Acá entre nos
Alejandro Moguel
Foto composición: Laura Arango |
RIDÍCULO LLAMAR "SEPARACIÓN AMISTOSA" LA RUPTURA PRI-PANAL
ES PLEITO; ÉLITE TRADICIONAL DEL PRI FRENÓ A LA MAESTRA
Ya lo advierten
a cada rato los filósofos modernos de la política, por decirlo de una manera
irónica, aunque debiera uno decir ¿politólogos?, que en eso de la política no
hay nada escrito que deba cumplirse al pie de la letra o también que nunca
habrá comicios iguales a los anteriores, un proceso electoral en este caso.
Viene a cuento
por la repentina e inesperada ruptura –ridículamente llamada “separación
amistosa”- de la pretendida alianza de intereses mutuos entre Elba Esther
Gordillo Morales y Enrique Peña Nieto, que muchos ya daban por “poderosísima”,
a juzgar por el peso mediático coyuntural que uno tiene y la fortuna
político-monetaria- que tiene amasada la otra.
No puede haber
una “separación amistosa” cuando para Enrique Peña Nieto está en juego la
presidencia de la República, y ésta podría ser la última oportunidad que tenga
el PRI de recuperar Los Pinos, y cuando está en juego también conservar el
registro del Partido Nueva Alianza el cual, hay que decirlo, si va solo poco
podrá hacer para mantener el famoso 2 por ciento de votación nacional, pues
nació como un partido satélite y para satisfacer intereses de la profesora Elba
Esther Gordillo Morales quien había prometido impedir la llegada de Roberto
Madrazo Pintado a Los Pinos y “lo cumplió”, según se jactó ella misma después
de los comicios de 2006.
Es un hecho
real: ella hizo ganar al panista Felipe Calderón Hinojosa, en venganza porque
un año antes grupos afines a Madrazo, incluido Manlio Fabio Beltrones, lograron
la expulsión del PRI a la dirigente vitalicia del Sindicato Nacional de
Trabajadores de la Educación (SNTE).
Las causas
precisas del rompimiento del viernes reciente habrán de conocerse muy pronto,
aunque muchos ya lo han tratado de entender de alguna manera: que el cúmulo de
ambiciones personales y de poder político de la chiapaneca fueron frenados por
la élite tradicional del tricolor, llamada también “nomenclatura”, que está
ganando terreno cada vez más al interior de ese partido después de la salida de
Humberto Moreira, amigo personal de la maestra, y quien ya había
comprometido muchos espacios, desplazando a distinguidos cuadros priistas.
El viernes 8 de
noviembre de 2011, todo era miel sobre hojuelas sobre el escritorio de la
profesora Gordillo.
Había estampado
su firma al convenio de coalición entre el PRI-PVEM-PANAL, para presidente de
la República y parcial para legisladores.
El tricolor,
cabeza de las negociaciones, había entregado al PANAL 24 candidaturas a
diputados federales y cuatro senadurías, de las cuales, una sería para la hija
de Gordillo, Mónica Arriola, y la otra para su yerno, Fernando González.
También habría
coalición en 10 fórmulas para el Senado. El Panal postularía candidatos de la
primera fórmula en Chiapas y de la segunda en Nayarit, Sinaloa y Puebla; el
PVEM encabezará la primera fórmula en Quintana Roo y el Distrito Federal, y
contenderá en la segunda en el estado de México, Jalisco, Zacatecas y Veracruz.
Los partidos
Revolucionario Institucional (PRI), Verde Ecologista de México (PVEM) y Nueva
Alianza (Panal) firmaron un convenio de coalición para contender juntos por la
Presidencia de la República y en forma parcial por cargos del Poder Legislativo
(126 distritos y 10 fórmulas al Senado), con el eslogan Compromiso por México.
La distribución
de los espacios generó una crisis al interior del tricolor, ya que priistas de
Chiapas, Sinaloa, Puebla, Jalisco y el Distrito Federal protestaron
públicamente por los términos del convenio.
En el ex
convento de San Hipólito, con la presencia de un puñado de connotados priístas,
se firmó el convenio que al día siguiente, sábado 9 de noviembre, fue
registrado ante el Instituto Federal Electoral.
Moreira destacó,
en ese entonces, que como ejes articuladores de la plataforma conjunta
destacaban el combate a la pobreza, cuya incidencia se acentuó en años
recientes, la promoción del empleo y las políticas educativa y ambiental.
¿Dónde habrán
quedado ahora esos preceptos tan generosos para los mexicanos más jodidos del
país?
FESTEJOS
Amigos y
familiares de Florentino Pérez nos reunimos el sábado antepasado, en su casa de
Berriozábal, para celebrar su cumpleaños y en esta ocasión, además, para ver
nacer dos textos de la autoría del propio cumpleañero.
Llegamos Óscar
Palacios, nuestra amiga Yesenia, y yo, cuando la fiesta había empezado y cuando
Florentino estaba sentándose a la mesa de honor y, de paso y sin haber saludado
a nadie aún, Óscar ocupó su lugar en el presidium, en el amplio jardín que ha
servido de escenario de esos festejos desde hace varios años.
Empezó Antonio
Durán quien habló en forma extensa de “Miradas al País de las Maravillas, la
Libertad sin Condiciones”, una compilación de ensayos de varios y reconocidos
autores, un mérito del autor, a juzgar por el propio presentador, por la
calidad y variedad de los textos y sus escritores.
Después tocó el
turno a Óscar Palacios sobre “Cartas de Ausencias Tristes” y su participación
fue centrada en resaltar la inclusión de Florentino Pérez en la literatura, un
tema apasionante, sobre todo para la mayoría de quienes estaban presentes en
dicho convivio.
Al final, tomó
el micrófono Juan Esteban Gutiérrez, el famoso “Tigre” quien improvisó un
discurso enaltecedor hacia el autor de los textos mencionados antes, la amistad
que los une a ambos y a la importancia de haber empezado el festejado en ese
ámbito de la creatividad e intelectualidad humana.
ZOÉ Y LOS CHIMALAPAS
Tiene razón Zoé
Robledo al afirmar que no hay razones para empezar un diferendo político entre
Chiapas y Oaxaca por los límites entre ambas entidades.
El presidente de
la mesa directiva del Congreso del Estado de Chiapas, Zoé Robledo Aburto
declaró que no hay razones fundamentadas para que el gobierno de Oaxaca haya
presentado una controversia constitucional ante la Suprema Corte de Justicia de
la Nación (SCJN, por la supuesta invasión de Chiapas a territorio de esa
entidad vecina, debido a que los límites territoriales fueron establecidos casi
desde el nacimiento de la nación mexicana.
Es preciso
recordar que la problemática social de la zona de Los Chimalapas, lleva
alrededor de cuarenta años y sus efectos, elevados muchas veces a un conflicto
entre los pobladores de Santa María Chimalapas y de “Gustavo Díaz Ordaz”, han
subido de tono en múltiples ocasiones.
Se requiere de
un esfuerzo institucional de ambos gobiernos para poder llegar a acuerdos que
calmen los ánimos entre los chiapanecos y oaxaqueños, mexicanos todos, quienes
son, por vivir unos cerca de otros, quienes viven en latente riesgo de llegar a
enfrentamientos corporales que podrían terminar en hechos lamentables.
Esperemos que
ahora, como ha ocurrido antes, prive la civilidad y que pronto las aguas
vuelvan a la calma, por el bien de todos.
Email:
alexmoguels@hotmail.com
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