Por:
Gonzalo Egremy
¡SIN TEMOR A VIRUS DE CHINA!
+A raíz de la aparición del llamado
Coronavirus, aquí los comensales no tienen miedo a la comida de restaurantes de
origen oriental.
+De acuerdo con diversidad de fuentes,
el mal que ha matado a muchos chinos y enfermado a más, tiene su origen en la
ingesta de raros animalitos.
.-Más allá de que el denominado
“Coronavirus” sea solo argumento de la guerra comercial entre los Estados
Unidos y China, o una verdad sobre el gran número de enfermos y muertos por ese
mal, aquí la gente no le preste ni el mínimo interés.
El gran número de restaurantes de comida
china, diseminados por los cuatro puntos cardinales de esta ciudad y de otras
más de la región, siguen abarrotados diariamente quizá por los bajos precios de
los platillos.
Aun cuando por diversos medios
(televisivos, radiofónicos, escritos, y sobre todo en las redes sociales)
supuestos expertos en el tema, indican que el Coronavirus surgió por la ingesta
de murciélagos o de otros animalitos (ratas, perritos y gatos) en una localidad
de China, en la zona los comensales no prestan oídos a esas hipótesis.
Bueno, ni siquiera dejaron de acudir a
los restaurantes de comida china cuando en marzo del 2015, el gobierno local de
Tijuana, Baja California, “clausuró seis restaurantes, por diversas
irregularidades en su operación”.
“En un restaurante (de comida china)
cocinaban a un perro, y adentro del establecimiento tenían a varios canes
(vivos) más enjaulados”, difundieron diversos medios de comunicación.
El director de inspección y verificación
del Ayuntamiento Municipal (en esas fechas, en Tijuana), José Antonio Olivas,
señalaba la información, dio a conocer la clausura de las negociaciones antes
mencionadas, entre ellas, la denominada “Nuevo Yong Li”.
Todo lo anterior, y más, fue tema
central entonces en redes sociales, convirtiéndose en tendencia, y hasta
algunos medios impresos lo publicaron.
Los que gustan de la comida asiática en
Tapachula y la región, en aquella fecha como ahora, siguen acudiendo a no menos
de doscientos negocios de “comida china” en la zona, y no tienen la mínima
suspicacia de que igual que en Tijuana, algunos podrían estar engañando al consumidor
con productos cárnicos “no tradicionales”.
No existe desconfianza al presunto
descubrimiento de que en varios negocios de esa clase de comida, el platillo es
más barato que los tradicionales tacos.
Muy pocos usuarios de Facebook y Twitter
tienen sospechas de que lo económico de la comida china es por productos “cárnicos
usados”.
Lo cierto es que desde el año 2010, en
Tapachula, Ciudad Hidalgo, Cacahoatán y Huixtla, se incrementaron los negocios
de comida china.
De acuerdo con integrantes de la Cámara
de la Industria Restaurantera, “los dueños de esas negociaciones no están
adheridos a esta organización”.
Agregaron que “efectivamente desde el
2010, personas con rasgos orientales (declinó la fuente precisar si se refería
a Chinos, porque explicó que podrían ser koreanos, tailandenses, filipinos o de
otra nacionalidad), han abierto negocios de comida por los cuatro puntos
cardinales de esta ciudad”.
Tras solicitar la omisión, dijeron que
desconocen si los restaurantes de comida china reúnen los permisos mínimos que
exigen las autoridades para operar un negocio de esa clase, y si el Municipio o
la Secretaría de Salud los verifica si
realmente están expidiendo comida elaborada higiénicamente.
Los restaurantes de comida china, tanto
en Tapachula (al menos medio centenar) como, en menor número, en localidades de
la región fronteriza Soconusco-Costa, fueron establecidos desde la década de
los sesentas.
Desde hace unos doce años el número de
restaurantes, con personas de rasgos asiáticos, se ha incrementado en mucho en
esta ciudad.
En las plazas comerciales los citados
negocios compiten, y tienen bastante clientela, con restaurantes de comida
nacional o de otros países.
En el 2011, Jorge Durand, escribió en La
Jornada: “El lector habrá percibido que en los últimos años el número de
restaurantes chinos se ha multiplicado de manera notable.
En efecto, en la calle Madero, principal
avenida peatonal del Centro Histórico (Ciudad de México) hay un par de
restaurantes nuevos, que no son del tradicional modelo capitalino conocido como
el café de chinos.
Por 50 o 60 pesos se puede comer bien y,
sobre todo, abundante, lo que para tiempos de crisis no está mal. Este costo
equivale a tres tacos de bistec bien servidos y un refresco en la taquería más
famosa de Tlalpan, los Tacos Express, de la avenida San Fernando.
La inmigración china es de dos tipos:
trabajadores y comerciantes. Los trabajadores son muchas veces manejados con el
sistema de trata y tienen que trabajar muchos años para pagar la deuda
contraída por haber emigrado.
En el caso de Estados Unidos, un
inmigrante trabajador chino debe pagar entre 40 mil y 50 mil dólares por el
viaje y el servicio completo. La deuda la tienen que abonar con trabajo
semiesclavo a lo largo de una década.
En México ha empezado a suceder lo
mismo. Hace un año se denunció al chino estadunidense Edward Chien Chi Chien,
propietario de la fábrica de sandalias Noteplastic, en Escobedo, Nuevo León,
por tener retenidas a seis personas de nacionalidad china que trabajaban y
vivían en su fábrica sin pagarles salario. Les había quitado el pasaporte y la
visa FM3 que él mismo les había tramitado”, hasta ahí parte de aquella nota.
Como se puede apreciar, la aparición de
negocios de comida china no es solo en esta región, sino en varias ciudades del
país; pero a raíz del actual Coronavirus y lo descubierto en 2015 en Tijuana,
quizá los comensales continúen indiferentes a lo que consumen, ¿no cree usted?//Salud.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario