· A pesar que las ventas no son tan buenas,
aún es negocio ofertar los artículos para su realización.
Laura Ruiz Espinosa.
Tapachula, Chis; ENE. 13
(interMEDIOS).- Entre
las tradiciones católicas se encuentran las sentadas del Niño Jesús, según la
religión comienzan desde el 24 de diciembre con el nacimiento y se prolonga
hasta febrero con el día de la Virgen de Candelaria; sin embargo, se resiste a
morir a pesar de múltiples factores, entre los más comunes se encuentra los
efectos de la crisis económica hasta el cambio de religión de muchos católicos.
Como cada mes de diciembre y
principios de año, aparte de los artículos navideños en los mercados y otros
lugares también se venden las figuras de yeso o resina para recrear el
nacimiento del niño Jesús. Una de las tradiciones más arraigadas en nuestro
país y en varias partes del mundo es sin duda las sentadas del Niño Dios.
De diferentes tamaños y precios, se
pueden observar a José, María, el burro, el buey, el ángel, la estrella, las
ovejas, los pastores, los tres reyes magos, el pesebre y el principal, el niño
Jesús. Este último, el más buscado y el más vendido cada temporada decembrina o
al menos así era hasta hace algunos años, según contó María del Carmen Mayorga
Molina, dedicada a la venta de los artículos desde hace 28 años en el mercado
San Juan en esta ciudad.
En su local hay toda una variedad de
niños Dios vestidos como el Niño de Atocha, el Arcángel Gabriel, Miguel, de
doctor, peregrino, San Charbel, Papa Juan Pablo y todo un sinfín de opciones,
depende del gusto de las personas y lo principal a precios accesibles, desde 70
hasta 400 pesos según los ropones conocidos de fabrica(Sic), pero también los
hay económicos de costurera entre los 50 hasta los 200 pesos y varia el tamaño
del niño.
Tradición que se
Resiste a Morir
Para un ama de casa, Hortensia Pérez
Alfaro dijo que la
tradición ha quedado establecida dentro de las creencias en varias partes del
mundo; por ello ahora la entrega o sentada del niño Dios continúa, además son
cientos de creyentes que arriban a centrales de abasto para acondicionar
riscos, la vestimenta y su rehabilitación de llegar a requerirse, todo ello
para continuar con dicha tradición católica.
Detalló que hace diez años aun
estilaba realizar sentadas con una variedad de bocadillos e invitaba a los
amigos, vecinos, familiares, entre otros; añadió que la verbena popular se
transformó en una tradición familiar en las ultimas(Sic) temporadas, pues la
crisis económica pretende acabar con esa costumbre, pero los creyentes se
resisten a dejarla morir.
Con el paso de los años, mencionó
que busca formas atractivas para reforzar la tradición, con tal de mantener
viva la creencia, pues el conmemorar ésta festividad es sinónimo de gastos
excesivos y muchas de las veces ya no alcanza para ofrecer tortas, tamales,
hojuelas, dulces, refresco o algún otro aperitivo a los invitados. (iM
rrc).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario