•Desde la firma del acuerdo comercial, hace 23 años,
han desaparecido en México 680 mil pequeños productores
Comunicado.
El modelo de producción e
industrialización de leche de vaca en México, impuesto hace 23 años cuando se
formalizó el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), se
convirtió en el martirio para más de un millón de pequeños y medianos
productores, con el resultado de que, en ese periodo, desaparecieron del mapa
de productores 680 mil familias y 400 mil empleos directos e indirectos.
Álvaro González Muñoz, presidente del
Frente Nacional de Productores y Consumidores de Leche, que agrupa a los
pequeños ganaderos lecheros de 20 estados del país, manifestó entusiasmado que
“si antes de la era de Trump la revisión de intercambio comercial con Estados
Unidos y Canadá, en particular en leche y sus derivados era necesaria, en los
tiempos actuales es indispensable, porque la devaluación del peso respecto del
dólar y las importaciones excesivas del producto en polvo, aprietan el cuello
paulatinamente a nuestros productores”.
Como es del dominio público, las
importaciones de leche en polvo no son de leche auténtica, sino que nos llega
descremada; es decir, sin sus ingredientes nutritivos naturales. Se trata de un
subproducto y de ‘fórmulas lácteas” que ingresan a nuestro país con la anuencia
de las autoridades de Economía y de Salud. “Profeco y Cofepris no realizan su
trabajo de revisar calidad y sanidad”, enfatizó el dirigente.
“Es inexplicable que instituciones mexicanas
ofrezcan todo tipo de facilidades comerciales que se dan a industrias y cadenas
comerciales de base norteamericana, para que nos sigan vendiendo derivados lácteos
que en los Estados Unidos, principalmente, son subproductos y sobrantes de
empresas productoras de quesos, así como de alimentos para infantes.
Las importaciones de leche en polvo
aumentaron de manera extraordinaria, con efectos letales para la industria
lechera nacional. En los últimos años el nivel de importaciones llegó a 562 mil
toneladas en diferentes tipos de lácteos: leche en polvo enriquecida con grasas
vegetales, minerales y proteínas –todo artificial—mientras que los mexicanos
enviamos “la fabulosa cantidad de 7 por ciento de productos lácteos”
Calificó de “brutal” el desbalance
comercial solamente en la relación entre México y Estados Unidos. Es de 93 por
ciento que les compramos y les vendemos 7 por ciento, con la diferencia de que
los mexicanos aceptamos todo tipo de productos y revolturas, sin que “jamás se
haya regresado a su lugar de origen, ningún cargamento por no cumplir las
normas de calidad, sanidad y los protocolos”.
En cambio, los norteamericanos son muy
exigentes en estos rubros y además cobran aranceles especiales por movilización
de bienes y mercancías, en tanto que los mexicanos perdonamos todo tipo de
costos que tengan que ver con esas obligaciones.
Álvaro González Muñoz expresó su confianza
de que las autoridades mexicanas que negociarán nuevas relaciones comerciales
con Estados Unidos y Canadá, lo hagan tomando en cuenta las denuncias
permanentes que los productores mexicanos hacen cuando se violan protocolos o
aranceles que, en determinado grado, dañan las condiciones económicas que
regularmente son en contra de los mexicanos.
El valor de los productos lácteos que
compra México anualmente, son del orden de 2 mil millones de dólares, con lo
cual se benefician miles de productores norteamericanos. “Si se destinaran esos
recursos que salen del país en divisas, para impulsar a los productores
mexicanos, seguramente que se cancelarían las importaciones de leche en polvo y
los consumidores mexicanos resultarían beneficiados con productos de calidad,
sanidad y con la certeza de que se trata de productos auténticos”.
Finalizó al señalar que los funcionarios
mexicanos deberán llegar a la mesa de negociaciones con la seguridad de que el
presidente Donald Trump “chilla por todo” y no justifica sus dichos de que el
TLCAN es un acuerdo ‘nocivo’. “Seguramente se ha de referir al efecto que ese
tratado ha causado a varios de los sectores productivos mexicanos, en el caso
particular de los productores lecheros”.
Sólo como dato adicional, añadió González
Muñoz, en los tres primeros meses de 2017, las importaciones de leche en polvo
y derivados lácteos, han aumentado en 76 mil 681 toneladas, respecto del nivel
de compras de 2016.
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