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jueves, 7 de noviembre de 2013

TRAVESÍA DE UN MIGRANTE EN CHIAPAS Y EL COSTO DE REALIZAR EL FAMOSO SUEÑO AMERICANO.

· Con cargas ligeras caminan los centroamericanos por tierras extrañas en busca de mejores empleos.
            Laura Ruiz Espinosa.
       Huixtla Chis; NOV. 07 (interMEDIOS).- Miles de personas de origen centroamericano, provenientes en su mayoría de Honduras, El Salvador, Nicaragua y Guatemala, cruzan de forma ilegal la frontera sur de Chiapas, quienes optan por ir en busca del sueño americano, viaje que podría representar la muerte o simplemente desaparecer en territorio desconocido sin que los familiares den con su paradero.
           Estás son historias crudas de las muchas que se dan en nuestro país como consecuencia del flujo de migrantes que transitan por México, con el objetivo principal de llegar a Estados Unidos; sin embargo, el costo para alcanzar su sueño, en ocasiones es muy alto, no solo económicamente sino los riegos que corren desde el momento que salen de su país de origen, hasta llegar a la zona limítrofe con Norteamérica.
            En entrevista exclusiva para este medio informativo, Joel Jerezano proveniente de Honduras argumentó que lleva ocho años en el intento de llegar a Estados Unidos, pese a que en su travesía sufra constantes abusos, no solo por parte de las autoridades de migración sino por personas que se hacen pasar por migrantes, ganarse la confianza y después robar alguna de las pocas pertenencias que cargan consigo.
            A su vez, indicó que la sociedad los juzga por el simple hecho  de cometer una falta administrativa en las leyes migratorias, acción que los criminaliza, los condena a la discriminación fatal y hasta los consideran como amenaza a la seguridad de cada lugar donde pisen, la motivación es solo una, llegar a consolidar una mejor vida aunque tengan que padecer arbitrariedades en su andar.
            “Hasta ahorita llevo como 15 días que salí de mi país, desde entonces no veo ni hablo con mi familia, lo que pasa es que en Guadalajara me agarró migración mexicana y me deportó de nuevo a Honduras, pero ya regrese, quiero intentarlo de nuevo porque hay mucha pobreza en mi país, quiero un futuro mejor para mis hijos, para mi familia, sea como sea tengo que llegar en un aproximado de 42 días hasta Tijuana y de ahí ya Dios dirá”, narró.
            Por su parte, un integrante más de la pandilla que viajaba cercano a la extinta estación ferroviaria en el municipio de Huixtla, Omar Martínez detalló que por las razones que sean, tienen derecho a buscar una mejor vida y que en su tránsito no se abuse de ellos, ni se les discrimine, pues es también son personas con el derecho de luchar por un sueño, un anhelo y que tendrá que pagar un costo con tal de verlo vestido de realidad.
            En Honduras, dijo que la causa de la migración es la falta de empleo, de salarios injustos y la inseguridad por la violencia que, según cada día aumenta, convirtiéndolos en presa fácil para algunos vivales, lo que agudiza su vulnerabilidad, de la cual se aprovecha la sociedad y los extorsionadores que les prometen los cuernos de la luna por unos cuantos centavos.
            Personas de todo el mundo dejan sus hogares, familias y países para conseguir trabajo pues lo único que anhelan es escapar de la pobreza, la discriminación y los conflictos, muchos lo arriesgan todo, incluso sus propias vidas, para conseguir una oportunidad de ganarse la vida, que según relataron los entrevistados, es la única forma de sobrevivir.
            A cada paso que dan se exponen a ser explotados, engañados y víctimas de abusos contra los derechos humanos, no obstante, las historias se repiten en diferentes versiones en toda la región chiapaneca y territorio mexicano, aunque todas coinciden en el mismo objetivo, llegar a cumplir el famoso sueño americano. (interMEDIOS rrc).