FINANCIAMIENTO
AL CAMPO, EL GRAN DESAFÍO PARA PRODUCIR ALIMENTOS
‣Javier
Delgado Mendoza por la alianza del gobierno y el sector privado en el rescate
al agro nacional
‣Apoyos
y subsidios al sector rural marginados, son absorbidos por los grandes
agricultores
El sistema de financiamiento del campo
mexicano es uno de los grandes desafíos que presenta la producción de alimentos
en el país, dice Javier Delgado Mendoza. Reconoce también que el fenómeno más
grave en el agro nacional ha sido la pobreza pues son millones los paisanos de
las zonas rurales que sobreviven con niveles de ingresos insuficientes para satisfacer
sus necesidades mínimas de alimentación, vivienda, educación y salud.
Experto en agronegocios y miembro del
equipo que diseñó el Plan Nacional Agropecuario 2019-2025, el egresado de la
Universidad Autónoma de Chapingo será de los principales funcionarios encargados
de poner las bases para sacar de la miseria a la población rural que entrega
todo su esfuerzo para que la mayoría tenga que comer, aunque ella padezca
hambre.
Con Andrés Manuel López Obrador que
asumirá oficialmente la Presidencia de la República el próximo primero de
diciembre se pretende que ya no se repita con los productores de alimentos las
erradas políticas públicas aplicadas para ellos por los gobiernos neoliberales
del PRI y el PAN en los últimos 36 años. Javier Delgado Mendoza lo entiende y
se avoca, desde ahora trabaja con el objetivo de que el nuevo gobierno cuente
con un sistema de financiamiento integral para el desarrollo del campo.
Con en esa meta estará a partir de unos
días más al frente de la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural,
Forestal, y Pesquero, así como de Agroasemex, del Fondo de Capitalización e
Inversión del Sector Rural, del Fideicomiso de Riesgo Compartido y del Sistema
Nacional de Garantías. Nada más. Desde ahí pondrá énfasis en superar los apoyos
financieros destinados a proyectos productivos de aquellos dirigidos a los
programas sociales. El agrónomo de la UACH lleva más de 40 años en esta área.
Cuenta con maestría en Administración de Empresas, especialidad en Industrias
Agrícolas, ha impartido seminarios en la Universidad de Harvard, fue director
general del Grupo Industrial de la Leche (GILSA) de Aguascalientes y autor de
varios estudios para rescatar el campo nacional. Se detalla todo esto porque
Javier Delgado Mendoza no es como aquellos políticos que hicieron del Banjidal
y del Banrural --antecedentes de la Financiera que inauguró José Antonio Meade
Kuribreña— la Caja Chica del PRI.
Delgado Mendoza adelantó que en lo que se
refiere al desarrollo rural habrán de ser tres las prioridades: el
abastecimiento de productos básicos para la seguridad alimentaria; un nuevo
sistema de financiamiento rural y la investigación, transferencia de tecnología
e innovación agrícola. Todo esto ya ha comenzado a operar con el doctor Víctor
Manuel Villalobos, quien será el titular de lo que es SAGARPA y pronto se
denominará Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SEDER), dependencia
que cuenta ya con un diagnóstico y redefinición, pues hoy operan 190 programas
de apoyo al campo, en diferentes instituciones, que se requiere ordenar, sumar
y hacer más eficientes.
Para el funcionario que pronto ocupara la
dirección de la Financiera ubicada en la calle de Agrarismo, colonia Escandón, existen
indicadores de que la población rural ampliada comprende hasta el 37 por ciento
de la total nacional, que se extiende en el 76.5 por ciento del territorio
mexicano y que produce prácticamente la totalidad de los alimentos. Sin
embargo, el ingreso por habitante es 73 por ciento inferior al promedio en el
país, esto es, concentra la población más pobre, lo que es inaceptable.
En sus investigaciones, Javier Delgado
Mendoza ha encontrado la falta de visión de largo plazo y la carencia de una
estrategia consensuada con una alianza entre el gobierno y el sector privado
para salvar al campo. Esto significa, explica, que los problemas estructurales resultan
invisibles o son minimizados en las prioridades del gasto público rural.
