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#NuestraVoz
Personalmente, siendo ya secretario del Campo de
Chiapas, José Antonio Aguilar Bodegas acompañó a su amigo Marden Camacho Rincón
al despacho Fernández de Cevallos en la Ciudad de México para exigir detener la
defensa de los hermanos Jorge y Enrique Camacho Rincón. El propósito:
despojarlos de todas las sociedades comerciales en torno al grupo comercial
Avimarca.
En una rueda de prensa que sufrió intentos de boicot
por parte de los operadores de comunicación de Aguilar Bodegas, Carina Camacho,
hija de uno de los perseguidos, aseguró ante los representantes de los medios
de comunicación que su tío Marden, con el apoyo e influencias de Josean, quiere
quedarse con todas las empresas, no importando el daño causado a sus hermanos
de sangre.
El apoyo incondicional de José Antonio, presunto
precandidato a la gubernatura de Chiapas por el PRI en 2018, es a cambio de
financiamiento para su proyecto político. Las empresas vinculadas al grupo
comercial Avimarca generan miles de empleos y millones de pesos en utilidades, de
ahí la ambición, no obstante el riesgo de quedar expuesto y que su aspiración
se trunque. El tráfico de influencias es inocultable.
Mucho esfuerzo y mucho gasto ha tenido que hacer la
oficina de Aguilar Bodegas para acallar en los medios de comunicación este caso
que echa por tierra la imagen de servidor público decente, eficiente y con
experiencia que han querido vender del perdedor de las elecciones de 2006.
Apenas unos días atrás, el propio gobernador Manuel Velasco Coello elogió su
desempeño, sin sospechar que días después la familia Camacho rompería el
silencio.
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