La Ruta Nacional 14 fue cerrada por el riesgo de que el material piroclástico alcanzara la autopista Palín-Escuintla. (Foto Prensa Libre: EFE) |
‣La nueva fase eruptiva del Volcán de Fuego podría generar
nubes incandescentes y, por efectos de una onda del este, podría haber
avalanchas de lodo y rocas, lo que complicaría las tareas de búsqueda que
efectúan los cuerpos de rescate.
Por Mynor Toc y William Oliva /
Guatemala / LA PRENSA
5 de Junio de 2018
El boletín informativo más
reciente del Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología,
Meteorología e Hidrología (Insivumeh) alerta a la Coordinadora
Nacional para la Reducción Desastres (Conred) estar alerta porque el
descenso de material volcánico podría ocurrir a cualquier hora y extremó la
vigilancia en horas de noche.
Las exhalaciones de ceniza que
tiene el coloso han alcanzado los cinco mil metros sobre el nivel del mar –16
mil 405 pies–. El aire transporta la ceniza en dirección este, Mazatenango y
noreste Chimaltenango y Sacatepéquez.
Sánchez señaló que las
avalanchas incandescentes podrían alcanzar la autopista Palín – Escuintla, esto
debido a todo el material volcánico que expulsó el coloso el domingo.
También se emitió una alerta
para la Dirección de Aeronáutica Civil de que tome
precauciones y avise a las aeronaves volar por esa área.
Este martes después del
mediodía, el aparecimiento repentino de otro lahar (flujo de material
piroclástico) descendiente del Volcán de Fuego obligó a evacuar a socorristas y
periodistas de los lugares afectados, así como voluntarios que trabajaban en la
zona del desastre, ante el riesgo inminente que representa la mezcla de rocas,
gases, lodo y lava.
El peligro fue tal que varias
comunidades cercanas al flujo tuvieron que ser desalojadas. Específicamente,
los cuerpos de socorro y autoridades advirtieron sobre la orden de evacuación a
las localidades de El Jute, El Rodeo y Las Lajas.
Debido a que se sospechaba que
el material piroclástico alcanzara la autopista Palín-Escuintla, fue cerrada la
Ruta Nacional 14 entre Escuintla y Sacatepéquez.
Debieron mediar socorristas,
voluntarios y agentes con altoparlantes para calmar a la población y
comunicarles que todo eran rumores falsos.
Hacia el final de la tarde, las
autoridades informaron que el flujo había mermado y que no alcanzaría la
autopista. Sin embargo, advirtieron de que el peligro continuaba.
Se teme que si se hace presente
una fuerte lluvia, la devastación pueda aumentar con inundaciones y deslaves,
por lo que las autoridades continúan con el constante monitoreo.
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