Tapachula, Chis. 21 de Marzo.-La
masonería de Chiapas rindió homenaje en esta ciudad, a don Benito Juárez
García, en el CCXII aniversario del natalicio del Benemérito de las Américas.
Los gobiernos civiles no deben tener
religión, porque siendo su deber defender imparcialmente la libertad, que los
gobernados tienen de decidir y practicar la creencia que ellos elijan, como
sectarios, no llenarían cabalmente este deber, afirmaría, Alfredo Macías
Guillen, en representación de la Gran Logia Regular y Confederada de Chiapas.
La masonería chiapaneca, como en todo
México y en diversas partes del mundo, “nos reunimos para honrar al indio de
Guelatao, al hermano Masón, al hombre humilde,
de grandes ideales y mejores acciones,
quien además de ser ejemplo de vida, gobernó siempre en pro de la gente más humilde del país, con grandes
limitaciones, pero dotado siempre de un espíritu de libertad, igualdad y
fraternidad”, agregaría.
Hoy, al conmemorar un año más de su
nacimiento, evocamos al mexicano más universal, al liberal mexicano más grande
de todos los tiempos, recordamos su figura, su memoria, su forma de ser, su
extraordinaria moral, así como sus virtudes personales que lo convirtieron en
el prototipo honesto, justo, y leal a sus ideales patrios y nacionalistas para
el azote de los invasores, señalaría.
Abundó: “Fue gobernante de enorme
firmeza porque nunca se atemorizó ante las amenazas del exterior. Fue un
apasionado de la libertad y la justicia, un hombre de leyes que lucho por la
soberanía del país. Además, fundamentó la constitución de 1857, donde se
prohíben los monopolios y se definen correctamente las características
individuales, políticas y sociales de todos los ciudadanos mexicanos, definiendo
correctamente la situación real de los extranjeros.
En ella, se afirma que la soberanía
reside fundamental y originalmente en el pueblo, y que todo poder público
dimana de él. Solo el pueblo tiene derecho de corregir y modificar la forma de
su gobierno porque así quedó declarada la voluntad de los mexicanos para
constituirse en una república representativa, democrática y federal, integrada
por estados libres y soberanos unidos por una federación, señalando
perfectamente las funciones de los tres poderes y las facultades que tienen los
estados y la federación.
No hay duda que dichas leyes han dado
progreso y sustento a la nación. Con ellas se conforma sólidamente el estado
mexicano, la república, la constitución y la fuerza del gobierno, que son los
defensores de la conciencia mexicana. En los gobiernos actuales, se han
reformado varios artículos y hoy, en este gobierno, al parecer se pretende
cambiar por completo la constitución política de los Estados Unidos mexicanos,
borrando así el sentimiento liberal plasmado en ella.
En este tiempo, la vida económica de
nuestro país ha ingresado en una etapa de confusión severa ya que el poder
adquisitivo de nuestra moneda disminuye en forma constante, de tal manera que
no corresponde al nivel de los precios de los productos del consumo de los más
necesitados.
Además, los precios de los servicios
básicos continúan incrementándose críticamente. Con ello, el salario en general
se ha visto devaluado sobre todo para los trabajadores del campo y de los que
pertenecían a la clase media; ambos han sido fuertemente golpeados.
Quienes formamos parte de algunas de
estas clases sociales, resentimos más los efectos de estos cambios; el
desempleo crece tanto que hace resaltar más las manifestaciones de inseguridad
y del desproporcionado foco creciente de pobreza, destacando que estos últimos
son los que carecen de las mínimas condiciones de vida, por lo que podemos
deducir que México tiene islotes de riqueza por mares de pobreza.
Es por esto que nuestro pueblo clama
para que surjan más juaristas; porque Juárez fue ejemplo para los políticos de
su tiempo, y aun es vigente en los tiempos actuales. Juárez consagró su corazón
y su espíritu a las causas más nobles y altruistas, siendo reconocido como uno
de los más grandes hombres del continente americano.
Dicen los grandes pensadores que lo más
importante de un hombre no es su fortuna, su saber, o su talento, sino su
carácter, y pocos son los hombres que aparecen como conductores de la historia,
ya sea con el carácter de apóstoles, de héroes, de legisladores, o como
cualquier otro que pueda demostrar y aprobar esa experiencia.
