CONGRESO
DEBE FIJAR LIMITES A CASAS DE EMPEÑO
*El poder legislativo
de Chiapas debe estudiar de inmediato el marco legal que rige a las casas de
empeño; la falta de precisión normativa permite a los agiotistas cometer abusos
en el cobro de porcentaje de intereses, almacenamiento y el valor del préstamo
de la prenda.
PERIODICO ESCENARIO
Ante las utilidades desproporcionadas
que las casas de empeño obtienen por su servicio, el Congreso del Estado debe
avocarse de inmediato a estudiar el marco legal que rige a estas empresas y
fijar límites a los intereses que cobran
que van en detrimento de la economía de los consumidores.
Y es que en la actualidad la carencia de reglas de operación para la
apertura de estos negocios así como también la ausencia de un tope para el
cobro de intereses permite a estos
negocios agiotistas maniobrar impunemente los porcentajes de interés,
almacenamiento y el valor del préstamo de la prenda.
En la Costa y Sierra de Chiapas, la
mayoría de los municipios no escapan de tener en su geografía al menos cuatro
casas de empeño a consecuencia del bajo poder adquisitivo de los salarios y la
falta de empleos.
Sólo en el primer cuadro de la ciudad de
Tapachula existen más de 30 de ellas, sus vitrinas y anaqueles exhiben gran
cantidad de aparatos electrodomésticos, equipos de
computación y telefonía celular y de sonido que están a remate y que no fueron recuperados
a consecuencia de los voraces intereses
que cobran y que van del 10 al 21 por ciento mensual aunado al limitado
número de refrendos que ofrecen que imposibilitan su recuperación.
Alhajas y una gama de enseres son empeñados a menos del 40 por ciento del
valor original con el sentimiento de que
en su mayoría no serán recuperadas y puestas a la venta.
En lo que va del año, del total de
empresas verificadas por la Procuraduría Federal del Consumidor el 40
por ciento de ellas se les ha impuesto multas o medidas de carácter
administrativo como la colocación de sellos de advertencia al consumidor o la
inmovilización de básculas por violar incisos que marca la norma oficial.
Muchos de estos negocios exhiben tablas que muestran el Costo Anual total del Interés llamado CAT;
sin embargo, las cantidades que exhiben no coinciden con lo que cobran en la realidad,
La subdelegación Tapachula de la
Profeco, cuya jurisdicción cobertura a 22 municipios de las zonas Costa y
Sierra de Chiapas ha verificado durante el 2011
30 de las 120 casas de empeño, muchas de ellas han sido sujetadas a
procedimientos.
Asegura que la falta de regulación y las
cuantiosas ganancias que genera el dinero en renta han fortalecido el
surgimiento de nuevos establecimientos.
Hasta
hoy, la Procuraduría Federal del Consumidor sólo ha receptuado 12
denuncias en lo que va de este año; la apatía de los consumidores no ha
permitido denunciar los abusos que cometen las casas de empeño.
Dijo
que el consumidor además de perder sus bienes, a veces con valor sentimental, prefiere
no denunciar porque con ello evidencia
su precaria situación económica y teme “al que dirá la sociedad”.
LOS
REFRENDOS JUGOSAS GANANCIAS
La Profeco considera que urge establecer reglas para que estos
negocios que rematan los bienes
empeñados pongan a disposición el remanente o en caso de no ser reclamado por
el consumidor sea entregado a
instituciones de beneficencia pública o desarrollo social.
En el caso de los refrendos se debe establecer un tabulador máximo que
permita recuperar los bienes, ya que su
fijación a libre albedrio provoca la
pérdida de los bienes empeñados.
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