
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.- La Secretaría de Seguridad
y Protección Ciudadana, a través de la Subsecretaría de Ejecución de Sanciones
Penales y Medidas de Seguridad y en coordinación con el Colegio de Bachilleres
de Chiapas, montó una exposición de artesanías penitenciarias en el edificio de
dicha institución. Lo vendido será para ayudar a la reinserción social de las
personas privadas de su libertad.
El listón inaugural fue cortado por la directora
general del Cobach, Nancy Leticia Hernández Reyes. Alrededor del espacio
central ubicado a la entrada del edificio que alberga la dirección general, se
distribuyeron las artesanías: servilleteros con motivos frutales y personajes
de caricatura infantil, cuadros, marimbas y hamacas en miniatura, cestos de
mimbre y sin faltar las solicitadas hamacas para toda la familia.
Lo que se busca es ser un puente entre estos
peculiares artesanos y la sociedad consumidora, por lo cual personal de la
Subsecretaría de Ejecución de Sanciones Penales y Medidas de Seguridad, busca
lugares estratégicos para ofertar los productos.
Así, el pasado 11 de abril, la titular de la SSyPC,
Gabriela Zepeda Soto, inauguró la segunda tienda penitenciaria permanente en
Tuxtla Gutiérrez. Durante las vacaciones, se habilitó un bazar penitenciario en
Puerto Arista. Durante la Feria de la Primavera y de la Paz en San Cristóbal,
también se aprovechó el escaparate para llevar las artesanías a los visitantes
de la colonial ciudad. Los días 1 y 2 de mayo, se eligió un local de Galerías
Boulevard para ofrecer al público las obras de arte que salen de cada Centro
Estatal para Reinserción Social de Sentenciados (Cerss). Luego se instaló el bazar
en la Torre Chiapas.
Ahora se eligió el Cobach, donde la invitación a los
trabajadores y al público en general fue para apoyar esta noble causa y
adquirieran estas artesanías, en este lugar o en cualquiera de las tiendas
existentes. Al final se vendieron artículos por la cantidad de 11 mil 213
pesos.
De esta manera se trabaja en beneficio de las personas
privadas de su libertad, ya que al verse beneficiados con las ventas de sus
artesanías, pueden contribuir con la economía de su familia y a su vez
capitalizarse para seguir trabajando, logrando con ello una verdadera
reinserción social.
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