· Con cargas ligeras caminan los centroamericanos por tierras
extrañas en busca de mejores empleos.
Laura Ruiz Espinosa.
Huixtla Chis; NOV. 07
(interMEDIOS).- Miles de personas de origen centroamericano, provenientes
en su mayoría de Honduras, El Salvador, Nicaragua y Guatemala, cruzan de forma
ilegal la frontera sur de Chiapas, quienes optan por ir en busca del sueño
americano, viaje que podría representar la muerte o simplemente desaparecer en
territorio desconocido sin que los familiares den con su paradero.
Estás son historias crudas de las
muchas que se dan en nuestro país como consecuencia del flujo de migrantes que
transitan por México, con el objetivo principal de llegar a Estados Unidos; sin
embargo, el costo para alcanzar su sueño, en ocasiones es muy alto, no solo
económicamente sino los riegos que corren desde el momento que salen de su país
de origen, hasta llegar a la zona limítrofe con Norteamérica.
En entrevista exclusiva para este
medio informativo, Joel Jerezano proveniente de Honduras argumentó que lleva
ocho años en el intento de llegar a Estados Unidos, pese a que en su travesía
sufra constantes abusos, no solo por parte de las autoridades de migración sino
por personas que se hacen pasar por migrantes, ganarse la confianza y después
robar alguna de las pocas pertenencias que cargan consigo.
A su vez, indicó que la sociedad los
juzga por el simple hecho de cometer una falta administrativa en las
leyes migratorias, acción que los criminaliza, los condena a la discriminación
fatal y hasta los consideran como amenaza a la seguridad de cada lugar donde
pisen, la motivación es solo una, llegar a consolidar una mejor vida aunque
tengan que padecer arbitrariedades en su andar.
“Hasta ahorita llevo como 15 días
que salí de mi país, desde entonces no veo ni hablo con mi familia, lo que pasa
es que en Guadalajara me agarró migración mexicana y me deportó de nuevo a
Honduras, pero ya regrese, quiero intentarlo de nuevo porque hay mucha pobreza
en mi país, quiero un futuro mejor para mis hijos, para mi familia, sea como
sea tengo que llegar en un aproximado de 42 días hasta Tijuana y de ahí ya Dios
dirá”, narró.
Por su parte, un integrante más de
la pandilla que viajaba cercano a la extinta estación ferroviaria en el
municipio de Huixtla, Omar Martínez detalló que por las razones que sean,
tienen derecho a buscar una mejor vida y que en su tránsito no se abuse de
ellos, ni se les discrimine, pues es también son personas con el derecho de
luchar por un sueño, un anhelo y que tendrá que pagar un costo con tal de verlo
vestido de realidad.
En Honduras, dijo que la causa de la
migración es la falta de empleo, de salarios injustos y la inseguridad por la
violencia que, según cada día aumenta, convirtiéndolos en presa fácil para
algunos vivales, lo que agudiza su vulnerabilidad, de la cual se aprovecha la
sociedad y los extorsionadores que les prometen los cuernos de la luna por unos
cuantos centavos.
Personas de todo el mundo dejan sus
hogares, familias y países para conseguir trabajo pues lo único que anhelan es
escapar de la pobreza, la discriminación y los conflictos, muchos lo arriesgan
todo, incluso sus propias vidas, para conseguir una oportunidad de ganarse la
vida, que según relataron los entrevistados, es la única forma de sobrevivir.
A cada paso que dan se exponen a ser
explotados, engañados y víctimas de abusos contra los derechos humanos, no obstante,
las historias se repiten en diferentes versiones en toda la región chiapaneca y
territorio mexicano, aunque todas coinciden en el mismo objetivo, llegar a
cumplir el famoso sueño americano. (interMEDIOS rrc).