Ahora, se ve con tristeza que todo por
lo que luchó Juárez y otros héroes que ofrendaron su vida por tener un México
con justicia social eficaz y digna, todavía no llega.
La desigualdad social y la pobreza son
una brecha que no se reduce, y el clamor de hambre y sed de justicia en los
mexicanos existe hoy, como existía desde hace más de dos mil años. Recordemos el
pensamiento de un hombre que suspiro por cambiar a México y que fue asesinado
por fuerzas oscurantistas don Luis Donaldo Colosio, quien manifestó en aquel
fatal discurso: “lo que los mexicanos rechazan es que alguien quiera una
democracia a su medida.
Nuestra democracia debe responder a la
aspiración de todos los mexicanos; y no habrá de quedar atrapada en ambiciones
e intereses particulares.
Queremos seguir siendo un país de leyes.
Esa es aspiración juarista, y es exigencia de hoy. De la ley nadie puede quedar
excluido.
Ese es el propósito del artículo 130 de
nuestra constitución, al consagrar el principio histórico de la separación del
estado y la iglesia y la libertad de cultos. Creo en esos principios y asumo el
mayor compromiso para mantenerlos vigente,
Ante ustedes, quiero reiterar que asumir
los ideales de Juárez es comprometerse con el estado de derecho, con las
libertades, la democracia y la defensa de la soberanía.
Ante el pensamiento de Juárez, no es
posible pretender posiciones cómodas; o se asumen plenamente sus preceptos, o
se sucumbe en el oportunismo”. Discurso que le costó la vida a Luis Donaldo
Colosio, afirmaría, Macías Guillén y añadió: políticos de esa talla faltan hoy
en día, por donde quiera.
En diversas épocas y con distintas
perspectivas históricas, no cambian ni las acechanzas ni los riesgos, de ello
debemos estar conscientes los masones. Por ello la unidad masónica chiapaneca
se hace necesaria, porque así y sólo así sostendremos la batalla contra las
fuerzas oscurantistas de México.
La unión hace la fuerza, “uno para todos
y todos para uno”, hagamos de la fraternidad y no de la desunión nuestra lucha.
Con una posición claramente revolucionaria, luchando por el derecho y la
justicia con la constitución como norma suprema y en lucha permanente contra la
ignorancia, la ambición y la hipocresía.
Recordemos que Juárez no ha muerto: vive
a través de la idea; preside los destinos de la patria; alienta en el alma
nacional. Está de pie, frente a la historia, para repetir a todos los hombres
que “el pueblo es la única fuente del poder y de la autoridad”, “que la
responsabilidad de los gobiernos solo pueden fundarse en la impartición
absoluta de justicia”, “que la educación es la primera base de la prosperidad
de un pueblo, a la vez que el medio más seguro de hacer imposibles los abusos
del poder”.
Los liberales no somos sectarios ni en
religión, ni en política; respetamos las religiones como norma de moralidad
esencial para el ser humano, y entendemos por política el arte del buen
gobernar a los pueblos, siendo ésta la norma general que deben conocer todos
los políticos para llevar justicia, paz y felicidad a la humanidad.
Los ciudadanos exigen un gobierno
responsable, entendiendo por éste el que sirve a todos los ciudadanos sin
distingo de partidos o ideologías, que escuche y atienda el reclamo popular.
Los liberales demandamos a nuestros
representantes populares que estén cerca de la gente, que le den a nuestra
entidad un rumbo con certidumbre, una dirección con responsabilidad, sin abusar
del poder, ni comprometer el erario público ni adquirir deudas y compromisos
que impidan el desarrollo y crecimiento sustentable de nuestra patria mexicana.
Por eso exigimos que el ejemplo de
Benito Juárez se siga y se mantenga vigente. Es por eso que los liberales en
este tiempo, estamos obligados a medir, con el compás las realidades de nuestra
historia; a esculpir con el cincel una patria cada vez mejor, y a trazar con la
escuadra los mejores caminos, y con el mismo ánimo e impulso, a romper con el martillo
definitivamente toda injusticia. Así lo puso de ejemplo Benito Juárez García.
Finalmente recordemos su mejor mensaje: “que
el pueblo y el gobierno respeten los derechos de todos, porque entre los
individuos como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”,
concluyó frente a la estatua del Benemérito de las Américas, el representante
de la Masonería de Chiapas.
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