenes, trolebuses, metro y
otros de las zonas urbanas o zonas metropolitanas. (Olvídese de los viajecitos
tontos o de placer; camine, que seguramente buena falta le hace).
7.-La turbosina—utilizado por los
aviones y similares—también aumentará su costo producto del nuevo impuesto. En
consecuencia, será el usuario el que
pague al final de la cadena contributiva. (¿Acostumbra usted la vía
aérea?, pues ni modos ya se acostumbrará al in que eso es lo de menos)
8.-Quienes perciban hasta 500 mil
pesos (medio millón anuales), deberán pagar una tasa de 30% en el Impuesto
Sobre la Renta. Los que obtengan emolumentos de 750 mil, será de 32% y de un
millón en adelante pagarán 34 por ciento. Y no solo eso, los que ganan más de 3
millones, será del 35%. (Seguramente
usted está sonriendo, pues su salario minimizado no le llega ni hasta “los
talones” a estas cantidades estratosféricas. Asúmalo como venganza contra los
legisladores que aprobaron la nueva miscelánea fiscal, que eso sea su
satisfacción).
9.-Las personas físicas deberán
pagar un impuesto del 10% sobre la ganancia que obtengan en la compra de
acciones en la bolsa de valores. Esto aplica para mexicanos o extranjeros, aquí
o fuera del país. (Duerma tranquilo, la única bolsa que seguramente usted
conoce es la del mandado, la que lleva al mercado para comprar los sagrados
frijoles).
10.-Las ganancias que obtengan las
compañías de explotación minera pagaran 7.5 de impuestos sobre los ingresos. De
esta cantidad, el 50% será para los municipios, el 30 para los estados y el 20
para la federación. (La pregunta es: ¿Y antes de estas reformas acaso no
pagaban impuestos dichas empresas?. Conste que la mayoría son extranjeras, como
las que explotan el subsuelo en Chiapas.)
11.-Se eliminó el IETU-Impuesto
Empresarial a Tasa Única- y el famoso Impuesto a los Depósitos en Efectivo.
(¡Albricias, usted verá completito sus centavos al llevarlos para que lo cuide
el banco de su guarda, no se preocupe!).
12.-Se aplicará un límite a la
deducción de impuestos. Ahora, en la declaración anual solo podrá “justificar”
en gastos hasta un monto equivalente al 50%. (No hay pretextos, pague no sea
omiso u moroso, la Patria se lo premiará).
13.-Por último, los flamantes
diputados y senadores, decidieron homologar el IVA en las regiones o zonas
fronterizas, por lo que ahora pasa del 11 al 16% como ocurre en todo el país.
(Eso de gozar de privilegios no está bien ni corresponde al amor que usted le
tiene a México. Vea usted el ejemplo de don Carlos Slim, que no suda ni se
acongoja, posee un espíritu equitativo y justiciero).
APUNTES.
A todos los lectores de esta
columna, felices fiestas decembrinas y sobre todo promisorio 2014 en compañía
de sus familiares y seres queridos. Es todo, gracias.