LO QUE SE VE NO SE JUZGA.
JAVIER FIGUEROA
Lo dicho. Antes de que el mata tigre
llegara a la Secretaría del Campo, advertimos que se trataba de un simple
porro, otrora testaferro de Germán Jiménez, de quien ahora reniega el ingrato.
En aquellos ayeres, previo a su
elevación al gabinete de primer nivel de la administración MAVECO, dijimos
entre otras cosas, que dicho individuo, no posee título alguno, menos
relacionado con el conocimiento del agro Chiapaneco o de políticas de
desarrollo agropecuario o industrial; lo único que sí sabe y lo sabe muy a su
manera, es morderle la mano a quien le da de comer, o más bien le dio de comer
cuando pasaba hambre, pues hoy sus haberes, aparte de ser inexplicables, son
inconmensurables.
Las evidencias no necesitan de
prueba, pues los que están interesados en saber de donde surgen estas
observaciones, se los revelo, son del dominio público, o a poco mis queridos
lectores, cuando decimos mata tigre, no saben de quién hablamos? Cuando decimos
talibán, no sabe de quién se trata? O cuando se dice el Rey del garrote, no
saben a quién se están refiriendo? Claro
que esta no puede ser parte de una trivia, porque todos, hasta los niños,
educados por maestros de la sección VII, saben que se trata de Julián Nazar
Morales, hoy flamante Secretario del Campo, para desgracia del campo mismo y de
los campesinos Chiapanecos.
En aquella ocasión también dijimos
que aparte de ignorante en materia de desarrollo del campo y ruin, advertimos
que la única especialidad que se le conoce, ganada a pulso, es la de golpeador,
que a punta de garrote vil, tomo posesión, como dirigente de los campesinos de
la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos, afiliada a la CNC, del
también otrora partidazo, hoy en manos de otro inútil a más no poder, el
©Senador corquetititas.
El señor no se lo guarda y lo grita
a los cuatro vientos, que a él no lo puso el Güero, que quien lo puso es
Enrique Peña Nieto. Se olvida don Nazar, que el cargo que ostenta es una
instancia Estatal, y que quien manda en el Estado se llama MANUELVELASCO
COELLO. Así que debe andar de mamila y lo que debe hacer es ponerse a trabajar
y desquitar el jugoso sueldo que le están pagando. No ponerse a correr a gente
que no responde a sus intereses, como es el caso de Arbelín Ramos, expresidente
de Comalapa, quien se desempeñaba como Coordinador de FOFAES, que es una
instancia que está vinculada tanto con el Gobierno Federal como Estatal, a quien Julián lo corrió con mentadas de
madre, para poner a JOSE SACRAMENTO, quien es un incondicional y títere del amo
y señor del campo. Y como no, si aquí se manejan anualmente MIL MILLONES DE
PESOS.
Dicen, Mil veces, hubiese quedado el
Ing. SERGIO ZUART ROJAS, igual de gritón, pero es un hombre mucho más preparado
y con ideas que bien pudiesen beneficiar al campo chiapaneco. Pero palo dado ni
dios loquita.
No se necesita pues, ser adivino, ni
tener cualidades especiales, ni hurgar en expedientes secretos, ni que alguien
le pague a uno, para saber que el mata tigre, y lo advertimos también, que si
lo ungían como secretario, iba parecer chivo en cristalería. Lo dicho.
Ahora resulta que quienes le
pusieron el dedo para trepar al pedestal, no saben qué trompo se echaron a la
uña, pues todo el personal técnico y profesional, de la Secretaría a su cargo,
esos sí fueron a la Universidad, o ya de perdis, a la cuna de líderes, andan
igualitos que los acreditados y certificados por el Cisen en el Centro de
Confianza, ya que ambos bloques de profesionales, andan con el Jesús en la
boca, como decían las viejitas, porque en ambas instituciones, están amenazados
que si no se prestan a las consignas del Secretario y del Director,
respectivamente, deben firmar sus renuncias. Qué chingones, como si fueran unas
chuchas cuereras en sus respectivas responsabilidades.
En el caso del Talibán, la consigna
es la corrupción; el que no tranza, no avanza; son meros milperos: mil pa ti,
mil pa mí.
Claro que el personal profesional,
como quiera que sea, algo saben de la deontología, pero el Talibán qué.
Igualito al manuelito con minúscula, o como decía nuestro querido amigo Juval
Peña, igual de ‘p´ que la tuya pero sin tanto taca,taca… ahí lo miran.