‣En tiendas de autoservicio se
comercializan derivados lácteos que no son fabricados a partir de la leche
‣La obesidad se ha convertido en
uno de los principales problemas de salud de la población mexicana
Las autoridades de las secretarías de Salud y Economía, por conducto de
sus órganos filiales (Comisión Federal para la Protección contra Riesgos
Sanitarios, COFEPRIS, y la Procuraduría Federal de Protección al Consumidor, PROFECO),
han omitido que fabricantes y distribuidores de alimentos procesados cumplan
con las respectivas leyes sobre etiquetado, comercio y vigilancia sanitaria.
“Una gran cantidad de productos deberían salir del mercado por no
cumplir con la normatividad sanitaria y comercial”, señaló el presidente del
Frente Nacional de Productores y Consumidores de Leche, Álvaro González Muñoz.
Precisó que en el mercado al menudeo y en tiendas de autoservicio se
comercializan cantidades extraordinarias de derivados lácteos que no son
fabricados a partir de la leche, o son producto de una revoltura de
ingredientes, lo cual los convierte, por una parte, en riesgo para la salud de
los consumidores por ser adulterados y, por otro, en un fraude para la economía
individual.
Es común encontrar en tiendas al mayoreo y menudeo, por ejemplo, de bebidas
lácteas en envases de ‘tetra pack’ en presentación de un litro, con anuncios
que dicen: “con rico sabor a chocolate”, obviamente que encubren que esas
bebidas no contienen chocolate elaborado a partir del cacao. “Son puros
colorantes y saborizantes artificiales”, expresó Álvaro González
“Los productores de leche consideramos que cantidades millonarias de
dinero que reciben los adulteradores, representan oportunidades que deberían
corresponder a los auténticos productores de leche natural, si las autoridades
cumplieran con la encomienda que les ha asignado el gobierno de la República y
el mismo pueblo mexicano”, sostuvo el dirigente.
Corresponde a las autoridades federales, estatales y municipales, tomar
cartas en estos asuntos, dijo Álvaro González. Primero, añadió, por ser su
obligación y responsabilidad, y también para evitar el consumo de alimentos de
dudosa calidad, sanidad e inocuidad, a precios inflados.
“Es decir, aclaró, si el productor primario de leche recibe un precio de
8.20 pesos por litro, y en el comercio organizado ese litro cuesta 18 o 20
pesos, hay una diferencia de más del 60 por ciento, sin que el productor
primario reciba un centavo”.
Además, dijo, en los últimos años la población mexicana, sobre todo las
familias de escasos recursos económicos, “no saben lo que compran y consumen”,
con el resultado de que la obesidad se ha convertido en uno de los principales
problemas de salud de la población mexicana.
A los fabricantes de toda clase de chucherías, entre alimentos y bebidas,
“lo único que les interesa es ganar dinero, aunque sea a costa del deterioro
físico y mental de la niñez y juventud mexicanas; les interesa llenarles el
estómago, sin importar que les nutran”, señaló el dirigente de los pequeños y
medianos ganaderos lecheros.
Por lo anterior, los productores y consumidores de leche “solicitamos al
Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, su apoyo para que el Congreso
de la Unión legisle o reforme las leyes relacionadas sobre la elaboración y
etiquetado de alimentos, o que se haga cumplir con la legislación vigente.
Pedimos que no se deje a la deriva la prioridad de la salud pública en el
desarrollo de las familias mexicanas”.
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