Por: A. Marroquín
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. 21 de
noviembre de 2018 (muralchiapas.com).- Por primera vez en la historia, un
académico de origen indígena alzó la mano para dirigir la Universidad Autónoma
de Chiapas (Unach), quien consideró que el máximo puesto ha sido usado como
“trampolín político”.
A horas de concluir el proceso de
registro para el puesto universitario, el director de la Escuela de Gestión y
Autodesarrollo Indígena EGAI-Unach, Lauriano Eliseo Rodríguez Ortiz,
informó que con la finalidad de desaparecer los cacicazgos y la corrupción en
la universidad se sumó a la lista de candidatos para dirigir a la autónoma de
Chiapas.
El director de la EGAI mencionó
que para cambiar la imagen de la Unach es necesario aceptar cambios,
“necesitamos una nueva generación de líderes universitarios porque yo quiero
ver a las mismas personas que llevan 20, 25 años dirigiendo la universidad”.
Con el apoyo de la Red Estatal
Indígena, Rodríguez Ortiz aseveró que de ser nombrado rector por la Junta de
Gobierno, uno de sus primeros actos será eliminar las malas prácticas de
funcionarios y maestros de este centro de estudios.
Sin embargo, agregó que el tema
de la corrupción no se puede eliminar de la universidad por ser un problema
remoto.
“Vamos a combatir la corrupción
en nuestra universidad, no la vamos a eliminar porque ese es un problema
estructural añejo, pero si vamos a eliminar y vamos a combatir estas prácticas
de corrupción”, dijo.
Durante el qué hacer y depuración
de las malas prácticas, adelantó el recorte de personal, trabajadores que han
ocasionado problemas a la Unach.
“Despedir a la gente que lo hace,
aplicar la norma y la ley. Si eso está penalizado por qué se permite en la
universidad, yo creo en las instituciones… lo único que vamos hacer es seguir
las normas y las reglas, ordenar nuestra universidad”, puntualizó.
En cuanto a su perfil, destacó
ser un candidato con experiencia académica en la universidad. “Llevo 13 años en
la universidad y hay cosas que podemos mejorar con voluntad política, no se
necesita mucho dinero, se necesita voluntad política y una filosofía para el
bien de nuestra universidad”.
Para concluir, indicó que el
colaborar en la universidad es un trabajo muy noble, espacio muy ilustre pero
desafortunadamente usado como “trampolín político porque están buscando estos
puestos, yo aclaro, no estoy buscando trascender, yo quiero políticamente
hablando mejorar la universidad”.
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