Laura Ruiz Espinosa.
Tapachula, Chis; FEB. 27
(interMEDIOS).- La construcción de las presas hidroeléctricas para el supuesto
aprovechamiento del recurso como el agua, así como la generación de energía
eléctrica a nivel mundial, han generado una serie de problemas e impactos de
diversas índoles como físico, social, económico, político y ambiental, ante
esta preocupación la sociedad civil declaró puntos fundamentados en contra de
la mini hidroeléctrica de Chespal, que afecta considerablemente a los
municipios de Tapachula y Cacahoatán.
En rueda de prensa, el Presidente
del Mundo Cultural de Izapa A.C., Tomas Abelino Becerra declaró que el
establecimiento de este tipo de obras de
infraestructura, al justificar su construcción parecieran tener
mayores beneficios que efectos negativos; sin embargo
la edificación de estas murallas en distintas cuencas a nivel nacional y
planetario, causan situaciones complejas y por lo regular, adversas.
Agregó que ésta mini hidroeléctrica
según las investigaciones por esta Asociación Civil se deforestara en dos tipo
de tierra, una que produzca café y la otra en el bosque forestal, lo que
tomara una longitud de 4.5 km como amortiguamiento del parque nacional en la
reserva de la biosfera Volcán Tacana, lo que implicaría un peligro para la
flora y fauna que este alrededor de esta zona.
“Del lugar de captación del agua al
cuarto de maquinas hay un desnivel aproximado de 170 metros, el rio en ese
tramo de 4.5 km ó más va a quedar casi seco, lo que se considera que en épocas
de lluvias causara una erosión de mil toneladas por cada hectárea anualmente,
aunque según los representantes de las empresas aseguran que solo trabajaran en
siete hectáreas, por lo tanto, se producirá 7 mil toneladas de lodo por año,
aunado a eso ellos dicen que reforestaran durante 10 años en la zona alta, pero
el peligro está en que ese lodo bajara a los manglares y estos van a quedar
azolvados, lo que implica que la producción de camarón y fauna silvestre de los
manglares está en peligro de extinguirse rápidamente”, explicó.
Abelino Becerra mencionó que cuando
se lleva a cabo cualquier tipo de modificación en el paisaje natural por parte
del género humano, es poco común que pueda restablecerse principalmente cuando
se interrumpe la dinámica biótica y abiótica de la propia naturaleza; reveló
que en el proyecto de la hidroeléctrica Chespal los supuestos especialistas al
parecer no tienen en cuenta el impacto ambiental en la zona de manglares donde
desemboca el rio Coatán, pues con todas las modificaciones que harán
durante 36 meses (tiempo que dura la construcción del proyecto) afectaran
a más de siete hectáreas como lo tienen contemplado.
Señaló que estas empresas pretenden
enriquecerse en tierras chiapanecas, puesto que la empresa tiene la intención
de generar 75 empleos para la obra de construcción con los habitantes de la
localidad; sin embargo el Presidente del Mundo Cultural de Izapa añadió que
estas acciones son una tomada de pelo a todos los habitantes de Chiapas, ya que
los únicos beneficiados con este proyecto son el personal especializado que
contrataran foráneos y con ello erosionar los suelos de la biosfera Volcán
Tacana y aumentar las afectaciones del cambio climático.
Por ello hicieron un llamado a la
Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), a la Secretaría de Medio Ambiente y
Recursos Naturales (Semarnat), a las autoridades municipales tanto de Tapachula
como de Cacahoatán, para que revoquen los permisos solicitados por esta
empresa, ya que su construcción lejos de beneficiar solo afectara la
sustentabilidad del medio ambiente, las cuencas y el oxigeno que respira la
flora, fauna y seres humanos que habitan en Chiapas. (interMEDIOS rrc).
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