PREOCUPANTE
CONTAMINACIÓN DE CUERPOS DE AGUA EN EL PAÍS; ABARCA EL 70% DE CUENCAS Y 80% DE
POBLACIÓN NACIONAL
‣“La
crisis del agua es una crisis de gobernanza”, afirma la investigadora Elena
Cotler Ávalos, fundadora de la Red de Manejo de Cuencas de México
‣Contaminación
preocupante de cuerpos de agua de Puebla, Tlaxcala y Apizaco. Riesgosas
descargas de derivados químicos a los ríos Atoyac, Zahuapan y Xochiaca; se
filtran al subsuelo
La gestión del agua para diferentes usos,
presenta en México una falta de regulación y un rezago administrativo tanto de
la parte gubernamental como de la iniciativa privada; la población usuaria,
afectada por la ineficiencia.
Esto se refleja en creciente contaminación
que ya alcanza el 70 por ciento de las cuencas hidrológicas en áreas urbanas y
rurales, mientras que entre 12 y 15 millones de mexicanos no cuentan con agua
entubada, en tanto que el desperdicio por fugas en las redes de distribución en
ambas modalidades (agrícolas y urbanas) es preocupante en grandes y medianas
ciudades y, de manera principal, en zonas de riego.
Se estima que el 80 por ciento de la
población nacional recibe el vital líquido en condiciones sanitarias favorables,
sin que pueda calificarse absolutamente inocua para su consumo potable. Por
estas razones, el consumo de agua embotellada es creciente en todo el país, aun
a costa de la contaminación de los envases de plástico.
En la agricultura se utiliza el 77 por
ciento del potencial de aguas superficiales y del subsuelo, con una eficiencia
en zonas de riego que no llega al 40 por ciento, debido a malas condiciones en
los sistemas de distribución, por filtraciones y evaporación, coincidieron
investigadores, académicos y destacados profesionales integrantes de El Colegio
Nacional y de instituciones académicas como UNAM, y de organismos
internacionales como FAO.
La doctora Elena Cotler Ávalos,
investigadora sobre Manejo de Cuencas, Erosión de Suelos y Políticas Públicas,
fundadora de la Red de Manejo de Cuencas en México, dijo que el vital recurso
debe utilizarse y administrarse desde las fuentes y usos del agua en nuestro
país, sin dejar de mantener la prioridad en todo el contexto del territorio
mexicano.
Consideró preocupante la progresiva
contaminación de las aguas en todo el territorio. “Mantenemos un desarrollo
minero que nos genera metales pesados, drenaje ácido, sedimentos que también
llegan a los cuerpos de agua; muchos ríos pasan por municipios, donde solamente
un 20 por ciento de agua de desecho se trata; o centros industriales, donde
sólo 17 por ciento se trata”.
Así, descargan en cuerpos de agua metales
pesados, basura, coliformes, antibióticos, hormonas, compuestos cancerígenos,
neurotóxicos, etc. Un caso con estas características, está en el Río Atoyac,
dijo, en la región Puebla y Tlaxcala. Pero hay otros como Lerma – Santiago,
Pánuco, Coatzacoalcos y muchos otros.
El agua no es un sector, porque nos permea
a todos; es un elemento completamente transversal en todas las dimensiones. Y
más importante, entrelaza a personas y territorios que están muy distanciados
entre sí.
Explicó que una gran cantidad de presas de
almacenamiento, que en las décadas de 1950 y 1960 fueron íconos de desarrollo
agrícola, ahora son un problema social y ambiental. Los embalses en sí, dijo,
cambian las condiciones físicas y químicas del agua, por efecto de que reciben
altas cantidades de nutrientes, residuos agrícolas, y son un hábitat para el
crecimiento de muchas plantas que degradan la calidad del agua.
“Gran número de cuencas hidrológicas,
añadió, son exorreicas; es decir, que
salen al mar y entonces contaminan los océanos con organismos y generan hipoxia, que es la falta de oxígeno en
el océano, matando a vegetales y animales marinos.
En el plano internacional, sostuvo,
tenemos un claro ejemplo de este fenómeno; lo observamos en la cuenca del río
Mississippi, en el cual se da una gran descarga de residuos agrícolas en ambas
márgenes del río, como fertilizantes y agroquímicos, que forman una mancha
frente a la desembocadura de los ríos en el mar, producto de la falta de
oxígeno temporal o permanente.
Y añadió: “La crisis del agua es una
crisis de gobernanza”. Se dice que todo es técnico, todo es neutro, todo es
ingenieril. Pero no. El agua es poder. Tiene un poder político para quien la
utiliza, y tiene un poder económico para quien decide su destino”.
Por su parte, el catedrático de la
Facultad de Economía de la UNAM, Octavio Rosas Landa, fundador de la Asamblea
Nacional de Afectados Ambientales, se refirió a un tema específico del proceso
de degradación de los ríos Atoyac, Zahuapan y Xochiaca que afecta una
conurbación de las ciudades de Puebla, Tlaxcala y Apizaco, por una parte, y de
San Martín Texmelucan y Huejotzingo por otra, donde habitan más de 3 millones
de personas.
En estas cuencas tenemos la presencia de
20 mil 402 empresas manufactureras industriales, de todos tamaños y de todo
tipo de rubros industriales. Estamos hablando de la industria metal-mecánica,
automotriz, de autopartes, plásticos, adhesivos, pinturas, agroquímicos,
textiles, bebidas de alimentos, papel, madera, cerámicas, mosaicos y losetas. Poco
más de 11 mil factorías están en Puebla y más de 9 mil en el estado de
Tlaxcala.
Por supuesto que toda esta región es considerada
como un desastre de contaminación. La gran mayoría de estas empresas, vierten
sus residuos a las aguas de los ríos Atoyac, Zahuapan y Xochiaca. En 2008, el
Instituto Nacional de Tecnología del Agua, realizó un estudio sobre el problema
de contaminación de estos ríos. Concluyó que estos cuerpos de agua reciben
diariamente 778 toneladas de contaminantes, provenientes de fuentes
industriales y municipales.
Incluyen sustancias como Mercurio, Níquel,
Plomo, Cianuro, Arsénico, Cobre, Cromo, Cadmio, Zinc, Tolueno,
Dicloro-fluoro-metano, fenoles compuestos de benceno, nitritos y nitratos,
fosfatos, sólidos suspendidos, compuestos orgánicos volátiles y semi-volátiles,
cloroformo, cloruro de metileno, cloruro de vinilo, etil-benceno,
tetracloroetano, sileno, cenantreno naftaleno y antraceno, entre otros.
Todas estas sustancias son descargadas en
las aguas de los ríos señalados y también infiltradas en el subsuelo, sin
ninguna clase de tratamiento. Así, la contaminación es superficial y
subterránea. Muchas de estas empresas utilizan terrenos aledaños a las plantas
industriales, para enterrar sus desechos químicos, sin reparar de que se trata
de zonas donde se cultivan granos como maíz, frijol, hortalizas y legumbres y
frutales.
Además de ello, la gran mayoría de las
empresas no tienen permisos de descarga de desechos; por lo tanto utilizan los
drenajes municipales. Es decir, se conectan al drenaje municipal para
deshacerse no sólo de la basura, sino de toda clase de residuos químicos que,
además, son causa de muertes de habitantes de esas regiones, sin deberla ni
temerla. Las autoridades locales se convierten en cómplices. ¿Y las
dependencias federales, estatales y municipales? ¡Bien, gracias!
-----000-----
Pacacio Taboada Cortina: 55 16 49 23 34
No hay comentarios.:
Publicar un comentario