JAVIER FIGUEROA
LIBERTAD DE
EXPRESION, SANGRE VERTIDA POR TI
¡Mentira Constitucional. Falacia!
Concepto que destila olvido y que escurre sangre. Artículo Sexto
Constitucional.
Me niego, no acepto siquiera tomar
un sorbo de nada en tu nombre, simplemente porque no existes y duele en la
carne desollada y vejada tu inexistencia.
Mi copa está vacía. Carente, en
espera, llena de aire pero vacía de justicia.
Por eso hoy me embriago en los charcos aun vivos y
reclamantes que forman la sangre de los que se han ido, de los que una noche
salieron y se encontraron de cara con la muerte, apenas alcanzando el amanecer.
Con ellos me embriago hoy. A través
de mis muertos recorto el perfil de Tuxtla, tierra de todos, tierra de siempre,
tierra de cualquiera, menos de los chiapanecos.
Déjenme enterrar la cordura en el brindis amargo con aquellos
que antes que yo, encararon con fuerza la única verdad, la que se escribe en la
ausencia; porque ellos ya no están, porque debes saber que esta sangre es la que ablanda el piso y hace que caigan
los poderes.
Te miro de frente, no siento ningún
respeto por tu investidura. La sangre señor Gobernador, reclama sangre, y esta
de la que te hablo aún está fresca. La sangre de la que le hablo señor
Presidente, cae gota a gota del asta de todas las banderas del país.
No tengo miedo, porque estoy
erguido ante mí mismo, ante mis hijas.
Con el furor y la vergüenza.
LIBERTAD DE EXPRESIÓN… que triste
hilacho, medio entendido a medias, difundido
y espléndidamente remunerado en
su funeral.
Hoy por eso yo no brindo, me quedo
así, con la copa llena de vacío, simplemente esperando JUSTICIA.