NO SE OLVIDA
Por Armando
Rojas Arévalo
MARÍA INÉS: Desde luego, el 2 de
octubre no se olvida, pero el o los muertos que buscan -y seguirán buscando-
para mostrarlos en las calles como bandera, para reavivar el odio social que
nos tiene embrutecidos, por esta vez no los hubo. Los jóvenes disfrazados de “anarquistas” que
el miércoles trataron con sus disturbios
de provocar la muerte de alguien como ellos, ni siquiera habían sido concebidos
en el 68, y quizá ni remotamente sepan
lo que ocurrió en la negra noche de Tlatelolco. Yo sí la viví y me acompaña
como una pesadilla ha 45 años.
Mi número de cuenta en la UNAM es,
desde la prepa 1, la 6308526.
Ver cómo caían muertos algunos de
mis compañeros estudiantes universitarios en la Plaza de las Tres Culturas y
que corríamos atropelladamente sobre las baldosas donde yacían cuerpos
ensangrentados, para salvarnos de la lluvia de balas, es un episodio cruel que lo llevo embadurnado
en los ojos, y el dolor y la rabia a flor de piel.
Claro que no se olvida. Tenía
entonces 20 años y estaba por finalizar mis estudios en la Facultad de Ciencias
Políticas y Sociales. Mi novia, cuyo nombre omito por respeto, ya que es
docente de la UNAM y tiene una familia, formaba parte del comité de lucha. Por
la noche fueron a su casa y se la llevaron a rastras al Campo Militar número 1,
donde fue ultrajada.
Las cosas hoy están muy revueltas.
Los movimientos sociales están infiltrados por agentes de la violencia. Si
ellos, que son los mismos que aparecen en todas las manifestaciones
provocadoras, están plenamente identificados, ¿por qué el gobierno los tolera
tanto? ¿Por qué el miedo? ¿Quién o quiénes poderosos mueven los hilos de la
discordia? ¿A quién o quiénes el gobierno no quiere tocar o a quién o quiénes
quiere proteger?
¿Quién o quiénes pagan a los
autollamados “anarquistas” (que no creo sepan qué es anarquismo) ¿Quién o
quiénes se dieron el lujo de detallar por las redes sociales un día antes, cómo
atacar a la policía, qué armas usar para causar mayores daños?
El miércoles, grupos de jóvenes
autodenominados “anarquistas”, con los rostros cubiertos con paliacates negros y rojos se enfrentaron con
todo lo que tenían a la mano con los granaderos que custodiaban el centro
histórico. Los enfrentamientos se dieron principalmente en El Caballito y las
inmediaciones de la iglesia de San Hipólito. En esos hechos, la Cruz Roja
Mexicana atendió a un total de 50 personas lesionadas (entre ellas varios
reporteros), de las cuales tres tuvieron que ser trasladados al hospital
central de la institución, mientras que los otros 47 fueron atendidos en el
lugar; 32 policías resultaron heridos y más de 60 jóvenes fueron arrestados.
¡Claro, no se olvida!, pero la lucha
debe ser otra. No contra la sociedad, no contra el pueblo; no con palos, tubos
y bombas molotov, no con vandalismo. La lucha es otra, no por la vía de la
violencia, para cobrar con sangre las muertes de los jóvenes del 68.
Los jóvenes de aquel entonces
lucharon por la libertad de expresión y el diálogo. Lucharon contra un gobierno
corrupto, represor y autoritario. Esa fue una gran lección que lamentablemente aún
no hemos asimilado. Que su sangre sirva para desterrar las prácticas hediondas
de la corrupción y la impunidad.
La lucha es otra: Arraigar en la memoria
histórica y en conciencia de todos los mexicanos de hoy y el futuro, que los
jóvenes del 68 fueron masacrados por enarbolar causas justas y aún no se les ha
hecho ni caso ni justicia.
¿Qué con los 70 mil muertos del
sexenio pasado? ¿Qué con los más de 40 mil niños que quedaron huérfanos en una
guerra estúpida?
MIENTRAS TANTO, los maestros de la
CNTE no sólo no cumplen los pactos y su obligación de volver a clases, sino que
han radicalizado su estrategia. En varios estados han bloqueado la entrada y
salida de instalaciones de Pemex, donde las pipas cargan gasolina, para evitar
el suministro del combustible a las gasolineras, provocando las consiguientes
compras de pánico.
En Veracruz, por ejemplo, los
maestros no han regresado a dar clases pese a que suscribieron un convenio para
ello. En cambio, paralizaron ya varios tramos carreteros que impidieron la
salida de gente que iba a México y a Xalapa, ida y vuelta, provocando un caos vial.
Pareciera que el gobierno del estado suscribió los acuerdos con un sector de
maestros que no representa a todos.
DE OTRAS COSAS, PERO RELACIONADAS
con la corrupción, en Guerrero muchas comunidades siguen sin recibir apoyos. El
gobernador ANGEL AGUIRRE fue a Zontecomapa en su helicóptero, pero no
llevó nada, sólo palabras de aliento. En
Acatepec se encuentran almacenadas las despensas desde hace 15 y no las
reparten. En Acapulco hubo una trifulca y la gente desesperada abordó los
camiones que llevaban apoyos y los distribuyó entre los damnificados.
Siguen aislados 45 pueblos de La
Montaña. En Chilpancingo las familias en riesgo se niegan a abandonar sus casas
por temor a la rapiña. En los municipios de Chilapa, Tixtla y Ayutla hay
comunidades alejadas que no se han podido desalojar.
TE DIGO, EL HILO SE ROMPE POR LO MÁS
DELGADO.-LUIS WALTON, el alcalde de Acapulco, anuncia cambios en su
ayuntamiento, pero no por la catástrofe, dice. (Ajá) También se queja de que ni
del gobierno del Estado ni el de la Federación ha recibido “un quinto” para
hacer frente a las contingencias.
LOS POLÍTICOS DEBEN CUIDAR a sus críos
para evitar que usen estúpidamente las redes sociales y no digan o hagan tonterías.
Ahí tienes el caso de GRACIELA REYNOSO LÓPEZ, hija del exgobernador de
Aguascalientes, LUIS ARMANDO REYNOSO FEMAT, que hace unos exhibió en sus redes
sociales viajes a Dubai y bolsos lujosos de la exclusiva marca Louis Vuitton.
GRACIELA mandó fotos donde se le ve en lujoso yate y en lujoso departamento.
No es la primera vez que presume de
sus gustos. En 2010 hizo público el viaje que toda su familia realizó al
Mundial de Sudáfrica, durante 20 días. Mientras, su padre sigue huyendo por la
acusación que pesa en su contra de lavado de dinero y uso indebido del servicio
público. Además, LUIS ARMANDO REYNOSO LÓPEZ, hijo del exgobernador, es
investigado también por el delito de enriquecimiento ilícito.
OTRO JUNIOR es FABIÁN GRANIER MELO,
hijo del ex gobernador de Tabasco. La disfrutó a todo lo que daba cuando su
padre era el number one, comprando departamentos de lujo en Miami, ropa en Los
Ángeles y hasta un hotel en Can Cun, y hoy se le persigue
por enriquecimiento ilícito.
¡Esos hijitos!