Por: Enrique Alfaro
* Repensar la universidad, una discusión de todos.
El rector de la Unach, Carlos
Natarén Nandayapa, se muestra interesado en devolver la universidad a la
sociedad iniciando por divulgar, fuera del ámbito académico, el diagnóstico de
los graves problemas que enfrenta la institución.
En una pequeña laptop carga
una resumida presentación de power point, con comparativos y cuadros que
muestran la gravedad de la situación de la universidad: “es la tercera más
endeudada del país, con un monto de dos mil 236 millones de pesos”, se lamenta
quién acaba de asumir el timón de la máxima casa de estudios de la entidad, en
reunión con columnistas de Chiapas.
El diagnóstico no ha sido
fácil de concluirlo por el desorden que prevalecía en la administración
académica y administrativa. “Existen tres bases de datos distintas de
académicos”, refiere como ejemplo.
Con lenguaje llano, abunda que
la nómina de la institución es 80 por ciento superior a su ingreso. En los
últimos años se contrató a muchos académicos fuera del procedimiento correcto
por lo que no existe respaldo presupuestal para cubrir el monto de esas plazas.
La universidad creció desmedidamente su plantilla académica pero no su
matrícula escolar que actualmente es de casi 23 mil estudiantes. Se llegó a un
absurdo: existen 9 alumnos por cada maestro.
¿Se debe despedir a profesores
o aumentar el costo de la las colegiaturas? le inquiero. Me responde con otro
cuestionamiento: ¿Le conviene a Chiapas, estado con un gran rezago educativo,
algunas de esas dos disyuntivas? No. Frente a esas dos opciones es preferible
esforzarnos en ser más atractivos para aumentar nuestra matrícula y crecer los
grupos a los que los profesores imparten clases, concluye.
Natarén Nandayapa acaba de
asumir las funciones de rector pero quiere acotar las facultades de la
rectoría. Es necesario modificar la ley orgánica de la universidad para evitar
excesos y fortalecer las vías institucionales. No debe importar quién maneje la
universidad, debe sujetarse a límites razonables para el manejo académico y administrativos,
razona.
La universidad de Chiapas, que
debiera ser el centro del conocimiento y de la inteligencia de Chiapas, ha sido
manejada con absoluta discrecionalidad y estulticia. Se han firmado contratos
colectivos que establecen términos violatorios de la Constitución.
Dirigencias sindicales exigen cínicamente ignorar la circunstancia. El rector
Nandayapa ventila públicamente el tema. La universidad es de todos, su
situación debe preocuparnos a todos.
Debemos tomarle la palabra al
rector para evitar que la Unach vuelva a ser secuestrada por grupos de poder
que han mantenido los temas de la universidad ocultos de la sociedad, de la
opinión pública. Todos debemos repensar qué hacer con la Unach. Los tiempos de
cambio en el país son propicios.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario