Por:
Gonzalo Egremy
¿Y LOS DERECHOS HUMANOS?
+Se
cumplieron setenta años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y
para muchos estudiosos, existe un fuerte retroceso en la materia.
+A
millones de personas en el mundo se les priva y violan sus prerrogativas de
dignidad e igualdad de derechos.
.-Tras
los horrores de la segunda guerra mundial, que dejó como saldo 40 millones de
personas muertas, y no solo por la Alemania Nazi, sino también por las bombas
atómicas en Japón, hombres y mujeres tuvieron que reflexionar.
Fue
en 1947 cuando la recién nacida ONU empieza a buscar que las atrocidades antes
mencionadas no vuelvan a ocurrir, indica, Agustín Romero, Doctor en Ciencia
Política, en uno de sus artículos para el periódico El Clarín.
“Nunca más oportuno que en la reciente cumbre del G20
en Buenos Aires para demostrar que desafortunadamente los Derechos Humanos no
se han ubicado en el temario prioritario del liderazgo mundial pese a que
necesariamente atravesaron los distintos tópicos abordados.
El cónclave en Argentina hubiese sido el lugar ideal para
recordar y volver a comprometerse ante la inminencia del 70 aniversario de la
Declaración Universal de los Derechos Humanos ya que los 19 países más
importantes del mundo, más los 28 de la UE (Unión Europea), el máximo
representante de la ONU y diversos organismos internacionales estaban presente.
Sin embargo, en la Declaración final del G20 hay un fuerte
retroceso en esta materia ya que se eliminaron las principales referencias que
se habían conseguido plasmar en la Cumbre de Hamburgo de 2017.
El
liderazgo mundial estuvo ocupado por los conflictos comerciales y la
geopolítica mundial dándole la espalda a lo que muchos declaman pero ninguno
encara realmente por las ambiciones y pretensiones de ocupar los centros del
poder regional y mundial y el egoísmo de no perder oportunidades negocios
comerciales y financieros.
No
es una condición suficiente contar con la Declaración Universal de los Derechos
Humanos”, expone en otros párrafos el también profesor universitario y
consultor internacional en temas de política mundial.
“El
francés judío René Cassin elevó el primer proyecto de borrador a Eleonora
Roosevelt quien presidía el Comité de Redacción con otras 16 personas representativas
de los 5 continentes y sistemas jurídicos.
La
Declaración fue proclamada por la Asamblea General de la ONU en París, el 10 de
diciembre de 1948 en su Resolución 217 A (III) la cual no contó con ningún voto
en contra pero si con las abstenciones de Arabia Saudita, Checoslovaquia,
Polonia, la República Soviética Socialista de Bielorrusia, la República
Soviética Socialista de Ucrania, Sudáfrica, la Unión Soviética y Yugoslavia y
fue traducida a más de 500 idiomas.
Fue
el presidente Perón quien en diciembre de 1948 se comprometió con este
documento mundial.
Si
repasamos rápidamente los 30 derechos básicos protegidos por la Declaración
Universal vemos que diariamente a millones de personas en diversas partes del
mundo se les priva y violan sus prerrogativas que cualquier persona debe tener,
entre ellos, dignidad e igualdad de derechos desde el nacimiento, todos los
individuos son iguales ante la ley, acceso a la educación, libertad de
conciencia y religión, la esclavitud está prohibida y no hay distinción de
ningún tipo para gozar de los derechos humanos.
Es
oportuno mencionar que los DDHH están conectados entre sí, en consecuencia,
privar o negar cualquiera de ellos provocaría una reacción que desestabilizaría
el disfrute del conjunto.
A
su vez, destacar que los Derechos Humanos son inviolables e inquebrantables, lo
que implica que atacar o poner en peligro una de estas garantías es embestir a
nuestra condición de humanos.
Esto
lleva directamente a establecer que los derechos no pueden intercambiarse y
nadie puede renunciar a ellos.
Mientras
hoy observamos que millones de personas son desplazadas de su lugar de origen
por diversos motivos y buscan protección y refugio en Europa y los Estados
Unidos (dos actores centrales en la elaboración de la Declaración) en estos
mismos países se discuten y aplican normas migratorias que ponen en peligro la
vida de miles de individuos desde niños hasta ancianos tratando de cruzar
precariamente el Mediterráneo o los desiertos texanos.
Si
tomamos en cuenta que el 99% de la riqueza del planeta se encuentra en las
manos de 1% de la población y que 120 millones de personas malviven con 50
céntimos de dólar al día advertimos, en consecuencia, un escenario
internacional absolutamente injusto donde claramente se ha profundizado la
brecha entre países ricos y pobres.
En
definitiva, se trata de lograr una mayor equidad en la distribución de la
riqueza para que no sigamos observando pasivamente cifras de la Organización
Mundial de la Salud en donde más de 2100 millones de personas no tienen acceso
al agua potable en su hogar y más del doble no dispone de saneamiento seguro
mientras que 1000 millones carecen de electricidad.
Estas
y otras condiciones permiten deducir que la inestabilidad creciente del sistema
internacional actual puede llevarnos a profundizar la conflictividad entre las
Naciones llevándonos hasta la situación anterior a la Declaración Universal de
los Derechos Humanos”, concluye, y con justa razón, ¿no cree usted?//Salud.
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