Por: Manuel Zepeda Ramos
No me equivoco si digo que
Guerrero, Oaxaca, Michoacán, Tlaxcala, Veracruz, Tabasco, Campeche, Yucatán,
Quintana Roo -por solo mencionar algunos de la región Sur Sureste de nuestro
país, faltarían algunos estados más de otras regiones de México-, sienten envidia
por Chiapas en relación al número de teatros que posee en su territorio.
De vez en cuando se hace
necesario recordar que nuestro estado posee un buen número de espacios
teatrales, distribuidos inteligentemente en su geografía, que podrían estar al
servicio de las artes escénicas para el conocimiento y diversión, muy
necesarios, de los chiapanecos. También decir que el arquitecto más importante
de la segunda mitad del siglo XX en asuntos de espacios teatrales, fue don
Abraham Zabludovsky, lamentablemente ya desaparecido hace pocos años. El mayor
número de sus creaciones en toda su existencia, se encuentran en Chiapas.
Nada más en la capital, hay
cuatro teatros. Dos, el Teatro de la Ciudad y el Polifórum, son creaciones de
Zabludovsky. El primero tiene foso, que habrá que arreglarse porque nunca se ha
usado en sus tres décadas de existencia por donde escurre un río subterráneo en
época de lluvias. El segundo es un coso de 4 mil butacas en donde se puede ver
un gran musical con medio centenar de actores y cantantes, un partido de básquet
bol o un partido de tenis o de Volibol. También está el nuevo teatro de la
UNICACH -tiene seis años de construido-, espléndido teatro de cámara, ideal
para teatro y danza, insustituible para conciertos de música diversa, también
de cámara. El último, el viejo teatro Francisco I. Madero ubicado en el centro
de Tuxtla, a un costado del Palacio Federal, lo acaban de rehabilitar como un
teatro más para Tuxtla, que debió de haber sido arreglado para que en la tierra
de los conejos hubiera una espléndida sala de arte que diera cupo a los
artistas chiapanecos, que no son pocos, algunos ya triunfando en el país y en
el extranjero, un espacio para la plástica que permitiera la exhibición de
obras de gran formato.
San Cristóbal no pasa
desapercibido. Tiene dos teatros y un auditorio de la universidad que posee un
piano, que puede convertirse en un espacio para la música de cámara: conciertos
de piano, dúos y tríos, grupos corales y cuartetos de cuerdas. Un teatro es el
Zebadúa, teatro de cámara, a una cuadra de la catedral, que puede albergar
escenificaciones de teatro, danza y música de cámara. En el escenario cabe una
orquesta de cámara completa. Tiene otro teatro, espléndido teatro de casi mil
butacas, con un foso para una dotación de cien músicos. Se llama Hermanos Domínguez,
en honor a esos genios de la música popular que nos han dado nombre y dignidad.
Frenesí, del Chamaco Domínguez, ha sido la pieza musical popular más escuchada
en el Mundo, después de Bésame Mucho de Consuelito Velázquez. Federico Fellini,
el gran cineasta del realismo italiano, uso Frenesí para una de sus películas.
Durante tres años, los espléndidos y bellos camerinos del teatro Hermanos
Domínguez fueron utilizados por los regidores de algún ayuntamiento del pasado,
como oficinas de los representantes del cabildo. Es pues, un teatro que rara
vez se usa para lo que fue pensado.
Comitán se despacha con dos
teatros y una sala de conferencias en el museo Rosario Castellanos. Un teatro
está en el centro de la ciudad con un poco más de tres centenares de butacas,
que se usa como espacio para el teatro, la música y la danza.
Otro, es un espléndido teatro muy
bien proyectado por el arquitecto Coello y construido por la Universidad
Autónoma de Chiapas, siendo Rector Jaime Valls Esponda y gobernador del estado
Manuel Velasco Coello. Es un teatro, también con foso, que tiene el doble
propósito de albergar al gran público, al aire libre en la gran explanada, o al
interior del teatro, cómodamente sentados en butacas de primer mundo. Es un
gran teatro del que deberían estar orgullosos los comitecos.
Tapachula posee un espléndido
teatro, el Matías de Córdoba, también de Abraham Zabludovsky, con foso y mil
butacas en dos pisos. Para mi gusto es el que posee la mejor acústica de todos
los teatros de Chiapas. Una vez llevé a la feria de Tapachula un sexteto
internacional de guitarras clásicas de la Universidad Veracruzana que no tuvo
necesidad de usar apoyo sonoro. Pocas veces he oído un concierto de guitarras acústicas
sentado en la última butaca de lo más alto del teatro. Oí el concierto como si
hubiera estado a un lado del sexteto formado por puros maestros virtuosos,
laureados con premios internacionales, alumnos todos del gran Manuel López
Ramos, el gran maestro de maestros guitarristas, ya fallecido.
Se construyó en Tapachula un
enorme e imponente palenque. Desde que lo vi y fotografié, le vi espolones para
gallo. Puede ser un coso para cualquier manifestación musical, clásica o
popular. Tiene la gran ventaja de poseer mucho espacio para espectadores, que
lo hace enormemente atractivo para el gran show busines, en donde caben las mejores bandas de México y el
Mundo.
¿Verdad que tengo razón acerca de
la enorme envidia que despertamos?
Chiapas está rodeado de teatros.
Buenos teatros y en buen estado. Si acaso, algunos arreglos que no comprometen
a la calidad acústica si invitamos a su supervisión al equipo de Zabludovsky
que los proyectó. Debemos cuidar y conservar los fosos. De ellos depende que
podamos desarrollar musicales, danzas, óperas y zarzuelas que revolucionen el
conocimiento de las artes escénicas y con ellas la visión del mundo de los
chiapanecos para poder aprender las bondades culturales que el Universo nos
ofrece. Cada día estamos más preparados para ello. Los teatros serán el
detonante de esas bondades que debemos hacerlas nuestras. Habremos de aprender
a oír y a ver bien, para ampliar nuestro horizonte cultural. Aprenderemos a
apreciarlo.
Cada uno de ellos, los teatros en
Chiapas, representan un polo de desarrollo para las artes. Quiere decir que
cada uno de ellos debe de tener una función específica que permita la formación
y el desarrollo de la actividad artística de todas las edades. Con el tiempo,
los teatros habrán de aportar los cuadros que la enseñanza básica requiere para
que nuestros niños aprendan a apreciar el arte en todas sus manifestaciones
desde la edad temprana. Apreciar el arte como instrumento para la vida y la
formación humana.
La carta de respuesta de Trump a
AMLO, me atrapó a la mitad de este artículo. Son buenas noticias. Quiere decir
que el Comercio, Desarrollo, Seguridad y Migración, propuestas del próximo
Presidente de México, las avala el Presidente Trump. Eso significa que el
proyecto de desarrollo para Chiapas planteado por Alfonso Romo, va. El vínculo
con Centro América va. Y eso me da mucho gusto porque a Chiapas le va a ir muy
bien.
Para eso, la cultura debe de
caminar de la mano con toda la parafernalia que va a venir para Chiapas.
Parafraseando a Marshall McLuhan:
En Chiapas, en la Frontera Sur,
la cultura será el mensaje.
Ya veremos.
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