Considera que se maneja una estrategia
agroalimentaria semejante a la de países desarrollados con la diferencia de que
en México la marginalidad no afecta a individuos sino a todo el medio rural. Y
como los campesinos no son agricultores potenciales, la especialización en
agricultura no puede ser solución para el conjunto de esta población. Aclara:
Es importante considerar que la política agropecuaria es diferente de la
política de desarrollo rural, aunque tengan interrelaciones. La confusión de
ambas políticas provoca que apoyos y subsidios para la población marginada sean
captados por los agricultores más solventes.
De esta forma el desarrollo rural debe
considerar un poderoso programa de inversión en infraestructura y servicios;
extensión rural, o sea, énfasis en comercialización y mercados; sistemas de
financiamiento rural que comprenda ahorro, crédito y seguro. En cuanto al
desarrollo agroalimentario se refiere menciona a programas para incrementar la
eficiencia y la competitividad de las cadenas agroalimentarias que comprenden
la producción, comercialización y transformación de los productos; reducir la
marginalidad del medio rural; corregir el retraso social y económico de amplias
zonas rurales del país, principalmente en el sur, a través de un vital programa
de inversiones en bienes públicos orientados a potenciar un mayor dinamismo
económico; aumentar el ingreso de los campesinos por medio de múltiples
actividades productivas, incluyendo el crecimiento acelerado y sostenido de la
producción agroalimentaria; y recuperar los recursos naturales, en particular
agua, suelo y biodiversidad con el mencionado programa de inversiones y con la
participación de la comunidades rurales.
Como se puede observar, la estrategia es
parte de lo que ha anunciado AMLO durante esta larga transición a la recepción
del poder. Obras que van desde las plantaciones forestales, el tren Maya, el
relanzamiento del Istmo de Tehuantepec y otras inversiones. Pero esto se debe
dar en un marco institucional para el desarrollo rural que, de acuerdo con Javier
Delgado Mendoza, favorezca un poderoso programa de cambios orientado a mejorar
la infraestructura física, las condiciones de vida y las bases económicas de la
población de este sector; estrategias de desarrollo regional de largo plazo que
integren las diversas acciones sectoriales, en un proceso altamente
participativo; y nuevos programas, en un espectro que vaya muchos más allá de los apoyos asistenciales, enfatizando la
transformación y el progreso autónomo de la población indígena y campesina.
En su propuesta: Sistema de Financiamiento
Integral. Financiamiento para el Desarrollo Rural, Javier Delgado Mendoza y
Félix Carballo, también de la UACH, señalan que la actual política de
desarrollo agropecuario de México carece de certidumbre y claridad. Destacan
que más bien se trata de una política de subsidios y protección, al grado de que
el 78.5 por ciento de las transferencias del Estado a la agricultura son
subsidios, y sólo el 12.5 por ciento son apoyos productivos.
Esta situación es la que se debe revertir
a través del modelo de financiamiento integral al sector rural. Aprovechar que
la agroindustria es la que genera cada vez más valor agregado a la agricultura.
Ir hacia los agronegocios de acuerdo con la tenencia de la tierra y con las
condiciones geográficas de cada región. Producción e inversión intensiva
exitosa. Como sucede con las frutas y hortalizas, cuyo valor supera al de los cereales
y forrajes y ha dado a México prestigio en el mundo.
DESDE
EL CENTRO
Con la iniciativa que puso a temblar a la
banca, principalmente trasnacional, el respaldo popular al senador Ricardo
Monreal subió tanto como perdieron los bancos en la Bolsa de Valores. La
explicación radica en que los mexicanos estamos hartos de tanto robo. AMLO
tranquilizó la furia bancaria, pero la de los usuarios crece por los abusivos
cobros de comisiones…Y si hay consulta, contundente será la derrota de quienes
no tienen patria…Desesperados por las violaciones laborales de que son víctimas,
trabajadores de la Confederación Nacional Campesina entregaron una carta en Los
pinos dirigida al todavía presidente Enrique Peña Nieto. Tienen sed de
justicia, denuncian despidos injustificados, pues con hasta 30 años de laborar
con salarios miserables y sin prestación alguna como el Seguro Social, los
están liquidando sólo con dos meses de sueldo como indemnización mientras la
dirigencia encabezada por el diputado y exgobernador de Durango, Ismael
Hernández Deras, se transportan en camionetas de lujo Mercedes Benz y BMW.
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