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lunes, 22 de abril de 2013

BRÙJULA POLÌTICA


La dialéctica del hambre.
Víctor M. Cruz Roque
            El fenómeno del  hambre en México es una especie de fotografía en movimiento que registra el estado de indefensión socioeconómica en que se encuentran millones de personas,  producto de la mala distribución de la riqueza y de la ausencia de políticas públicas eficaces que impiden el desarrollo de la sociedad con equidad, justicia y democracia. Si aceptamos que la carencia elemental de satisfactores primarios-alimentación en primer lugar-ha producido el actual estado de cosas en nuestro paìs, necesariamente tenemos que aceptar que ha fallado en sistema político que nos rige.
Por eso, para detener este flagelo que amenaza con extenderse, lo primero que habrá de revisarse y corregirse son las causas, el origen. El hambre entonces posee una dialéctica explícita, que cabe en una de las definiciones que nos ofrece la RAE, y que nos ilustra que se trata de una “Serie ordenada de verdades o teoremas que se desarrolla en la ciencia o en la sucesión  y encadenamiento de los hechos”. El hambre entonces,  es el resultado de, y consecuencia lógica que posee causales y orígenes.
LA CRUZADA NACIONAL CONTRA EL HAMBRE.
            Es bueno saber que se reconoce oficialmente que existe hambre y que posee dimensión nacional. Y es bueno saber también que en su retorno al poder central del paìs, el PRI hace suya esta lucha para mitigar los efectos de la carencia de alimentos, que se convierte en cíclica porque nutre y potencializa a su vez otros problemas igualmente catastróficos para la buena marcha institucional del paìs.
            Esto significa que el hambre que hoy padecen millones de mexicanos-34, según las cifras más conservadoras—no emergió por generación espontánea ni es producto de castigo divino alguno, como tampoco es destino inherente a la modernidad.
            Llegó el momento entonces de descalificar las tesis más recurrentes que elaboran precisamente  quienes padecen hambre o en el peor de los casos quienes la provocan: “Que ya somos muchos y ya no alcanza para todos”; “Que es producto de la irresponsabilidad de quienes no trabajan”; “Que son señales de que ya se acerca el fin del mundo”, y otras de la misma contextura falaz.
            De entre las voces que más se acercaron a explicar la fenomenología del hambre, se destaca la del ex presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva, quien aseguró en Navenchauc, Zinacantàn, que: “El hambre no existe por falta de dinero ni por falta de producción agrícola o por falta de tecnología, el hambre existe por falta de vergüenza de gobernantes en el mundo que no se preocupan por el bienestar de los pobres”. Podemos agregarle que “falta de vergüenza” es ausencia de sentido de bienestar social; conducción endémica por vías de corrupción en la clase política que nos gobierna; espacios de impunidad y privilegios para los menos; dotación sistemática de complicidades; abusos como métodos de ejercicio del poder; líneas mal escritas de democracia y justicia social y falta de compromisos para ejecutar los mandatos de la constitucionalidad que nos rige.
            Si el objetivo central entonces de la Cruzada Nacional es acabar con el hambre en México, de inicio y con la dotación del pescado es necesaria la enseñanza de la pesca en aguas propicias donde todos puedan hacerlo en igualdad de condiciones.
            Si se acepta que el hambre es una deuda histórica que se posee con millones de mexicanos, inevitablemente se tiene que exigir que la paguen los deudores. Omitir lo anterior, invariablemente convierte en cómplices a los permisionarios de tan evidente incumplimiento de justicia.
            Por otra parte  el texto constitucional vigente es claro: el tercer párrafo del artículo 4º dice textualmente que “Toda persona tiene derecho a la alimentación nutritiva, suficiente y de calidad. El Estado lo garantizará”, esto significa que la máxima expresión que conjunta sociedad, territorio y gobierno ha fallado hasta hoy.
LA REALIDAD NACIONAL.
            La concesión de los beneficios de la duda que muchos mexicanos le está dando al Presidente de la República Enrique Peña Nieto, pasa por el beneplácito que generó primero, el llamado Pacto por México, suscrito con las principales fuerzas políticas del paìs;  posteriormente por las reformas estructurales que ha planteado, de entre las que ya se han concretado destaca la educativa y va por la energética, laboral, hacendaria y de comunicaciones. El golpe dado al cacicazgo sindical  mas despreciado por los mexicanos—el del SNTE--le redituó al mandatario avances sustanciales de confiabilidad, y con respecto a la Cruzada Nacional contra el Hambre, pocos son los argumentos en contra que se han esgrimido, porque posee un diseño teórico efectivo, falta conocer los alcances en la realidad, en los hechos.
            Tiene razón Luda da Silva cuando afirma que “el pobre no tiene paciencia”, y el hambre menos. Esto es, que de la mano de un estómago vacío a la posibilidad con buena dosis de certeza de que se busquen alternativas para subsanarla, y es cuando los pobres con hambre voltean su mirada hacia la delincuencia, cuyo azote representa el extravío de la institucionalidad y del estado de derecho, y de ahí a la ingobernabilidad. La muestra fehaciente de que la sociedad ya se encuentra en ésta fase son las llamadas “guardias comunitarias” que han aparecido en varias entidades del paìs, que no están alejadas de las motivaciones de lo que es una guerra civil, solo que aquí concurren elementos de sobrevivencia y de negación total de la efectividad de la justicia y de las formas genuinas de convivencia social. 
            A este estado hemos llegado ya, y por ello se requieren le medidas urgentes con capacidad resolutiva para aminorar el hambre que padecen millones de mexicanos. Lo dijo aceptablemente Peña Nieto en Navenchauc, hoy es necesario “ocuparnos del tema que ética y moralmente debe estar en la prioridad de toda política: revertir los escenarios de pobreza, de rezago social y lo más lacerante: el hambre.”
            Esta es una exégesis del hambre, sus raíces y lo que representa hoy para México y para Chiapas, en pleno siglo XX1.
            vmcruzroque@hotmail.com