CRÓNICA
DE CÓMO SE AGANDALLÓ ISMAEL HERNÁNDEZ DERAS LA CNC
‣Impugnan reelección apoyada por Augusto Gómez
Villanueva y Beatriz Paredes Rangel
‣Pese a la derrota, el PRI no cambia
En los pasillos de la CNC impera el relajo
y los insultos: “¡Están pendejos!” “¿A poco no sabían que ya todo estaba
planeado y que así debe ser?” “De que el senador Ismael va, es que va”. “Las
instrucciones vienen desde arriba”. Son los choferes, auxiliares y demás de los
consejeros políticos cenecistas que adentro, en el salón Emiliano Zapata,
gritan, riñen, impugnan la forma en que el ex gobernador de Durango, Ismael
Hernández Deras, pretende seguir como presidente de la Confederación Nacional
Campesina con el apoyo manifiesto de Beatriz Paredes Rangel y de Augusto Gómez
Villanueva. Sí, aquél que en tiempos de Luis Echeverría fue nombrado primer
Secretario de la Reforma Agraria y que hoy, a sus 89 años de edad, que cumplirá
el próximo 23 de agosto, se ha puesto del lado caciquil que lo quiere nombrar
cabeza de la Comisión de Procesos Internos de La Campesina para consumar el
agandalle.
Apenas el viernes se había citado por el
propio Hernández Deras al Consejo Político y de Desarrollo Rural de la CNC con
fecha a celebrarse el 25 de julio. La sesión dio inicio pasadas las 11.30, con
hora y media de retraso, notándose la ausencia de los exdirigentes Héctor Hugo
Olivares Ventura, Hugo Andrés Araujo de la Torre, Heladio Ramírez López y el
que diera posesión al ex gobernador de Durango –el de la fiesta por sus 50 años
que costo más de 10 millones de pesos—Manuel Humberto Cota Jiménez.
Y en lo que se refiere a los presidentes
de Ligas estatales jamás llegaron los de Veracruz, Estado de México, Chihuahua,
Oaxaca, Yucatán, Baja California Sur y el propio estado de Durango, tierra de
origen de quien ahora muchos llaman impostor, traidor de la causa campesina y
también del PRI, porque debido a su ambición, cava la tumba del partido que
acaba de perder casi todo, hasta la Presidencia de la República.
Lo que se antojaba mero trámite de dos
horas para cumplir fechas establecidas en los estatutos de la organización y
dar cumplimiento en el límite del tiempo a la elección de una nueva Comisión de
Procesos Internos, escoger de entre los tres métodos ya considerados en los
documentos básicos cenecistas cuál se utilizaría para elegir Presidente de la
CNC en el período 2018-2022, se prolongó hasta la tarde.
Porque desde el inicio de los trabajos
hubo voces –del senador y exdirigente Gerardo Sánchez García; del coordinador
de los diputados agraristas, Francisco Javier Santillán; del líder del PRI en
Chiapas, Julián Nazar y de la exdiputada Mónica Clara Molina, entre otros-- que
denunciaron el hecho de que la convocatoria estaba plagada de inconsistencias y
de que no había sido enviada a todos los consejeros, planteando la necesidad de
ser más atentos a los reglamentos y actuar con la ortodoxia que los mismos
demandan.
Sólo que en lugar de enmendar los errores
señalados empezó una discusión que duró varias horas, llegando al punto de
irritar a la prepotente Beatriz Paredes haciéndola decir que eso era una
embestida para evitar que el actual senador y ya diputado electo –plurinominal--,
Ismael Hernández Deras fuera electo dirigente, aludiendo a una clara reelección
prohibida históricamente en la CNC.
Y al más puro estilo que ha caracterizado
al PRI en las Cámaras de Senadores y de Diputados, que ya no dominará a partir
del primero de septiembre, se terminó la discusión con un mayoriteo reprobable
que favoreció a Augusto Gómez Villanueva, el casi nonagenario echeverrista, el
dinosaurio priista que aún sigue aquí impidiendo la reforma profunda partidista
a la que obliga la derrota electoral nunca antes vista y que proclamó la recién
nombrada lideresa, Claudia Ruíz Massieu, al advertir que de lo contrario vendrá
la debacle fulminante del partido que gobernó a México la mayor parte de sus 72
años de existencia.
Durante lo más candente del enfrentamiento
entre las posturas resonaron las palabras del senador Gerardo Sánchez García: Estamos
en desacuerdo con la naturaleza jurídica del acto. No se trata de mayorías sino
de consensos. Si de origen estamos mal, si la convocatoria está abiertamente inconsistente,
inconsistente va a ser la elección de presidente de la CNC. Recuerden que en el
preámbulo de la elección presidencial, históricamente lo que sucedía en el
Estado de México también pasaba en la República. Igual, lo que suceda en La Campesina
se repite en el Partido Revolucionario Institucional. Dice Rubén Escajeda
–duranguense— que él entró como Encargado de Despacho después de que se fue Manuel
Cota Jiménez como candidato al gobierno de Nayarit, en 2015, y perdió. Que regresó
y nombró otro Encargado del Despacho, lo que estatutariamente no procede. No se
vale.
Pero hay nombramientos, agregó. El 25 de
octubre de 2017, el líder del PRI Enrique Ochoa Reza lo nombró presidente. Por
si fuera poco, Ismael firma documentos con esa calidad. O sea, explicó Sánchez
García, se trata del fondo. Únicamente pedimos reconfigurar la convocatoria. Que
el próximo congreso nacional de la CNC, de fines de agosto, se de en la
legalidad. Si no lo hacemos así de origen vamos a estar equivocados. Hay que
ser congruentes con la historia y el acontecer político, tenemos que hacer
valer el estado de Derecho y la ley. De no ser así nos vamos a la controversia
jurídica.
Siguieron los pros y los contras. Luego se
hizo un receso y al reanudarse la sesión ya no estaban los pocos exdirigentes
de la CNC como Cruz López Aguilar y la propia Beatriz Paredes que, en el colmo
de la discusión, lanzó un propuesta mixta, por encima de los estatutos, para el
método de selección del próximo dirigente. La convocatoria elaborada en tiempo
récord, sin haberse leído en su totalidad, fue votada, impuesta, firmada y la
sesión clausurada. Las inconsistencias nunca fueron tomadas en cuenta.
Ismael Hernández Deras no cabía de gusto.
Lo planeado resultó, gracias a la complicidad silenciosa del PRI, de Claudia
Ruiz Massieu, para que el caciquismo y la corrupción sigan dominando en la CNC
actual, consideró Víctor Manuel Gandarilla – cenecista de corazón-- desde
Sinaloa.
Tras la reunión del atraco, entre los
protagonistas se comentaba –con su correspondiente tequila-- que el despojo de
tierras, la pobreza y el latifundio moderno ha sido la constante en las
recientes administraciones del país. Por eso, entre otras cosas, perdió el PRI.
Pronto, aceptaban, habrá millones de
campesinos que se pasarán a MORENA. Y
entre los tristes, robando expresiones estilo
Beatriz Paredes, se escuchó decir: “¡Ahora sí que ya nos cargó la
chingada!”
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Tigrebilly@hotmal.com
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